/BOLETIN-DD HH/ SIERRA LEONA: Conmoción por amenazas de muerte a periodistas

Amenazas de muerte en Sierra Leona a siete periodistas independientes, por parte de un grupo de desconocidos que se identificaron como integrantes de un gubernamental «grupo de choque», han tenido gran impacto en la opinión pública.

Ese impacto se incrementa en el marco de la campaña hacia las elecciones nacionales previstas para mayo de 2002, que causa enfrentamientos políticos.

Los periodistas amenazados son Pios Foray, del periódico The Democrat, Richie Gordon, de Peep, Paul Kamara, de For the People, Jonathan Leigh, del Independent Observer, Philip Neville, de Standard Times, y David Tom-Baryoh, de C-Met.

Todos ellos son muy críticos al gobierno, y algunos han sido detenidos en varias ocasiones por ese motivo.

Las amenazas fueron enviadas la semana pasada a los directores de los periódicos, en cartas separadas cuyos autores afirmaron que los siete periodistas eran «enemigos del Estado».

Los amenazados pidieron a la policía que investigue el asunto, y se comprometieron a continuar con sus críticas a las políticas del gobierno.

En 1997, cuando los militares tomaron el poder, confeccionaron una lista de directores de medios de prensa a los cuales consideraban enemigos, y algunas de las personas incluidas en esa lista fueron asesinadas luego por el régimen, alegaron.

«Cuando uno ha estado en este negocio durante mucho tiempo y se mantiene crítico, debe estar preparado para recibir amenazas de muerte y ser arrestado por motivos políticos», comentó Kamara, quien fue arrestado por varios gobiernos del país y aseguró a IPS que no tiene miedo.

«Ninguna amenaza de muerte podría lograr que dejara de informar sobre los acontecimientos a medida que se desarrollan, y analizar en forma crítica las políticas del gobierno», afirmó.

«Estamos en lucha por la liberación de nuestro pueblo, y el incompetente gobierno se pone nervioso y desesperado. Estoy listo para morir por aquello en lo que creo», dijo a IPS Foray.

Leigh sostuvo que agentes del gobierno fueron responsables de las amenazas.

«Sabemos que altos funcionarios gubernamentales han dicho en público que ciertos periodistas son insurgentes y subversivos, y algunos de esos funcionarios nos han amenazado en forma directa», explicó.

La secretaría del presidente Ahmed Tejan Kabbah negó en un comunicado de prensa que el gobierno esté vinculado con las amenazas, y sugirió que las mismas pueden haber sido fraguadas por algunos periodistas «que desean obtener visas para viajar a Estados Unidos o Europa Occidental».

También aseguró que las autoridades son tolerantes con los medios de comunicación y respetan los derechos humanos.

Sin embargo, Sierra Leona no es un país seguro para los periodistas, ya que por lo menos 10 han sido asesinados por desempeñar su oficio desde que comenzó la guerra civil, en 1991, la mayoría de ellos por el insurgente Frente Unido Revolucionario.

Además, la creciente intolerancia ante las críticas del gobernante Partido Popular de Sierra Leona amenaza la libertad de expresión.

La Asociación de Periodistas de Sierra Leona declaró que continuará con la defensa de los derechos de sus integrantes aunque eso implique una conforntación con las autoridades.

La guerra civil ha causado la muerte de más de 30.000 personas, y desde que comenzó el conflicto, la emigración a países vecinos y el desplazamiento interno han afectado a casi una cuarta parte de la población de 4,5 millones. (FIN/IPS/tra-eng/lf/mn/mp/hd/01

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