ECONOMIA: FMI y Banco Mundial cancelan su asamblea

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciaron hoy la suspensión de su asamblea anual debido a la tensión causada en el mundo por los ataques de la semana pasada contra Nueva York y la capital estadounidense.

Entre 50.000 y 100.000 activistas se preparaban para manifestarse en Washington contra el FMI y el Banco Mundial, dos símbolos de la globalización de la economía que debían celebrar su asamblea conjunta el 29 y el 30 de este mes en Washington.

Las protestas fueron canceladas, comunicaron los organizadores, «en señal de respeto por las víctimas» de los ataques terroristas que pulverizaron las torres gemelas del World Trade Center, de Nueva York, y destruyeron parcialmente el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, en Washington.

El FMI y el Banco Mundial divulgaron su anuncio -esperado desde que, inmediatamente después de los atentados, el jefe de la policía de Washington pidiera la postergación de la asamblea- en medio de creciente preocupación por el impacto de los hechos de la semana última en la economía internacional.

Los analistas predicen que la economía de Estados Unidos, que ya se había debilitado, caerá en recesión como resultado de la clausura de los mercados financieros durante cuatro días y de la suspensión de vuelos comerciales luego del ataque.

Otras situaciones de crisis internacional, como la del Golfo en 1990-1991, causada por la invasión de Iraq a Kuwait, también determinaron la reducción del gasto privado en Estados Unidos.

La recesión estadounidense tendrá severo impacto en Asia oriental y en algunos países de América Latina, especialmente en México, cuyas exportaciones dependen de la demanda de Estados Unidos.

La languidez que prevalece en la economía de la Unión Europea y la recesión japonesa complican el cuadro general.

Los presidentes de los bancos centrales de Occidente, que iban a asistir a la asamblea del FMI y del Banco Mundial, se comunican casi permanentemente desde la semana pasada para coordinar su respuesta ante las nuevas perspectivas de crisis.

La Reserva Federal (FED, banco central) de Estados Unidos se anticipó este lunes a la reapertura de la bolsa de Nueva York con un recorte de medio punto porcentual de la tasa de interés interbancaria, que sirve de referencia al sistema financiero. La tasa anual de la FED se ubica ahora en tres por ciento.

Pese a esa decisión y al llamado del gobierno a los inversores a evitar la venta de sus activos, los principales indicadores de Nueva York se desplomaron a poco de comenzadas las operaciones.

Funcionarios del Departamento del Tesoro manifestaron que es posible una reunión a fin de este mes en Washington de los ministros de economía y los gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los Siete países más ricos del mundo.

El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, y el director gerente del FMI, Horst Koehler, sugirieron este lunes que la suspendida asamblea conjunta no se realizará nunca, al menos de un modo formal, con la presencia física de los participantes.

Se ha resuelto discutir «formas alternativas» de cumplir con las actividades que indican los estatutos de los dos organismos multilaterales, dijeron Koehler y Wolfensohn en su comunicado.

«La necesidad de una asamblea formal está en duda», confirmó a IPS la jefa de portavoces del Banco Mundial, Caroline Anstey. Los estatutos de los dos organismos exigen la elección de presidente y vicepresidente de la junta de gobernadores de cada uno de ellos, un acto que no requiere la reunión física de delegados.

El Banco Mundial y el FMI habían tomado una serie de decisiones sin precedentes para evitar que el normal desarrollo de la asamblea anual fuera impedido por manifestaciones de protesta como las que los militantes contra la globalización han realizado en ocasión de otros foros internacionales.

La reunión iba a realizarse por primera vez en una zona residencial de Washington vecina a un área boscosa, a tres kilómetros del centro de la ciudad, donde los dos organismos multilaterales tienen sede.

La policía se proponía levantar una valla de tres metros de altura en torno del predio en que se realizaría la asamblea, y las deliberaciones se iban a reducir a sólo dos días, en lugar de los nueve de las convocatorias anteriores.

Las reuniones oficiales sólo duran dos días y comprenden más que nada la lectura de discursos preparados por ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales. Pero tradicionalmente estuvieron precedidas por otras reuniones, como la del Comité de Desarrollo del Banco Mundial y el Comité Interino del FMI.

Los dos comités son organismos informales, pero fijan políticas que luego aplican el Banco Mundial y el FMI. Según el programa modificado, ambos habrían sesionado durante las reuniones oficiales, y no antes.

Los grupos de protesta se preparaban desde hace meses para las reuniones de este año, y las autoridades no descartaban la presencia de hasta 100.000 manifestantes.

Las organizaciones más grandes habían prometido protestar por vías no violentas, pero tanto sus dirigentes como funcionarios de los organismos multilaterales y la policía de Washington temían que las manifestaciones también atrajeran a los autodenominados «anarquistas» y el llamado «Black Bloc» (bloque negro).

Las fuerzas de seguridad italianas reaccionaron con violencia ante los ataques de estos grupos minoritarios contra efectivos y edificios en julio, en ocasión de la cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo, realizada en Génova.

La policía de Washington confiaba que podría manejar la situación este año con la ayuda de vallas de contención y el apoyo de fuerzas policiales de otras ciudades.

Pero los atentados del martes incrementaron el estado de alerta y se multiplicaron los pedidos para una mayor presencia policial en Washington.

La declaración de Wolfensohn y Koehler subrayó que estos factores fueron esenciales para su decisión. Aunque la misma se tomó «con el más profundo respeto y pésame» por las víctimas de los atentados, también tuvo la finalidad de permitir la «dedicación total de las fuerzas de seguridad a las prioridades extraordinarias e inmediatas actuales».

Varias organizaciones ecologistas cancelaron la semana pasada su participación en los actos de protesta, entre ellas International Rivers Network (IRN) y Amigos de la Tierra, así como la mayor confederación sindical de Estados Unidos, la AFL-CIO.

IRN explicó su decisión por las «dificultades estratégicas que tendría para expresar» su mensaje «con respecto al Banco Mundial y el FMI a los medios de comunicación y al público, en su actual estupor».

«Nuestras energías y atención están concentradas en el enorme esfuerzo de ayuda en que participan nuestros sindicatos», explicó a su vez el presidente de la AFL-CIO, John Sweeney.

El grupo que organizó a la mayoría de los manifestantes, Mobilisation for Global Justice, anunció el domingo que aplazará las protestas «por respeto a las víctimas de esta tragedia», aunque agregó que seguirá adelante la «Cumbre de los Pueblos» prevista para los días 26 a 28 de este mes.

«Seguiremos responsabilizando a estas instituciones (el banco Mundial y el FMI) por la estructura injusta y poco equitativa de la economía mundial. Nuestro compromiso con la justicia internacional no nos exigiría menos», dijo la organización.

Mientras, el grupo International Action Center, señaló que, «en vista de la crisis actual, con consecuencias trágicas para miles de personas, hemos revisado nuestra convocatoria a los manifestantes para que se dediquen al peligro inmediato que representan el racismo y la grave amenaza de guerra». (FIN/IPS/tra- en/jl/ff aq/if/01

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