La Unión Europea (UE) y donantes internacionales anunciaron asistencia por valor de 2.100 millones de dólares para las repúblicas de los Balcanes, destinada a reactivar su deprimida economía.
Los fondos se invertirán en 27 proyectos para mejorar la infraestructura y la integración económica de Europa sudoriental, en particular en los sectores energético, de transportes, de manejo de residuos y de recursos hídricos.
El mayor beneficiario será Rumania, que recibirá 490 millones de dólares, seguida por Bulgaria y Yugoslavia, con unos 360 millones de dólares cada una. Croacia y Bosnia-Herzegovina obtendrán en conjunto 540 millones, y Albania 230 millones.
El paquete de asistencia incluye programas financieros menores para Macedonia y Moldavia. El Banco Europeo de Inversión anunció planes para atraer inversión privada a Croacia y Macedonia, con el fin de impulsar obras de infraestructura y el desarrollo de empresas pequeñas y medianas.
El anuncio fue realizado durante la segunda conferencia del Pacto de Estabilidad de Europa Sudoriental, presidida por el Banco Mundial y la Comisión Europea (organismo ejecutivo de la UE), celebrada la semana pasada en Bucarest.
El Pacto, puesto en marcha en 1999, está integrado por Albania, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Macedonia, Moldavia, Rumania y Yugoslavia.
La mitad de los fondos otorgados corresponden a préstamos de instituciones financieras multilaterales, y el resto serán donaciones y créditos en condiciones de privilegio.
La inversión extranjera en los Balcanes, donde habitan 55 millones de personas, es inferior a la realizada en el resto de Europa, debido a las guerras de secesión de la antigua Federación Yugoslava, en los años 90, y a la herencia económica y política que dejaron los regímenes comunistas en la región.
«La comunidad internacional busca ayudar a la región a alcanzar el grado de desarrollo que la UE requiere para aceptar su ingreso» a ese bloque, dijo Donald Kursch, vicecoordinador del Pacto.
«El compromiso de los donantes será vital en los próximos años. La reunión de Bucarest marca un cambio en la estrategia de la UE, orientado a financiar proyectos transfronterizos de cooperación a largo plazo», sostuvo Chris Patten, comisario europeo de Asuntos Externos.
«Pasó el tiempo de la ayuda de emergencia o los planes de reconstrucción», agregó.
No obstante, subiste la preocupación de la comunidad internacional por la gestión de los gobiernos de la región.
La falta de transparencia y la debilidad gubernamentales reducen la capacidad de aplicar reformas y de hacer cumplir la ley, y crean condiciones favorables para el crimen organizado y la corrupción.
Los gobiernos de la península balcánica están comprometidos a combatir la corrupción con ayuda de los donantes, pero las instituciones democráticas y los servicios básicos siguen siendo débiles.
«Los países de Europa sudoriental deben aplicar amplias reformas en circunstancias muy difíciles. También deben cooperar entre sí como precondición para ingresar a las instituciones occidentales» como la UE, dijo Bodo Hombach, coordinador del Pacto.
El funcionario acusó a varios países, sin nombrarlos, de menospreciar la cooperación subregional por creer que estorba sus esfuerzos unilaterales para ingresar a la UE.
El principal logro del Pacto hasta ahora fue la firma en junio de un acuerdo de libre comercio. Las ocho naciones signatarias procuran crear una red de acuerdos de libre comercio bilaterales a fines del año próximo.
Para entonces, 90 por ciento del comercio intrarregional deberá estar libre de aranceles. (FIN/IPS/tra-eng/mc/mn/dc-mp/dv ip/01