Estados Unidos e Israel abandonaron hoy la Conferencia Mundial contra el Racismo, que se celebra en Durban, Sudáfrica, por el abrumador apoyo que recibió la causa palestina.
«He pedido a nuestros representantes ante la Conferencia (…) que vuelvan a casa», declaró en Washington el secretario de Estado estadounidense Colin Powell. Israel siguió su ejemplo unas horas después.
El ministro de Relaciones Exteriores israelí Shimon Peres dijo a la prensa en Jerusalén que la tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia se había convertido en «un increíble intento de ensuciar a Israel».
Washington no envió delegaciones a las dos conferencias anteriores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebradas en 1978 y 1983.
Pero destinó un equipo de bajo nivel a Durban, y explicó su retiro este lunes porque documentos manejados en la conferencia empleaban términos «odiosos» sobre el tratamiento de Israel a los palestinos.
«No estamos sorprendidos. Estados Unidos siempre apoya a Israel», dijo Ziad Abbas, delegado de una organización no gubernamental (ONG) palestina.
El activista estadounidense por los derechos civiles Jesse Jackson, que fue aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Demócrata, criticó la «delegación de bajo perfil (de Washington) y su retiro de alto perfil» este lunes.
Estados Unidos «desperdicia una oportunidad única para oponerse a la intolerancia, enorgullecerse de sus propios éxitos y hacerle frente a los obstáculos en la larga lucha por la igualdad en casa y el extranjero», agregó Reed Brody, del grupo de derechos humanos Human Rights Watch.
La Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, dijo «lamentar» la decisión de Estados Unidos, pero agregó que la conferencia, que concluye este viernes, seguirá su trayecto en nombre del sufrimiento de numerosos grupos.
«La conferencia comenzó a producir beneficios tangibles», sostuvo Robinson.
La Unión Europea indicó que sus delegados se quedarán en Durban para negociar la «sustancia y la forma» del borrador de la declaración y el programa de acción que los conferencistas adoptarán este viernes.
Analistas y críticos opinan que Washington aprovechó la ocasión para desviar la atención de su oposición a la compensación que grupos negros estadounidenses exigen por la esclavitud practicada en el pasado en Estados Unidos.
«Sería lamentable si… el retiro de Washington de la conferencia es sólo un ardid que demuestra su falta de voluntad para confrontar los problemas reales que plantea el racismo en Estados Unidos y el mundo», dijo un delegado sudafricano.
El gobierno sudafricano calificó de «innecesaria» la decisión de Estados Unidos. Eso se debe a que el texto que equiparaba al sionismo con el racismo ya había sido retirado de los borradores de la conferencia, luego de que Estados Unidos e Israel manifestaron su discrepancia.
El propio Secretario General de la ONU, Kofi Annan, dijo que estaba «muerto» el intento de equiparar el sionismo -ideología en la que se basa la fundación de Israel- con el racismo.
Pero fuentes estadounidenses explicaron que el retiro se debió a discrepancias sobre la palabra «holocausto», referida al exterminio de millones de judíos durante la segunda guerra mundial.
Israel sostenía que «holocausto» es un nombre propio, y por lo tanto debe escribirse «Holocausto».
Mientras sus detractores argumentaban que los enfrentamientos entre israelíes y palestinos deben considerarse una «limpieza étnica» por parte de Israel, a la vez que apoyaron los términos «discriminación racial» para referirse a la ocupación israelí en los territorios palestinos.
El presidente de la conferencia, el sudafricano Nkosazana Zuma, recomendó la eliminación de ese texto de los documentos en discusión.
Aunque Estados Unidos basó su decisión en la discusión sobre el texto, participantes en Durban dijeron que la misma tuvo mucho que ver con el ambiente favorable a Palestina imperante en la conferencia.
La delegación palestina conquistó gran apoyo a su causa en Durban. Según Abbas, ese respaldo se debe a que es fácil demostrar los abusos sufridos por los palestinos a manos de Israel.
Tanto la Cumbre Juvenil como el Foro de ONG qe precedieron a la conferencia principal adoptaron declaraciones de censura a Israel. Una declaración llegó a denunciar a Israel por cometer «genocidio».
Así mismo, el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat, recibió una cálida bienvenida en Durban, siendo recibido por el presidente sudafricano Thabo Mbeki.
Cuando la reunión se inauguró el 31 de agosto, al menos la mitad de las 10.000 personas congregadas fuera del edificio de la conferencia se manifestaron a favor de Palestina y muchas de ellas llevaban carteles con la leyenda «Poder a Palestina». (FIN/IPS/tra-en/fk/aa/aq/hd/01