Los devastadores atentados contra Nueva York y Washington determinaron hoy a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a postergar por tiempo indeterminado la Sesión Especial de la Asamblea General sobre la Infancia.
La sesión especial debía realizarse entre el 19 y el 21 de este mes, con presencia de 70 jefes de Estado y de gobierno.
Mientras, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial informaron en Washington que consideran la cancelación de las reuniones de ministros de economía y de presidentes de bancos centrales que iban a realizar también este mes, el 29 y el 30.
Portavoces de los dos organismos multilaterales puntualizaron que la decisión no ha sido tomada todavía, pero que las preocupaciones de seguridad debidas a los atentados del martes contra el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington pueden llevar a cancelar las reuniones o postergarlas hasta que ceda la tensión.
Representantes de 183 países se aprestaban a participar de las asambleas del FMI y del Banco Mundial. También se aguardaba la presencia de unos 100.000 activistas contra la globalización en manifestaciones de protesta.
La directora ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy, explicó que la suspensión de la Asamblea General por la infancia se resolvió porque «la ciudad de Nueva York debe concentrar toda su energía en asuntos más urgentes».
Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) también canceló la presentación internacional de su informe Estado Mundial de la Infancia, que estaba anunciada para este jueves.
La policía y la infraestructura de seguridad de Nueva York se concentran en atender las consecuencias del ataque que destruyó las torrres gemelas del World Trade Center, un edificio insignia de la ciudad.
La decisión de aplazar la sesión sobre la infancia fue una de las primeras de la 56 Asamblea General de la ONU, que comenzó este miércoles, en un clima de incertidumbre.
La Asamblea General y el Consejo de Seguridad del foro mundial también aprobaron resoluciones de condena de los atentados de la víspera, que causaron la muerte a una cantidad indeterminada de personas.
El nuevo presidente de la Asamblea General, Hang Seung-soo, de Corea del Sur, señaló, como motivo de la suspensión de la sesión especial, que no puede ponerse en riesgo a los gobernantes que se proponían participar de la conferencia.
No fue fijada nueva fecha, aunque Seung-soo manifestó esperanza en que la reunión se realice en el periodo de sesiones de la Asamblea, que finalizará en septiembre del año próximo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que la decisión de este miércoles es «un aplazamiento, no una cancelación», e instó a los estados miembro a «mantener el rumbo» de su compromiso con la infancia.
El edificio de la ONU fue clausurado, en prevención de acciones terroristas.
Luego fue habilitado exclusivamente para el personal y los diplomáticos, pero con fuertes medidas de seguridad, incluso varios puntos de control a cargo de la policía, dentro del recinto de la sede de la ONU en Manhattan, la isla donde se encontraban las torres gemelas del World Trade Center.
El propósito de la sesión especial sobre la infancia era revisar el avance mundial sobre el tema desde la cumbre internacional celebrada en 1990, y fijar nuevos objetivos para la década en curso.
Un estudio de Unicef reveló que muchas de las metas fijadas en 1990 no se alcanzaron.
Bomberos, policías, socorristas y equipos médicos de Nueva York continuaban buscando en el sitio del desastre que otrora fuera el corazón del distrito financiero de Estados Unidos.
El alcalde Rudolph Giuliani dijo que podría haber miles de muertos.
El subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Kenneth Dam, dijo a la prensa en Washington este miércoles que aún es prematuro hablar de cancelar las reuniones conjuntas del FMI y el Banco Mundial.
Dam habló después de que el jefe de policía de Washington Charles Ramsey recomendara cancelar la reunión y de que un portavoz del alcalde Anthony Williams dijera que las autoridades analizaban la posibilidad de aplazarla.
Portavoces de las instituciones financieras dijeron que en los próximos días se tomará una decisión sobre la reunión.
Las sesiones ya habían sido reducidas de una semana a dos días, en respuesta a la inquietud por la carga financiera que implica mantener la seguridad para la ocasión.
La policía había calculado que hasta 100.000 personas se manifestarían en contra de la reunión conjunta, y temían que se repitiera actos de violencia que hicieron fracasar la Cumbre de las Américas en Québec, Canadá, y la Cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos, en Génova, Italia, este año.
Funcionarios en Washington pretendían reforzar la fuerza de 3.600 efectivos de la policía de la ciudad con más de 4.600 agentes de otras ciudades, incluso unos 3.000 de Nueva York, pero esa posibilidad se descartó tras los atentados de este martes.
Organizadores de los actos de protesta indicaron que podrán modificar sus planes, en virtud de las decisiones definitivas que tomen las autoridades con respecto a la reunión conjunta del FMI y el Banco Mundial. (FIN/IPS/tra-en/cr/aa/ff aq/ip/01