CUBA: Fidel Castro acusado ante tribunal de Bélgica

La acusación por asesinato y torturas entablada en Bélgica contra el presidente de Cuba, Fidel Castro, señala su responsabilidad en el hundimiento de una embarcación de balseros en 1994 y en el derribo de dos aviones civiles en 1996.

Castro, de 75 años, fue demandado el jueves ante un tribunal penal de Bruselas por nueve exiliados cubanos que lo acusan de «prisión injusta, asesinatos y torturas».

La demanda se basa en una ley que atribuye a la justicia de Bélgica competencia para juzgar crímenes de guerra, de lesa humanidad y de genocidio, sea cual fuere el lugar donde se cometieron y la nacionalidad de perpetradores y víctimas.

Los denunciantes encabezados por José Basulto, presidente de la organización anticastrista en el exilio Hermanos al Rescate, acusan a Castro de «ordenar premeditadamente el derribo» de dos de sus aviones, matando a sus cuatro tripulantes el 24 de febrero de 1996.

Ese día, relató Basulto, tres aviones de Hermanos al Rescate recorrían como lo hacen desde 1991 las aguas del estrecho de Florida en busca de «balseros», ciudadanos cubanos que escapan de la nación caribeña en embarcaciones precarias rumbo a Estados Unidos.

«Castro decidió enviar sus MIG (aviones caza de fabricación soviética) tras de nosotros, que cumplíamos una de las 2.000 misiones de rescate que hasta esa fecha habíamos realizado en la misma zona» sobre el estrecho, dijo Basulto a la prensa el jueves.

Basultó, que viajaba en un tercer avión no alcanzado por los proyectiles, sostuvo que el presidente cubano ordenó los ataques a sabiendas de que las naves no constituían ninguna amenaza militar para su país.

La organización reunió más de 1.500 páginas para documentar lo que califica como una campaña orquestada contra Hermanos al Rescate, que culminó con el ataque de 1996.

«Nos llevó cuatro años reunir evidencias que señalan a Castro como responsable de esas muertes y ahora tenemos la oportunidad de probarlas mediante un proceso legal internacionalmente respetado» en Bélgica, agregó.

«Castro reconoció su responsabilidad cuando ocurrieron los hechos. Tenemos vídeos de su admisión grabados por las cadenas de televisión CBS y CNN», afirmó Larry Klaymann, abogado estadounidense de los demandantes y presidente de la organización no gubernamental Justice Watch, con sede en Washington.

Este caso también es investigado en tribunales estadounidenses. Más de 100.000 personas solicitaron una acusación formal de asesinato contra Castro y contra su hermano, el vicepresidente y ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Raúl Castro.

«Esperamos hallar justicia en Europa y en América», dijo Basulto.

Pero la demanda contra el presidente de Cuba no se basa sólo en el caso de Hermanos al Rescate. Otro de los querellantes es Eugenio de Sosa Chabau, editor periodístico que purgó 20 años de prisión por criticar al gobierno de Castro, que lo condenó por «actividades de disidencia política».

De Sosa, de 85 años y residente en el meridional estado estadounidense de Florida, dijo a la prensa que durante sus años en prisión, desde 1960 a 1980, padeció golpizas por las que experimentó varias fracturas, heridas de bayoneta y electrochoques. «Fui torturado continuamente», aseguró.

Marcelino Feal, otro demandante, fue prisionero político en Cuba durante 17 años, durante los cuales los malos tratos y golpes lo privaron de la visión en su ojo izquierdo, sostuvo.

Otros dos denunciantes, Sergio Perodín y María Victoria García, son sobrevivientes del hundimiento de una embarcación que huía de Cuba en julio de 1994, en el que murieron 41 personas, entre ellas el hijo y la esposa de Perodín y varios familiares de García.

La embarcación fue hundida por barcos del Ministerio de Transporte cubano.

Otros dos querellantes son cubanos que residen en Bélgica cuyos nombres no fueron divulgados por razones de seguridad.

«Este caso es más urgente que cualquier otro presentado ante la justicia belga. Esta no es una denuncia aislada, sino que se trata de 42 años de muertes, persecución y tortura. Casi 100.000 personas fueron asesinadas», afirmó Klayman.

La querella cita denuncias contra el régimen cubano incluidas en varios informes de organizaciones internacionales de derechos humanos internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

«Cuba niega las violaciones de derechos humanos, no investiga ni castiga a quienes las cometen, y toma represalias contra quienes las denuncian, en especial si son prisioneros», afirma uno de los documentos de Human Rights Watch.

Otro de los abogados querellantes, el belga Paul Sher, dijo esperar que muchos otros cubanos que residen en Europa aporten más evidencias.

La demanda fue presentada al mismo magistrado que estudia una denuncia contra el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, por su responsabilidad en la matanza de palestinos en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila, Líbano, en 1982.

En los próximos días, el tribunal deberá determinar si es admisible el juicio contra el líder cubano.

Las autoridades belgas ya investigan casi una docena de denuncias contra ex líderes políticos y militares de varios países, pero el departamento encargado de crímenes contra la humanidad sólo tiene tres policías asignados.

Algunos de los que se encuentran bajo investigación son el ex dictador de Chad, Hissene Habre, el presidente de Iraq, Saddam Hussein, el ex presidente de Irán, Hashemi Rafsanjani, y el ex ministro del Interior de Marruecos, Driss Basri.

También se presentaron denuncias contra militares guatemaltecos y contra dirigentes del rétimen conducido en Camboya por las milicias del Jemer Rojo.

En abril, la justicia de Bélgica dictó su primera sentencia bajo la ley reformada en 1999, condenando a cuatro ciudadanos de Ruanda, incluyendo a dos monjas católicas, por colaborar y promover el asesinato de miembros de la etnia tutsi durante el genocidio perpetrado en 1994 en esa nación de Africa central.

Sin embargo, el gobierno belga manifestó su voluntad de reformar la ley para impedir que la misma alcance a altos funcionarios en actividad. Sharon decidió no visitar la sede de la Unión Europea en Bruselas debido a la demanda, lo que puso en aprietos al gobierno.

Si bien Castro aún no está impedido de visitar Europa, Bélgica, que ejerce la presidencia rotativa de la Unión Europea, envió una misión diplomática a La Habana para mejorar las relaciones con Cuba, muy frías tras las críticas europeas del año pasado por cuestiones de derechos humanos.

Una copia en francés de la demanda contra Castro puede consultarse en la dirección http://www.judicialwatch.org/cases/castrocomplaint.html de la red mundial informática Internet. (FIN/IPS/bk/mn/dc-mj/ip hd/01

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