Grupos de la sociedad civil exigieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que la eventual nueva ronda de negociaciones multilaterales favorezca los intereses de los consumidores y el desarrollo.
La organización Consumers International señaló que la nueva ronda promovida por la OMC debería concentrarse en la corrección de algunos de los numerosos desequilibrios e insuficiencias en la aplicación de los acuerdos pasados.
La demanda de Consumers, resumida este martes por su director general Julian Edwards, coincide con la aspiración principal de los países en desarrollo de lograr antes que nada un examen de los resultados de la anterior negociación, la Ronda Uruguay.
El tema de la aplicación de acuerdos abarca los problemas de los países en desarrollo para cumplir sus obligaciones o las dificultades que experimentan debido a la mora del Norte industrial para honrar el espíritu de los compromisos asumidos.
Por encima de todo, la organización no gubernamental con sede en Londres pretende que la nueva negociación beneficie al consumidor y proteja y promueva sus derechos dentro del sistema multilateral.
La OMC, encargada de regular la liberalización del comercio, planea realizar su cuarta conferencia ministerial del 9 al 13 de noviembre y propone comenzar entonces la nueva ronda multilateral.
En diciembre se anunció que Doha, capital de Qatar, sería la sede de la conferencia. Pero en los últimos días, algunos altos funcionarios comerciales comentaron la posibilidad de que la reunión se realice en otra ciudad, probablemente Singapur.
Edwards advirtió que, para evitar un fracaso semejante al de la conferencia anterior, de 1999, realizada en Seattle, Estados Unidos, la próxima reunión ministerial debe comenzar por tomar con seriedad las preocupaciones de los países en desarrollo.
Las acciones más urgentes se requieren en las áreas de propiedad intelectual relacionada con el comercio y de inversiones y de agricultura, aunque también se debe atender los problemas de los subsidios y de los aranceles, precisó Consumers.
Los consumidores de los países industriales y en desarrollo soportan las consecuencias del incumplimiento de las naciones ricas de sus compromisos de apertura de mercados, en especial en materia de agricultura y textiles.
En una ronda a favor de los consumidores, los países industriales deberían comprometerse a reducir el proteccionismo agrícola, pues 70 por ciento de la población pobre del mundo está empleada en el agro, observó Edwards.
Durante los últimos 50 años, los aranceles promedio sobre los productos manufacturados han disminuido de 40 a cuatro por ciento. En cambio, los aranceles agrícolas se han mantenido en alrededor de 40 por ciento.
La reducción debe extenderse también a los subsidios del sector agrícola, que suman unos 360.000 millones de dólares anuales en los país industrializados miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Así mismo, es necesario que la ronda multilateral determine la eliminación de todas las formas de crédito y de subvención a las exportaciones agrícolas.
El conjunto de medidas propugnadas por Edwards tiende a respetar el derecho de los países en desarrollo a proteger la seguridad alimentaria de sus consumidores.
Los países industriales deben aceptar el ingreso libre de aranceles de los productos industriales y agrícolas originarios del mundo en desarrollo a partir de 2015, y de los países más pobres desde 2010, propone Consumers.
La organización no gubernamental también aconseja poner fin al uso inapropiado de las medidas anti-dumping (comercio desleal) que aplican algunos países, en particular Estados Unidos, a las importaciones procedentes de los países en desarrollo.
En cuanto a la liberalización de los servicios, puede acarrear beneficios a los consumidores, pero el actual acuerdo de la OMC afecta el derecho de los gobiernos a dictar regulaciones que aseguren el acceso de la población a servicios básicos como agua y telecomunicaciones, según Consumers.
En agricultura, donde existe acceso limitado a los mercados de los países industriales, los campesinos pobres son marginados por las importaciones subvencionadas, lamentó Edwards.
El acuerdo de la OMC sobre agricultura ha reducido la capacidad adquisitiva de numerosos consumidores y ha limitado su acceso a los alimentos, condensó el director de Consumers.
La entidad estimó que el proyecto de declaración de los ministros que se discute actualmente en Ginebra no toma en cuenta las preocupaciones de los consumidores.
Cuando ignora las necesidades de los países pobres, la OMC falla en su mandato de promover el desarrollo sustentable, indicó Edwards. (FIN/IPS/pc/ff/if dv/01