Los agricultores venezolanos recibieron esta semana con beneplácito la decisión del gobierno de restablecer el Ministerio de Agricultura, aunque lamentaron «el tiempo perdido» en la materia.
La decisión, que devuelve rango ministerial a las oficinas del gobierno relacionadas con el sector agrícola integradas hace dos años al Ministerio de Producción y Comercio, fue calificada este lunes de «medida positiva» por la Federación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro).
El anuncio del presidente Hugo Chávez el sábado pasado, a través de su programa radial «Aló, presidente», fue sorpresivo. Sin embargo, la reacción de agricultores y analistas fue favorable.
«Este es un sector muy especial que requiere de una dedicación a tiempo completo» y «de un profesional que tenga la suficiente confianza con el jefe de Estado para plantearle solución a los problemas», dijo el presidente de Fedeagro, Marcos León.
Se desconoce quién será el próximo ministro de Agricultura y qué vía legal se utilizará para desprender al sector agrícola, hasta ahora a cargo de un Viceministerio, del Ministerio de Producción y Comercio.
Esa cartera, a cargo de las cuestiones agrarias, industriales, comerciales y turísticas, fue creada por Chávez en octubre de 1999 con la fusión de los ministerios de Agricultura y de Industria.
«Hay que celebrar esta rectificación gubernamental. Parece que se entendió que hubo un gran error en la unificación, tal como advirtieron en su momento voceros del sector del presidente», dijo el director del vespertino Tal Cual Teodoro Petkoff, comentarista político y ex ministro de Planificación.
«En estos dos años el sector agrícola se quemó. Cabe preguntarnos cuán caro sale el aprendizaje de este gobierno», recalcó Petkoff, fundador del izquierdista Movimiento al Socialismo y ministro de Planificación del segundo gobierno del conservador Rafael Caldera (1994-1999).
León recordó la prioridad dada por Chávez al sector desde el inicio de su periodo de gobierno, en febrero de 1999, en el marco de una «revolución social bolivariana», con grandes transformaciones políticas e institucionales.
«En ningún momento la fusión funcionó. Hasta ahora hemos tenido grandes anuncios (gubernamentales) de políticas agrícolas y una mínima ejecución por parte del Ministerio de Producción y Comercio», aseguró el presidente de Fedeagro.
«He decidido crear el Ministerio de Agricultura para darle mayor importancia a lo que es el desarrollo agropecuario», dijo el presidente venezolano el sábado.
La cartera de Agricultura y Cría tiene rango ministerial desde 1936, aunque existió una dirección dedicada al sector desde 1874. La supresión del ministerio fue recibida con asombro, dado el énfasis a la agricultura en los proyectos del presidente Chávez.
«El gobierno quería reducir la burocracia y tomó una vía muy simplista, tener menos ministerios, pero en el fondo lo que ocurrió fue un traslado del personal», sostuvo Petkoff.
El restablecimiento del Ministerio de Agricultura es parte de una serie de iniciativas de Chávez para alcanzar la «autosuficiencia alimentaria» y lograr que el país «deje de ser un importador neto» de alimentos.
Sin embargo, el gobierno carece de un plan estratégico en el sector agrícola y ha dado continuidad a las políticas anteriores sostuvo Juan Luis Hernández, director de la firma consultora Agroplan.
«Lamentablemente no tenemos una política agrícola nueva. Lo que se ha hecho es continuar con la agenda del gobierno de (el socialdemócrata) Carlos Andrés Pérez (1989-1994), con unos matices de proteccionismo», aseguró Hernández.
El campo venezolano sólo logra abastecer 35 por ciento de la demanda nacional de alimentos, según informaciones de prensa, en un país con 916.000 kilómetros cuadrados en que abundan las tierras fértiles y el agua dulce.
El gobierno firmó en abril de 2000 un convenio de asistencia técnica con la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Sin embargo, no se han tenido noticias de los 200 asesores extranjeros que debían llegar al país como parte del programa.
También se anunciaron planes de cooperación técnica con Cuba y con China, pero se desconocen los detalles de esos convenios.
Uno de los obstáculos para el desarrollo agrícola, señalado con insistencia por Chávez, es la «injusta distribución de la tierra» y «las enormes cantidades de terrenos ociosos».
El Poder Ejecutivo aún tiene a estudio proyectos de leyes prometidos relativos a la propiedad de la tierra, el desarrollo rural, los créditos para el sector agropecuario y sobre pesca y acuicultura.
El Instituto Agrario Nacional (IAN) calculó hace un año que 60 por ciento de las tierras se concentran en manos de dos por ciento de los propietarios, mientras 200.000 familias poseen menos de 10 hectáreas. Se trata de una extensión insuficiente para alentar planes de desarrollo agrícola, según el instituto.
Venezuela tiene 30 millones de hectáreas de tierras productivas, pero menos de 10 por ciento son explotadas, afirmó el IAN.
El Instituto de Estudios Superiores de la Administración calculó que en los países exportadores de maíz se llega a cosechar 4,5 kilos por hectárea, mientras que el promedio en Venezuela es de sólo 2,8 kilos. (FIN/IPS/ac/mj/dv/01
