El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de Costa Rica, un país insignia de la democracia en América Latina, puso hoy en marcha la campaña política para los comicios generales del 3 de febrero y tomó el mando de la policía hasta el día de la votación.
Los 2,2 millones de votantes de Costa Rica, un país de fuerte tradición bipartidista, elegirán al sucesor del presidente Miguel Angel Rodríguez, a los 57 integrantes del parlamento unicameral y a las autoridades de los 81 municipios del país.
Hay inscriptos en el TSE 44 partidos políticos de ámbito nacional o regional, pero la competencia se dirimirá seguramente entre el gobernante Partido de Unidad Social Cristiana (PUSC) y el socialdemócrata Partido Liberación Nacional (PLN), las dos fuerzas hegemónicas.
El presidente del TSE, Oscar Fonseca, solicitó en un acto especial a los 16 aspirantes a la presidencia una campaña «respetuosa y de altura», en la que se destaquen virtudes y se eviten ataques personales.
Fonseca hizo un llamado a la unidad de los costarricenses, debido a la inestabilidad económica que se ha manifestado luego de los atentados terroristas contra Estados Unidos el 11 de septiembre.
En el mismo acto, el ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, cedió el mando de la policía al TSE, que lo conservará hasta que finalice la jornada de votación.
El tribunal de elecciones es considerado el cuarto poder en Costa Rica, un país que no tiene ejército y que mantuvo el estado de derecho mientras en el resto de América Central se imponían hasta los años 90 la guerra civil y las persecuciones políticas.
Tras el discurso de Fonseca, el presidente Rodríguez destacó que los costarricenses tienen de nuevo en sus manos el poder de decidir su futuro.
«Tenemos nuevamente la posibilidad de vivir la fiesta de la democracia», expresó Rodríguez, quien hizo un llamado a la participación ciudadana en los comicios.
Los dos candidatos presidenciales favoritos son Abel Pacheco, del PUSC, un carismático psiquiatra de 67 años con una larga trayectoria como comentarista de televisión, y Rolando Araya, del opositor PLN, un ingeniero químico de 54 años con fuerte arraigo entre intelectuales y académicos.
Una encuesta divulgada este lunes por la prensa puso a Pacheco a la cabeza de las preferencias, con 41, 8 por ciento, frente a 38,6 por ciento de Araya.
La sorpresa de la encuesta, realizada por la empresa Demoscopía, fue el apoyo relativamente importante logrado por dos partidos menores de implantación nacional. Se trata del Movimiento Libertario, preferido por 10,9 por ciento de las 1.225 personas consultadas, y el Partido Acción Ciudadana, que obtuvo 8,3 por ciento.
La consulta, que tiene un margen de error de 2,8 por ciento, anuncia una reñida contienda política. Los candidatos confían en que disminuya la abstención de 30 por ciento registrada en las elecciones de 1998.
Los analistas señalan que el sucesor de Rodríguez deberá entrentarse al desafío de reactivar la economía, que en 2000 sólo creció 1,7 por ciento y parece alcanzada por la recesión internacional.
Luis Guillermo Solís, catedrático de la Universidad de Costa Rica, señaló a IPS que el próximo mandatario también tendrá que esforzarse por reducir la pobreza, que afecta a 20 por ciento de la población.
«A pesar de su estabilidad, de su paz social y de su capital humano, Costa Rica no ha sabido dar el salto del viejo sistema del Estado benefactor a un nuevo sistema político para el siglo XXI. Ese es un gran reto», afirmó Solís. (FIN/IPS/nms/ff/ip/01