La Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió postergar por criterios de seguridad la sesión anual de su Asamblea General, prevista para este lunes, debido a los atentados terroristas del día 11 en Nueva York y Washington.
Un alto funcionario de la ONU dijo a IPS que Washington no pidió la postergación, como se afirmó en informes periodísticos, sino que se limitó a informar al foro mundial que «no podía ofrecer medidas adicionales de seguridad» para proteger a los jefes de Estado y de gobierno que asistieran.
Estaba previsto que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, hablara en la sesión inaugural de la Asamblea.
La única suspensión anterior de una sesión de la Asamblea General se había producido en 1964, por coincidencia de fechas con una cumbre del Movimiento de No Alineados, que reúne a países en desarrollo.
En la actualidad se llevan a cabo consultas a los 189 Estados miembros de la ONU para fijar una nueva fecha de la sesión, y se ha descartado la posibilidad de reunir a la Asamblea el mes próximo, durante el cual están previstas varias conferencias internacionales.
Se reunirán en octubre la Comunidad Británica, la Asociación de Países del Sudeste Asiático y el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
Otra conferencia ya fijada que es preciso tener en cuenta es la Cumbre Mundial de la Alimentación, que se prevé realizar en Roma del 5 al 9 de noviembre, y tampoco será posible reunir a la Asamblea del 16 de noviembre al 16 de diciembre, cuando los musulmanes observarán el ayuno de Ramadán.
Tras los atentados del día 11, el presidente de Irán, Mohammad Jatami, envió una carta al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la cual propueso convocar durante las sesiones de la Asamblea a una cumbre internacional contra el terrorismo. Aún no está claro cuándo se considerará esa iniciativa.
La agenda de la próxima sesión de la Asamblea también incluye la consideración de una propuesta de convención internacional contra la clonación de seres humanos.
La semana pasada, la Asamblea General había decidido postergar la realización de una sesión especial sobre la infancia, que se pensaba llevar a cabo desde este miércoles al viernes.
Sin embargo, no todos los debates de alto nivel del foro mundial sobre problemas de la infancia se suspendieron.
El lunes, Annan dio a conocer un informe al Consejo de Seguridad de la ONU en el cual lamentó que sólo Andorra, Bangladesh, Canadá, Panamá y Sri Lanka hayan ratificado el tratado que limita el uso de soldados infantiles, 15 meses después de su aprobación por la ONU con la firma de 81 países.
El nombre oficial de ese tratado es Protocolo Opcional de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos de la Infancia.
El Consejo de Seguridad prevé discutir este miércoles el informe de Annan, de 31 páginas y titulado «La infancia y los conflictos armados».
El secretario general deploró en su documento que tras la aprobación del protocolo sólo dos de las naciones que permitían el servicio voluntario en sus Fuerzas Armadas de menores de 18 años de edad, Andorra y Sri Lanka, hayan aumentado esa edad mínima a 18 años de edad.
«En los conflictos armados de los últimos años, niños y niñas han sido uno de los blancos centrales de la violencia, y en algunas ocasiones también han sido perpetradores de violencia, aun contra su voluntad», señaló.
«Las niñas son discriminadas en tiempos de paz, y víctimas de abuso y esclavitud sexuales durante las guerras», destacó.
Los países en los cuales la infancia corre mayor riesgo de que gobiernos o insurgentes la utilicen en conflictos son en la actualidad Sudán, Colombia, Burundi, Ruanda, Sierra Leona, Sri Lanka y República Democrática del Congo, afirmó.
Annan pidió al Consejo de Seguridad que inste a todos los grupos de combatientes a comprometerse a proteger a los niños y niñas, en cumplimiento de la Convención sobre Derechos de la Infancia, que entró en vigencia en 1990.
En los últimos tiempo se han registrado avances en la materia, destacó.
El gobierno de Ruanda aprobó una ley que permite heredar granjas y otros bienes cruciales para la supervivencia a las niñas, incluyendo a las decenas de miles que se convirtieron en jefas de hogares tras el genocidio de 1994.
En Burundi, los participantes en conversaciones de paz para poner fin a la guerra civil que comenzó en 1993 acordaron incluir en sus acuerdos cuestiones relacionadas con la infancia afectada por el conflicto.
Los bandos enfrentados en la guerra civil de Sudán avanzan hacia acuerdos para mejorar el acceso de trabajadores humanitarios a los escenarios del conflicto, lo cual será muy beneficioso para la infancia afectada.
El gobierno de Sierra Leona cumplió su compromiso de establecer una Comisión Nacional para la Infancia Afectada por la Guerra.
Pero «la infancia es aún víctima de los conflictos en curso en Sudán, Burundi y Sri Lanka, y de las guerrillas en Colombia», indicó Annan. (FIN/IPS/tra-eng/td/mp/ip hd/01
