SALUD-SUDAFRICA: Gobierno emplazado a combatir el sida

Organizaciones civiles, religiosas y sindicales de Sudáfrica iniciaron una acción judicial contra el gobierno para que suministre medicamentos contra el sida a las mujeres embarazadas y a los recién nacidos.

Cuarenta por ciento de las muertes de adultos del año pasado fueron por sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), según el informe «Impacto del sida/VIH en la mortalidad adulta de Sudáfrica» del Consejo de Investigación Medica (CIN), publicado contra la voluntad del gobierno.

El gobierno mantuvo silencio sobre el informe desde mayo, pero la prensa lo divulgó la semana pasada.

Grupos civiles, religiosos y el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu), miembros de la Campaña de Acción por Tratamiento, exhortaron al gobierno a que «asuma el liderazgo» el país «necesita desesperadamente» para terminar con la «negación» de la enfermedad que caracteriza la gestión del presidente Thabo Mbeki.

Según el informe científico, la mitad de los decesos entre 15 y 49 años se deben al sida, y para 2010 la enfermedad se habrá cobrado entre cuatro y siete millones de vidas, en un país de 40 millones de habitantes.

El pico de mortalidad entre las mujeres jóvenes es mayor que la mortalidad de las mujeres mayores de 65 de años.

El informe reconoce que las muertes en Sudáfrica están subregistradas y que el modelo estadístico está desactualizado. Sin embargo, existe evidencia amplia y contundente acerca de que la tasa de sida está creciendo.

El presidente del CIN, William Makgoba, afirmó que el estudio fue enviado a seis investigadores internacionales para controlar la metodología aplicada y que el gobierno sudafricano había sido consultado al respecto.

El gobierno ganó en marzo una demanda iniciada por las compañías farmacéuticas para impedirle adquirir o fabricar medicamentos baratos contra el sida.

Pero las autoridades no han dado ningún paso para distribuir esas medicinas que reducen la mortalidad y mejoran la calidad de vida de los pacientes con sida.

La prensa publicó una carta de Mbeki dirigida a la ministra de Salud, Manto Tshabalala Msimang, en la que el presidente reitera su escepticismo ante la afirmación general de que el sida es causado por el VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida).

Mbeki también afirmó que la enfermedad no es una de las primeras causas de muerte y ordenó que los gastos de salud se ajustaran a esta realidad.

El presidente apeló a cifras de la Organización Mundial de la Salud de 1995 para señalar que sólo 2,2 por ciento de los decesos de ese año tuvieron como causa el sida.

Mbeki manifiesta desde 1999 incredulidad sobre el vínculo entre VIH y sida y considera que esa idea errónea puede conducir a la «medicalización» de males sociales como la pobreza, cuyas raíces son también económicas.

Pero las cifras citadas por Mbeki son anteriores al pico de la pandemia en Sudáfrica. El presidente también ignoró el porcentaje de muertes por tuberculosis, una de las infecciones oportunistas que desarrollan los enfermos de sida, replicaron los médicos.

Mbeki recomendó firmeza a la ministra. Esta decisión «provocará una oleada de malestar y una campaña concertada de propaganda de quienes están convencidos de que el VIH/sida es la causa mayor de muertes en Sudáfrica», dijo.

«Todos somos culpables —iglesia, gobierno y sociedad civil— por haber reaccionado con demasiada lentitud y por los pecados cometidos», dijo el arzobispo anglicano Njongonkulu Ndungane en respuesta a la carta de Mbeki.

«Tenía la esperanza de que hubiéramos dejado la negación para pasar al reconocimiento de que somos responsables hacia la humanidad que está tanto infectada como afectada», sostuvo Ndungane, quien también integra la Campaña de Acción por Tratamiento.

«El clero informa todas las semanas que entierra a personas muertas por sida. Jóvenes trabajadores desaparecen y mueren por 'causas naturales' en la flor de sus vidas», sostiene un comunicado de la Campaña.

El informe del CIN es un llamado claro para terminar con la cultura de la «negación» que aún amordaza al país, dijo Makgoba.

La demanda es acompañada por el personal médico y de enfermería que exige el suministro del medicamento Nevirapine a las mujeres embarazadas y a los recién nacidos, pues la medicina reduce significativamente el contagio de sida entre madre e hijo. (FIN/IPS/tra-en/fk/mn/dc/aq/he/01

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