El crecimiento económico de América Latina y el Caribe será de sólo uno por ciento, debido a los ataques contra Estados Unidos del 11 de este mes, y no de tres por ciento como se había anunciado, advirtió el secretario del SELA, Otto Boye.
La profundización de la recesión en Estados Unidos a raíz de los ataques contra Nueva York y Washington tendrá fuerte impacto en América Latina, aseguró el SELA (Sistema Económico Latinoamericano (SELA).
«Esta reducción del crecimiento regional se vincula con el declive que venía registrando la economía de Estados Unidos» y con el agravamiento de esa situación «luego de los ataques», dijo Boye, de nacionalidad chilena.
El organismo intergubernamental con sede en Caracas presentó un informe preliminar sobre el efecto de los atentados en la economía de América Latina y el Caribe, para distribuirlo entre los 28 países miembros.
Para este año se esperaba que la economía estadounidense creciera 2,8 por ciento, pero esa previsión se redujo a 1,4 por ciento luego de los ataques, según el informe.
Además, los aires de guerra en Estados Unidos agregan un nuevo eje de análisis: el de las alineaciones en la campaña lanzada por Washington contra el terrorismo, que «pesarán mucho sobre la escena económica y la toma de decisiones de los gobiernos», dijo Boye.
Las economías de los restantes países industrializados también presentarán una desaceleración. Se calcula que Europa occidental crecerá 1,9 por ciento y no tres por ciento, como se eperaba, mientras que para la economía de Japón se prevé una caída de 0,3 por ciento.
Esta situación en el mundo industrial «acentúa la perspectiva de descenso del precio de las principales exportaciones latinoamericanas y caribeñas», comentó el secretario del SELA.
Con un crecimiento del producto interno bruto de sólo uno por ciento «no será posible disminuir la tendencia de aumento de la pobreza» en América Latina y el Caribe, «pues la demanda de los mercados domésticos tenderá a contraerse», agregó.
La fuga de capitales de la región podría aumentar en un escenario de desconfianza e inseguridad, lo cual debilita las monedas nacionales y las reservas en divisas, sostuvo Boye.
El documento del SELA señala que la desaceleración de la economía estadounidense es evidente en la caída de la producción industrial, de las ventas al mayoreo y de la demanda doméstica.
Ante las perspectivas de una merma en el crecimiento económico regional, Boye indicó el «mayor peso» están en «los efectos de la desaceleración económica de México, influida directamente por las condiciones estadounidenses, los persistentes problemas macroeconómicos de Argentina y la vulnerabilidad de Brasil».
Por otro lado, el SELA prevé una subida del precio del petróleo, aunque con una tendencia a la estabilidad, a entre 28 y 32 dólares por barril de 189 litros.
«Un aumento en los precios del crudo beneficiaría a algunas economías de nuestra región, como Venezuela, México y Ecuador», que son exportadores, «pero crearía mayores presiones en la balanza de pagos» de los países importadores de América Latina y el Caribe, señala el informe.
Mientras, el intercambio comercial entre Estados Unidos y América Latina podría sufrir una merma, pero más vinculada con el enfriamiento de la economía de ese país que con el impacto de los atentados del día 11, sostuvieron expertos consultados en México por IPS.
Las miradas se concentran en México. Estados Unidos concentra más de 80 por ciento de su intercambio comercial, y las restricciones en el transporte ya ocasionaron dificultades.
El SELA también consideró que se registrará una merma en las inversiones extranjeras en América Latina y el Caribe, que afectará principalmente a las naciones que se encuentran más integradas en los flujos financieros internacionales.
El organismo recordó que esta vulnerabilidad quedó demostrada con los efectos en la región de la crisis financiera desatada en Asia sudoriental a partir de junio de 1997.
En lo que respecta a la asistencia al desarrollo, se prevé que éstas «disminuirían dentro de la nueva tónica de alineación y reforzamiento militar», concluye el documento. (FIN/IPS/ac/mj/if/01
