La OPEP optó hoy por la «prudencia» y mantuvo sin variación su producción de crudo, aunque sigue con atención las repercusiones en el mercado de la conflictiva situación internacional.
Los ministros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), tras dos días de sesiones en Viena, resolvieron no modificar la oferta de crudo a los mercados mundiales, fijada desde el 1 de este mes en 23,2 millones de barriles diarios.
En ese volumen no se incluye la producción de Iraq, cuyas ventas son controladas por la Organización de Naciones Unidas desde 1990, cuando ese país invadió Kuwait, el hecho que en enero del año siguiente desencadenó la guerra del Golfo.
El secretario general de la OPEP, el ex ministro venezolano Alí Rodríguez, dijo que la decisión tomada por los 11 países del grupo es «la más prudente» ante la crisis «no sólo económica sino también política» precipitada por los atentados del martes 11 en Nueva York y Washington.
La organización volverá a examinar los precios del petróleo el 14 de noviembre, en una nueva reunión en Viena. Aunque Rodríguez precisó que el mecanismo de bandas de fluctuación de precios prevé un recorte automático de producción de 500.000 barriles diarios si los valores caen por debajo de los 22 dólares por unidad.
Los gobernantes de la OPEP adoptaron ese mecanismo en su segunda cumbre, realizada en septiembre de 2000 en Caracas, donde establecieron que se modificaría la oferta sólo si los precios salían de los márgenes de 22 y 28 dólares por cada barril de 159 litros de petróleo.
La organización petrolera dispuso tres recortes de producción en los últimos 12 meses, retirando del mercado internacional un total de 3,5 millones de barriles diarios, para situar los valores dentro de la banda fijada.
Las cotizaciones se mantuvieron estables en torno de 25 dólares hasta los ataques que destruyeron el World Trade Center, de Nueva York, y parte del Pentágono (Departamento de Defensa), en Washington.
La OPEP confirmó este jueves que su interés es lograr mantener la fluctuación del crudo entre los 22 y 28 dólares por barril.
El precio de la canasta de siete crudos de la OPEP, que el viernes pasado se vendió a 25,31 dólares, se ubicó en 19,85 dólares el martes, la jornada previa al comienzo de la reunión de dos días en Viena. Esa caída por debajo del llamado nivel psicológico de 20 dólares alarmó a los analistas.
En tanto, el petróleo Brent del mar del Norte cayó 12 por ciento el lunes, para cerrar operaciones a 22,30 dólares por barril. Sin embargo, los principales mercados de crudo se recuperaron el miércoles y este jueves.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha dado un papel importante a la OPEP en su política exterior, dijo que su país podría convocar a una nueva reunión de gobernantes del grupo si la situación internacional lo ameritaba.
La OPEP, conformada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, sólo ha realizado dos citas cumbres en sus 40 años de historia.
Medios diplomáticos consideran que Venezuela cuenta con influencia suficiente en la organización para realizar una convocatoria de ese tipo. Rodríguez fue un estrecho colaborador de Chávez hasta que asumió en diciembre la secretaría de la organización.
Rodríguez se mostró cauto en sus declaraciones en Viena y dijo que en estos momentos es imposible hacer previsiones sobre la evolución del mercado, ante un escenario de posible conflicto bélico encabezado por Estados Unidos.
Según Rodríguez, la fuerte caída que tuvieron esta semana las cotizaciones del crudo se debió no sólo a una menor demanda, sino también a un alto grado de especulación. «Es necesario darle tiempo a los mercados», apuntó.
El grupo de 11 países sostuvo reuniones en Viena con otras naciones productoras de petróleo, como Angola, México, Omán y Rusia.
Los analistas de mercados petroleros coinciden en que la OPEP afronta momentos difíciles, pues la mayoría de sus socios están en el Golfo y tienen relación indirecta con el conflicto, como Arabia Saudita, por tener en su territorio importantes bases militares de Estados Unidos, o Irán, por su vecindad con Afganistán.
Por otro lado, en una situación normal, la caída de los precios por debajo de 22 dólares indicaría que deben recortar la producción, pero al mismo tiempo el escenario internacional es «prebélico» y se desconocen las consecuencias de esta situación conflictiva en el consumo energético.
«Subsisten incógnitas no despejadas en cuanto a la evolución de los acontecimientos, de modo que todavía no es fácil prever qué puede ocurrir con los precios del crudo en el marco del conflicto armado», dijo el analista venezolano y ex ministro de Planificación Teodoro Petkoff.
Opinó que un escenario con precios bajos y caída de la demanda, debido a la recesión de los países industrializados, también afectaría gravemente al conjunto de la economía de los países petroleros, que desde 1999 han hecho esfuerzos coordinados y sostenidos por defender el nivel de precios.
El presidente de la OPEP, el ministro argelino Chakib Khelil, ratificó que el grupo petrolero, que controla alrededor de 37 por ciento del mercado mundial de crudo, hará todo lo que esté a su alcance para garantizar el suministro en caso de que agudice el conflicto internacional.
«En primer lugar nos preocupa satisfacer el mercado, ocurra lo que ocurra y, si hay carencia de crudo, la cubriremos con el límite de nuestras reservas, que ascienden a dos o tres millones de barriles diarios», aseveró Khelil. (FIN/IPS/ac/dm/if/01