MACEDONIA: Peligra plan de paz

Nacionalistas macedonios presentaron al parlamento una iniciativa de plebiscito destinada a rechazar el plan de la OTAN para acabar con el conflicto armado entre el gobierno y los rebeldes de la minoría albanesa.

Entre tanto, se multiplican las denuncias sobre bandas paramilitares que amenazan y saquean empresas con el presunto respaldo del gobierno.

El Congreso Macedonio Mundial (WMC), una influyente organización nacionalista con sede en la capital, Skopje, que representa a la diáspora macedonia en 60 países, espera frenar el debate parlamentario sobre el acuerdo de paz mediante un recurso de referéndum avalado por 150.000 firmas.

El parlamento inició este lunes la discusión sobre la iniciativa del WMC. De ser aprobada, la misma obligaría a llamar a un plebiscito nacional sobre el acuerdo de paz firmado el 13 de agosto en la ciudad de Ohrik por todos los partidos con representación parlamentaria.

El acuerdo prevé la instalación de una asamblea nacional constituyente, para ampliar los derechos civiles de la minoría albanesa, y la aprobación de una amnistía para el rebelde Ejército de Liberación Nacional albanés, cuyo desarme ha comenzado la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

La misión de la OTAN, «Cosecha Esencial», debe finalizar el 26 de este mes. Si la OTAN no se retira para esa fecha, la WMC podría reanudar el bloqueo a la principal ruta que comunica con la provincia yugoslava de Kosovo, de mayoría albanesa, dijo Todor Petrov, presidente de la organización.

Los conflictos entre la minoría albanesa, que constituye 23 por ciento de los dos millones de habitantes, y la mayoría macedonia estallaron a partir de la separación de Macedonia de la antigua Federación de Yugoslavia en 1991.

Pero este año las acciones del Ejército de Liberación Nacional condujeron al país de la península balcánica casi al borde de la guerra civil.

«Rechazamos este acuerdo marco porque no es una solución a la crisis. Obstaculizará la democracia y la verificación de la limpieza étnica», sostuvo Petrov.

La Unión Socialdemócrata advirtió que se retirará de la coalición gobernante, dominada por la Organización Interna Revolucionaria de Macedonia (VMRO), si se aprueba la iniciativa de referéndum.

«Esta no es una propuesta democrática, es una propuesta destructiva», dijo la semana pasada Lord Robertson, secretario general de la OTAN de visita en Skopje, al advertir que un plebiscito demoraría el regreso de la población desplazada por el conflicto.

Llevaría meses organizar una votación como esta, sostuvo una fuente diplomática. «Los miembros del Parlamento no querrán aprobar el acuerdo marco antes de que se conozca el resultado del referéndum, lo cual no sería antes de diciembre», dijo la fuente.

Mientras tanto, se multiplican las evidencias de creciente actividad paramilitar.

En la central ciudad de Prilep reservistas de la policía leales al ministro del Interior Ljuben Boskovski, de la VMRO, lanzaron una campaña de extorsiones y amenazas contra empresarios locales, mayoritariamente macedonios.

Grupos formados por 15 a 35 hombres armados con rifles automáticos y vestidos con boinas rojas, uniformes camuflados e insignias policiales, conocidos como «Víboras», comenzaron a actuar el mes pasado y actuaron contra varias de las empresas locales más importantes, según testimonios recogidos por IPS.

Los «víboras» se presentan ante las empresas con una carta que exige en términos amables la entrega de dinero y bienes «para defender la integridad territorial y la soberanía del estado», dijeron fuentes locales. Quienes se niegan sufren golpizas y saqueos.

En los últimos diez días los «víboras» obtuvieron unos 100.000 dólares en efectivo y productos, incluso cuatro camiones de cerveza, una tonelada de cigarrillos y cuatro toneladas de harina de las industrias locales. El gerente de la empresa molinera recibió una paliza cuando se negó a «colaborar».

La mayoría de las empresas abordadas también entregó dinero. El director de una compañía mostró a IPS la carta enviada por fax a nombre de la «Formación Militar Voluntaria – Víbora» que exigía efectivo para financiar la lucha, respaldada por un sello oficial.

El alcalde de Prilep, Sasho Pirganoski, admitió que 90 por ciento de los reservistas policiales son delincuentes con antecedentes judiciales. «Alguien está presionando a la población macedonia para que la situación se vuelva similar a la de Serbia o Kosovo», dijo.

El propietario del club nocturno VIP, Zoran Ilioski, relató el ataque de los «víboras» a su negocio. La noche del asalto, ocho hombres armados y con uniformes policiales dispararon dentro del local y destruyeron las botellas de bebidas alcohólicas ubicadas detrás de la barra.

Casi 250 personas presentes huyeron despavoridas mientras se incendiaba el alcohol derramado. Nadie resultó herido, dijo Ilioski.

Si bien la policía de Prilep interrogó a varias personas, no se realizaron detenciones ni procedimientos judiciales. La semana pasada las autoridades nombraron a un nuevo jefe de policía.

Según Ilioski, el ataque se debió a su militancia en la Unión Socialista Democrática de Macedonia (SDSM), que integra actualmente la coalición gobernante pero es la principal fuerza adversaria del VMRO del primer ministro Ljubco Georgievski.

«Este es un problema de macedonios contra macedonios, del VMRO contra el SDSM. No tenemos miedo de los albaneses sino de nuestra propia gente», afirmó.

Según una fuente de la OTAN, el ministro del Interior Boskovski es un peligro para el proceso de paz debido a su papel en el reclutamiento de paramilitares. Este mes, el propio Lord Robertson lo reprendió públicamente.

«Está en el cargo más sensible del país y es, de todos los políticos, quien tiene menor sensibilidad», dijo Joahim Frank, codirector de proyecto de la organización International Helsinki Federation.

No fue posible obtener la respuesta de Boscovski. Pero el ministro del Interior, al igual que el resto del gobierno, niega la existencia de organizaciones paramilitares.

Sin embargo, una fuente oficial admitió la posibilidad de que los «víboras» tuvieran credenciales de reservistas policiales. Estos «fueron reclutados muy rápidamente, algunos pueden ser delincuentes. La policía está iniciando una investigación y serán juzgados», dijo la fuente.

La presencia paramilitar en un pueblo distante de las zonas donde estalló el conflicto albanés se debe a la creciente rivalidad entre los principales partidos, afirman observadores políticos.

El SDSM, que apoya el plan de paz de la OTAN, es considerado favorito para las elecciones parlamentarias de enero de 2002.

El VMRO, y en especial la línea dura encabezada por Georgievski y Boscovski y conocida como «partido guerrero», son percibidos como instituciones corruptas y responsables de conducir al país al actual conflicto con la minoría albanesa.

El VMRO responde a sus adversarios con la intimidación, dicen los críticos.

El ex primer ministro Pavle Trajanov, quien actualmente lidera la Unión Democrática, afirmó que los activistas del VMRO fueron reclutados de bandas armadas en la mayoría de las ciudades, como Skopje, Shtip, Strumitsa y Prilep. «Los quieren como provocadores para las elecciones», sostuvo Trajanov. (FIN/IPS/tra-en/jh/mn/dc/aq/ip/01

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