Las primeras elecciones realizadas en Fiji tras el golpe de Estado del año pasado fortalecieron a partidos con posiciones radicales en la cuestión étnica, que fue la causa de aquella crisis política.
El recuento oficial de los votos terminó el viernes y asignó 30 de las 70 bancas de la Cámara de Representantes, cuyos integrantes eligen al primer ministro, al conservador partido Soqosoqo Duavata ni Lewenivanua (SDL), con base indígena y liderado por el primer ministro interino Laisenia Qarase.
El segundo lugar, con 27 bancas, correspondió al Partido Laborista Fijiano (FLP, por sus siglas en inglés), del ex primer ministro Mahendra Chaudhry, de origen étnico indio y depuesto tras un levantamiento que se produjo en mayo del año pasado.
En la actualidad, tanto Qarase como Chaudhry intentan formar una alianza con partidos menores que les permita alcanzar el gobierno, y el resultado electoral determinó que no sea posible formar mayoría sin el extremista partido indigenista Alianza Conservadora/Matanitu Vanua, que logró seis bancas.
Una de esas bancas será ocupada por George Speight, quien encabezó el levantamiento contra Chaudhry del año pasado, con apoyo de grupos indígenas y contra la reforma constitucional que estableció la democracia multiétnica en 1997.
Fiji tiene 700.000 habitantes, de los cuales cerca de la mitad son personas de origen étnico indio, descendientes de trabajadores traídos a las plantaciones durante el dominio colonial británico hace más de un siglo, quienes predominan en los sectores comercial y profesional.
Las personas de origen étnico autóctono poseen la gran mayoría de las tierras cultivables, que arriendan a personas de origen étnico indio.
Desde la independencia del país en 1970 rigieron sistemas electorales que buscaron asegurar el predominio de la población de origen autóctono, y de 1990 a 1997 la Constitución reservó en forma expresa la mayoría de las bancas parlamentarias a personas de ese origen.
Speight ocupó en mayo de 2000 la sede del parlamento y mantuvo allí como rehenes a Chaudhry y a la mayor parte de los legisladores del FLP durante más de un mes.
Durante esa crisis, el presidente Kamisese Mara destituyó a Chaudhry, y luego los militares depusieron a Mara para instalar un gobierno interino con Qarase como primer ministro y Ratu Josefa Iloilo como presidente, hasta las elecciones realizadas del 25 de agosto al 1 de septiembre.
Entonces Speight amenazó a los militares con una nueva insurreción si no le otorgaban importante peso en el gobierno, y fue arrestado bajo cargos de traición, por los cuales podría ser condenado a muerte.
Sin embargo, su partido exigió tras las elecciones que sea liberado y que se retiren los cargos en su contra, como condición previa para integrarse a una coalición de gobierno.
Analistas políticos de Suva destacaron que los tres partidos mencionados, de los cuales depende el futuro político del país, tienen en común posiciones extremistas sobre la cuestión étnica, mientras los que defendieron propuestas moderadas sobre esa cuestión casi no lograron representación parlamentaria.
«La gente optó por políticas extremistas», admitió también Tupeni Baba, uno de los dos viceprimeros ministros durante el gobierno de Chaudhry, quien abandonó hace dos meses el FLP y formó el Nuevo Partido Laborista Unido, por discrepancias con Chaudhry sobre asuntos étnicos y económicos.
El nuevo partido obtuvo sólo dos bancas en las elecciones, y su líder no fue reelecto para integrar el parlamento en su circunscripción electoral, en la cual ganó el SDL.
Tampoco retuvieron sus bancas el otro viceprimer ministro del gobierno de Chaudhry, Adi Kuini, líder del moderado Partido de la Asociación Fijiana, ni el ex primer ministro Sitiveni Rabuka, quien gobernó antes del triunfo electoral de Chaudhry y lidera el partido Soqosoqo ni Vakavulewa ni Taukei, que no obtuvo bancas.
Kuini y Rabuka también fueron derrotados en sus circunscripciones por candidatos del SDL.
«Hemos pasado momentos muy difíciles, incluyendo la crisis económica y un baño de sangre (tras el levantamiento encabezado por Speight), y parece que la gente no desea moderación», comentó Baba en declaraciones difundidas por televisión.
Rabuka encabezó en 1987 un golpe de Estado que depuso al primer gobierno con mayoría de origen étnico indio, en nombre de los intereses de la población de origen autóctono, pero luego se transformó en un gran defensor de la Constitución de 1997, y se le considera un moderado en comparación con Speight o Qarase.
La semana pasada, Rabuka pidió a Chaudhry y Qarase que formaran una coalición de gobierno y trabajaran juntos durante los próximos cinco años para superar los conflictos étnicos.
Qarase descartó la posibilidad de un acuerdo con Chaudhry, y enfatizó en declaraciones a periodistas: «O él forma gobierno, o lo formo yo».
Chaudhry alega que fue víctima de un fraude electoral perpetrado por funcionarios del gobierno de Qarase, que le hizo perder por lo menos cinco bancas en circunscripciones del área de la capital, en beneficio del SDL, mediante la anulación de miles de votos por el FLP.
«Presentaremos ante el Poder Judicial la demanda de que se realice una nueva votación», anunció en declaraciones a Radio Australia.
Antes de los comicios, el FLP era considerado favorito, y la victoria del SDL sorprendió a los analistas políticos.
«En momentos de crisis o confrontación, los votantes se concentran tras los partidos a los cuales consideran mejores defensores de sus intereses básicos», en este caso étnicos, opinó el abogado constitucionalista Richard Naidu. (FIN/IPS/tra- eng/pr/ks/js/ip/01