DERECHOS HUMANOS-CUBA: Castro autoriza viaje de opositor

El disidente Elizardo Sánchez fue autorizado en Cuba para viajar a la República Checa por invitación del presidente Vaclav Havel, un fuerte crítico del historial de derechos humanos del gobierno de Fidel Castro.

Sánchez, quien acaba de regresar de una visita de varios meses a Miami, santuario del exilio cubano en Estados Unidos, participará en Praga de la quinta Conferencia del Forum 2000, entre el 14 y el 17 de este mes.

Se trata de una reunión internacional organizada anualmente desde 1997 por el gobierno checo para analizar los problemas globales más urgentes de cara al siglo XXI, explicó el propio Havel en la carta de invitación enviada a Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).

Havel señaló que en años anteriores participaron personalidades destacadas, como el líder religioso tibetano Dalai Lama, el canciller israelí Shimon Péres y la senadora por Nueva York y ex primera dama de Estados Unidos Hillary Clinton.

En esta ocasión, la conferencia se denominará «Derechos humanos, en busca de una responsabilidad global» y su declaración final sintetizará conclusiones de las cinco ediciones, añadió.

El activista de la oposición cubana, que partió el miércoles por la noche hacia Praga, no asistió a los encuentros anteriores porque no obtuvo la autorización para viajar "por negativas o dilaciones" del gobierno cubano, dijo Marcelo López, portavoz de la CCDHRN.

López hizo llegar a la prensa extranjera copias de la misiva de Havel y de la carta enviada por Sánchez a Castro para solicitar el permiso de salida, sin el cual ningún ciudadano puede visitar otro país.

"No me queda otra alternativa que pedir de nuevo su alta intervención para desbloquear un permiso temporal de viaje al extranjero, que he solicitado al área concerniente (servicio de inmigración) del Ministerio del Interior", escribió Sánchez.

En mayo pasado, este disidente fue autorizado en tiempo desusadamente rápido para viajar a Miami, donde permaneció alrededor de tres meses, a raíz de la súbita muerte a causa de un paro cardiaco de su hijo Francisco, de 17 años.

El canciller Felipe Pérez Roque explicó, en conferencia de prensa ese mismo mes, que el visado se le concedió a Sánchez por razones humanitarias.

Horas antes de partir, Sánchez expreso su esperanza de que "el gobierno de Cuba levante el bloqueo que niega a muchos cubanos el derecho de viajar libremente al extranjero y regresar", según un comunicado divulgado por el portavoz de la CCDHRN.

En ese sentido, se mencionó los casos de los también opositores Raúl Rivero y Oswaldo Payá, a quienes se les ha negado la visa de salida, lo cual obliga a calificar las visas otorgadas a Sánchez de "excepciones que confirman una inaceptable regla general", comentó López.

La CCDHRN carece de reconocimiento legal, aunque se la tolera, pese a sus críticos informes semestrales sobre los derechos humanos en Cuba, asunto especialmente sensible para el gobierno de Castro.

A su vez, Sánchez figura entre los disidentes más solicitados por personalidades que visitan el país y desean obtener puntos de vista diferentes a los gubernamentales sobre la situación de Cuba.

Sánchez, Payá y otros representantes de la disidencia interna se entrevistaron la semana pasada con el legislador alemán Carl- Dieter Spranger, quien permaneció algunos días en La Habana invitado por el presidente del parlamento, Ricardo Alarcón.

En ese contacto, los opositores consideraron que la Unión Europea (UE) debe mantener y reforzar la llamada "posición común" sobre Cuba, como base de las relaciones de la isla con ese bloque.

La UE sostiene desde 1996 esa "posición común", que intenta, según sus enunciados, lograr que este país de régimen socialista se abra a un «proceso de transición pacífica hacia el pluralismo democrático».

Esa postura crítica mantiene a Cuba excluida de los beneficios de un acuerdo marco de cooperación en áreas como la agroindustria azucarera, la pesca, la energía, la salud y la ciencia y tecnología.

A la vez, la República Checa presentó nuevamente este año una resolución de condena contra La Habana en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, conformada por 53 países.

La moción, aprobada según el gobierno de Cuba por presiones de Estados Unidos, recibió 22 votos a favor, 20 en contra y 10 abstenciones, mientras que la República Democrática del Congo se ausentó.

Entre las 11 naciones de América Latina integrantes de la comisión, Argentina, Costa Rica, Guatemala y Uruguay se pronunciaron a favor de la censura, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú se abstuvieron, mientras que votaron en contra Venezuela y por supuesto Cuba. (FIN/IPS/pg/dm/hd/01

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