AMBIENTE-EEUU: Tormenta en el Senado por programa energético

El Senado de Estados Unidos inició la discusión del programa energético aprobado por la Cámara de Representantes, que contempla la explotación de petróleo en el refugio de fauna y flora silvestre del Artico, en Alaska.

El gobierno de George W. Bush apela a razones de seguridad nacional para promover el desarrollo de recursos energéticos propios, pero los demócratas aseguran que no habrá votos suficientes para el proyecto en debate.

«Cuanto menos dependientes seamos del petróleo crudo del exterior, más seguro será nuestro país», dijo Bush al instar al Senado a votar su programa, para abrir el Refugio Natural Nacional del Artico a la explotación petrolífera.

El carácter estratégico del área de la energía ha aumentado como como consecuencia de los ataques terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington y la posterior guerra contra Afganistán.

El plan energético de Bush, votado en agosto por la Cámara de Representantes, controlada por el gobernante partido Republicano, comprende la explotación de los recursos del refugio del Artico y el aumento de la inversión en combustibles fósiles y en energía nuclear, para reducir la dependencia del petróleo importado.

La extracción de petróleo en Alaska reduciría la dependencia estadounidense del crudo de Medio Oriente, afirmó Bush. Estados Unidos importa 60 por ciento del volumen que consume, mientras que hace 10 años, la proporción era de 47 por ciento.

El refugio del Artico es una vasta zona de ocho millones de hectáreas en Alaska nororiental que contiene ecosistemas únicos en el mundo.

El proyecto del gobierno es resistido por la mayoría de los senadores demócratas y por organizaciones ambientalistas.

Influyentes organizaciones sindicales, aliadas tradicionales de los demócratas, respaldan en este caso la propuesta de extraer petróleo de la zona protegida de Alaska, un hecho que complica aún más el delicado equilibrio de poder entre oficialismo y oposición en el Senado.

Según la Hermandad Internacional de Transportistas (conocida como los Teamsters), el proyecto crearía cientos de miles de empleos y reduciría los costos del combustible y la dependencia ante los suministros del exterior.

«A la luz de los ataques terroristas del 11 de septiembre, debemos actuar de inmediato para reducir nuestra dependencia petrolera de regiones inestables del mundo, en especial del golfo Pérsico», advirtió Jerry Hood, asesor de energía del presidente del sindicato de transportistaa, James Hoffa hijo.

Los Teamsters impulsaron la aprobación del proyecto en la cámara baja del Congreso y podrían influir en senadores demócratas a quienes los ambientalistas presionan en procura de un voto negativo.

Tom Daschle, líder de la mayoría demócrata en el Senado, ofreció poner el plan a votación en sesión plenaria. Según sus colaboradores, Daschle está seguro de que los republicanos no lograrán la necesaria mayoría especial de 60 votos sobre un total de 100.

Aunque se opone a la perforación petrolera en el refugio, Daschle aclara que apoyaría la construcción de un gasoducto desde North Slope, en Alaska. Quienes impulsan este plan aseguran que el mismo generaría 400.000 empleos.

Miles de millones de metros cúbicos de gas natural acompañan la actual extracción de petróleo en Alaska, pero son devueltos al suelo ante la falta de infraestructura para transportarlo.

«Si necesitamos apelar a los recursos de Alaska, hagámoslo con el gasoducto», propuso Daschle la semana pasada.

El senador republicano de Alaska, Frank Murkowski, dijo que los demócratas se niegan a llevar el proyecto ante un comité de la cámara alta porque perderían.

«Permitir que las empresas petroleras perforen un tesoro nacional no es manera de enfrentar la crisis energética», sostuvo Jamie Rappaport Clarke, vicepresidente de programas de conservación de la Federación Nacional de la Naturaleza.

Creado en 1960 por el entonces presidente Dwight Eisenhower, el refugio ártico es hogar de más de 180 especies de aves y numerosos mamíferos, como el buey almizcleño, carcayú, caribú, carnero blanco, lobo, oso polar negro y pardo y zorro colorado. Varias comunidades indígenas viven, cazan y pescan en la reserva.

Aunque se permita la perforación en la zona, el Departamento (ministerio) de Energía prevé un incremento de 25 a 30 por ciento de las compras de petróleo a Medio Oriente y la región del mar Caspio en los próximos 20 años, arguyen los ecologistas.

La opinión pública «debería examinar críticamente un programa que, en nombre del enfrentamiento al terrorismo, condenará a Estados Unidos a un futuro cada vez más vulnerable y dependiente de los combustibles fósiles y la energía nuclear», dijo John Passacantando, director ejecutivo de Greenpeace-Estados Unidos.

Más de 100 organizaciones ecologistas reclaman a los senadores que consideren una estrategia energética alternativa para reducir la dependencia del petróleo importado mediante la inversión en fuentes renovables.

El plan «Proyecto de Energía Limpia» publicado esta semana por la Unión de Científicos Preocupados (UCS), ya tiene el apoyo del senador independiente James Jeffords, del estado nororiental de Vermont, quien preside el Comité de Medio Ambiente.

Este programa propugna políticas de eficiencia energética y normas federales de energía renovable que exigirían a las empresas generadoras de electricidad un incremento de 20 por ciento del uso de fuentes renovables no hidroeléctricas para 2020.

«Si realmente existe un compromiso con la seguridad energética de Estados Unidos, la puesta en práctica de estas normas reducirá la vulnerabilidad de nuestro sistema de generación de energía», aseguró Alan Nogee, director del programa de energía limpia de la UCS. (FIN/IPS/tra-eng/dk/aa/dc-ff/en ip/01

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