/Integración y Desarrollo/ COMERCIO: Países agropecuarios cierran filas de cara a Doha

El Grupo de Cairns, un foro de 18 países exportadores de productos agropecuarios, acordó instar a la OMC a comprometerse con una profunda reforma del comercio agrícola, como paso «decisivo» para lanzar una nueva ronda de negociaciones multilaterales.

El planteo está contenido en la declaración divulgada el miércoles por los ministros de Agricultura y de Ganadería del Grupo de Cairns, al finalizar su XXII reunión ministerial en el centro turístico uruguayo de Punta del Este, 140 kilómetros al oriente de Montevideo.

El grupo decidió presentar tres demandas básicas en la cuarta conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial de Comercio), prevista para el 9 de noviembre en Doha, Qatar.

Las exigencias de los 18 países son la eliminación de los subsidios a las exportaciones agrícolas, una mayor apertura de los mercados y la reducción de «todas las formas de ayuda interna que distorsionan el comercio y la producción» en el sector.

El Grupo de Cairns, que lleva el nombre del balneario australiano donde fue fundado en 1986, está integrado por Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Fiji, Filipinas, Guatemala, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Paraguay, Sudáfrica, Tailandia y Uruguay.

Al encuentro de Punta del Este también asistieron por Estados Unidos el representante de Comercio exterior, Robert Zoellick, y la secretaria de Agricultura, Ann Veneman, y por Kenia, el ministro de Comercio e Industria, Nicholas Biwott.

El grupo defenderá ante la OMC, además, la necesidad de dar un tratamiento especial y diferenciado a los países del Sur.

«Las distorsiones de los mercados mundiales de productos agrícolas erosionan la capacidad de muchos países en desarrollo para crear sectores fuertes y para alcanzar un crecimiento económico sostenido», señalaron.

Los ministros sostuvieron que «un mejor acceso a los mercados en un mundo libre de subsidios es también esencial para promover el desarrollo y la eliminación de la pobreza (…). Superar esos problemas implicaría que los países en desarrollo puedan producir y exportar más productos agrícolas», añadieron.

El Grupo de Cairns manifestó su preocupación por el apoyo de los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico a sus productores, que asciende a 360.000 millones de dólares.

Ese gasto supera en más de 60.000 millones el producto interno bruto de Argentina, una de las naciones de mayor desarrollo relativo de América Latina.

La protección provista por las barreras arancelarias y otras, que incluyen medidas sanitarias y fitosanitarias injustificadas, sigue siendo muy elevada.

La corrección de esa situación conduciría a «un incremento del producto interno bruto global, y produciría ganancias significativas para los países en desarrollo», indicaron.

Más dura fue la resolución de los delegados de asociaciones agropecuarias de los 18 países de Cairns, que propusieron directamente «trabar el comienzo de una nueva ronda de negociaciones en Doha, a no ser que se hagan intentos serios para avanzar hacia la reforma del comercio agrícola».

El ministro de Agricultura y de Comercio Exterior de Nueva Zelanda, Jim Sutton, dijo el miércoles que la declaración de los empresarios reunidos en Punta del Este fue «la más fuerte en toda la historia del Grupo de Cairns».

Su planteo «es como tomar de rehén a la OMC, aunque entendemos la frustración que tienen esas asociaciones», afirmó Sutton.

El representante de los empresarios agropecuarios uruguayos y ex presidente de la Asociación Rural de Uruguay, Roberto Symonds, defendió la postura de sus colegas.

«Lo menos que esperamos es que esta vez haya avances concretos. No queremos que en Doha queden de lado nuestros problemas y que sólo se hable de los intereses de otros», manifestó.

Symonds dijo que el sector agrícola tiene grandes esperanzas en la capacidad de negociación de los ministros. «Realmente, lo necesitamos», agregó.

Por su parte, el secretario de Agricultura de Argentina, Marcelo Regúnaga, elogió la postura de los empresarios agropecuarios, tras señalar que eso contribuía a fortalecer la posición oficial del grupo de países.

El Grupo de Cairns destacó la «fuerte coincidencia de puntos de vista» con Estados Unidos, en especial sobre la demanda de inclusión de la liberalización del comercio agrícola en la propuesta ronda de negociaciones multilaterales.

Zoellick fue preciso en la reunión del martes con el Mercosur, al indicar que la prioridad de Washington «es lograr el éxito de la nueva ronda de la OMC», pues ese marco «creará las condiciones para el libre comercio», indicó el diario argentino Clarín.

El avance en las negociaciones en la OMC «ayudará a desarrollar las otras iniciativas», como el Area de Libre Comercio de las Américas y las tratativas para un acuerdo comercial entre el Mercosur y Estados Unidos, agregó Zoellick.

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Gonzalo González, aseguró que se pudo «fortalecer la posición del Grupo de Cairns en alianza con Estados Unidos, en busca de un trato equitativo para la agricultura en el comercio internacional».

«Nos quedan ciertas expectativas. En Doha se verá cuán cerradas están nuestras filas, pero en definitiva es un desafío que estamos dispuestos a afrontar», añadió González, presidente de la conferencia junto a su par australiano de Comercio, Mark Vaile.

Por su parte, Vaile destacó que actores fundamentales, como Estados Unidos, estén comprometidos en avanzar hacia la liberalización del comercio agrícola, lo cual, a su juicio, garantizará un mejor resultado en Doha que en la fracasada reunión de 1999 en la septentrional ciudad estadounidense Seattle.

Los representantes estadounidenses se comprometieron a mantener contactos con otros miembros de la OMC para impulsar la inclusión del asunto agrícola «sin pedir nada a cambio», pues ese es «un objetivo común» de Washington y del Grupo de Cairns.

Sin embargo, las diferencias aparecieron en las conversaciones entre Estados Unidos y el Mercosur, paralelas a las del Grupo de Cairns. Zoellick admitió que será muy difícil que el Congreso de su país reduzca la asistencia a los agricultores si no hacen lo mismo la Unión Europea y Japón.

Además, el representante estadounidense respondió a los reclamos sobre comercio agrícola que entre las principales áreas de interés de su país en el Mercosur se cuentan la biotecnología, el comercio electrónico, los servicios, seguridad jurídica para las inversiones y acceso a los contratos de los gobiernos.

El presidente uruguayo Jorge Batlle había destacado el martes la presencia de Veneman y Zoellick en la reunión de Punta del Este, pues evidencia el renovado interés de Washington en la materia.

«El señor Zoellick es el negociador para el mundo de Estados Unidos. Es el que tiene en su cabeza el comercio mundial y su presencia es más que un mensaje», dijo Batlle.

Añadió que Washington no envió un representante autorizado ni a un embajador sino «al número uno».

A su vez, el ministro de Agricultura de Brasil, Marcus Vinicius Pratini de Moraes, sostuvo que una nueva ronda de negociaciones multilaterales, incluyendo las demandas del Grupo de Cairns, contribuirá a superar la recesión económica mundial.

«Hay muchos que dicen que con recesión no se negocia y hay muchos sectores altamente protegidos que no quieren conducir estas negociaciones, pero yo digo que no se combate la recesión con restricciones al comercio, sino con más comercio», afirmó el ministro brasileño. (FIN/IPS/rp/dm/if/01

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