La colaboración entre la policía de Francia y la de España permitió decapitar un grupo que obtenía armas y explosivos para la organización terrorista ETA, informó hoy el ministro del Interior español Mariano Rajoy.
Asier Oiartzabal, considerado responsable de suministrar explosivos y armas a ETA, fue detenido el domingo en Dax, suroeste de Francia, dijo Rajoy. Junto con Oiartzabal fueron detenidos otros cuatro integrantes de la organización separatista vasca.
Esta acción fue la primera de la Brigada de Búsqueda de Intervención del Ministerio del Interior francés, creada para actuar contra ETA.
Pero esta organización tiene gran capacidad de recuperación y podrá reestructurar su equipo de aprovisionamiento a mediano plazo, advirtió la periodista Carmen Gurruchaga, del diario El Mundo.
Gurruchaga dijo esperar «que Francia siga moviéndose», pues su territorio ha sido tradicionalmente un refugio de ETA.
«ETA está cada vez peor, tanto por la índole de sus atentados como por la pérdida del ya minoritario apoyo en el País Vasco y por su continuo debilitamiento organizativo», dijo la periodista en la presentación este lunes de su libro «Los jefes de ETA».
Gurruchaga debió abandonar su ciudad natal, San Sebastián, en el País Vasco, tras sufrir un atentado en 1997.
«El terrorismo es en todas partes igual y carece de ideología», dijo en el acto de presentación Mario Onaindía, uno de los fundadores de ETA, condenado a muerte e indultado por la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), hoy integrante del Partido Socialista Obrero Español.
ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad, en lengua vasca) fue fundado en 1959, tras una escisión de la rama juvenil del moderado Partido Nacionalista Vasco, que en la actualidad encabeza el gobierno del País Vasco, una de las 17 comunidades autónomas españolas.
La primera acción de ETA, en 1962, fue la detonación de un artefacto explosivo casero en la residencia de verano de Franco. El primer asesinato cometido por miembros de la organización, en 1968, tuvo como víctima a un policía que pretendía identificar a un etarra.
Ese mismo año, integrantes de ETA mataron al comisario Melitón Manzanas, denunciado por torturas, y luego asaltaron bancos y secuestraron empresarios con fines extorsivos.
En 1973, miembros de ETA mataron al jefe del gobierno franquista, el almirante Luis Carrero Blanco. El crimen dio fama internacional a la organización y le granjeó la simpatía de muchos demócratas antifranquistas, incluso entre quienes rechazaban la violencia como medio de hacer política.
Tras la muerte de Franco en 1975 y el inicio de la democratización de España, las leyes de amnistía permitieron que parte de los integrantes de ETA, entre ellos Onaindía, abandonaran la violencia y se integraran a la actividad política legal.
«Durante la dictadura, en determinados ambientes vinculados con la izquierda, ETA tenía razón de existir porque se oponía a la dictadura», pero al morir Franco, «la organización terrorista debería haberse replanteado su existencia», dijo Gurruchaga a IPS.
«Sin embargo, reaccionó haciendo gala de autismo político», agregó la periodista.
Las razones que los impulsaron a optar por la violencia no desaparecieron, según quienes mantuvieron esa vía, porque «consideran que el País Vasco sigue siendo un país ocupado por España, que aspira a ser independiente y que necesita de las acciones de ETA para conseguirlo», sostuvo.
ETA no distingue entre una España democrática y la de Franco, y por eso «cada vez más sectores sociales» se manifiestan en su contra, lo cual, a su vez, «la obliga a radicalizar su estrategia y a concebir como enemigos a sectores de la sociedad cada vez más amplios», explicó Gurruchaga.
«Todo el que se opone a su actividad se convierte en su enemigo y cada vez más personas están en contra, con lo que cada vez tiene más enemigos», agregó.
La periodista, que vive permanentemente custodiada por policías, se considera «una exiliada privada de libertad», y no la única.
«He tenido que dejar mi tierra, mis raíces, mi gente, mis amigos, mis afectos, y transplantarme con mis hijos a otro lugar que, si bien nos ha acogido de una manera que es de agradecer, no es el nuestro», dijo. (FIN/IPS/td/mj/ip/01
