La creciente apertura económica de China preocupa al gobierno de Singapur, ya que aumenta el número de firmas transnacionales que exportaban desde esta ciudad-Estado y que han decidido trasladar sus fábricas a territorio chino.
Esas firmas, en su mayoría de componentes electrónicos, fueron en gran medida causantes del rápido crecimiento de Singapur en los últimos 30 años, y ahora son atraídas por China, donde esperan hallar fuerza de trabajo aun más dócil y más barata que la de Singapur.
El Ministerio de Comercio e Industria de Singapur advirtió este mes el riesgo de que la integración económica de China y Taiwán conduzca a situaciones muy perjudiciales para los negocios locales, y deje «débil y fragmentada» a la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia.
La otra posibilidad es que persista la tensión entre Beijing y Taipei, y Singapur se mantenga como un intermediario clave para las inversiones taiwanesas en China, con grandes beneficios derivados del tránsito de esos capitales, señaló.
Sin embargo, es probable que se cumpla la primera hipótesis, ya que muchas compañías taiwanesas han trasladado sus fábricas desde esa isla a China, para ganar competitividad con menores costos salariales, según un informe publicado la semana pasada por el diario The Strait Times, de Singapur.
Ese traslado se ha producido mientras políticos chinos y taiwaneses persisten en una dura disputa que comenzó en 1949, luego de que los comunistas tomaran el poder en China, cuando las derrotadas tropas de Chang Kai Shek se trasladaron a Taiwan, donde proclamaron que eran el gobierno legítimo de toda China.
Las tendencias registradas agravan las perspectivas económicas de Singapur en el actual marco de recesión, tras dos trimestres consecutivos de disminución del producto interno bruto.
En el último trimestre, perdieron sus empleos 5.600 personas, y se prevé que el total de pérdidas de empleo este año será 20.000, en su mayoría por el cierre de fábricas de firmas transnacionales.
Además, la creciente competencia de los productos chinos en el mercado mundial afecta en forma grave a la industria local.
Según los últimos datos divulgados por la Organización Internacional del Comercio, las exportaciones de Singapur cayeron el año pasado, y su participación en el comercio mundial disminuyó 0,5 por ciento, mientras la de las exportaciones chinas aumentaba 3,5 por ciento.
En las últimas décadas, la base del crecimiento económico del país ha sido la exportación de componentes electrónicos a Estados Unidos, pero desde 1997 China se ha transformado en un duro competidor en ese terreno.
En los últimos años, la venta de componentes electrónicos chinos en el mercado estadounidense pasó a ser 10 por ciento del total, mientras la de los mismo productos singapurenses caía a entre cinco y 6,7 por ciento.
China también ha superado a Singapur en el mercado de esos productos de la Unión Europea, donde logra en la actualidad 9,3 por ciento del total de ventas, mientras la venta de componentes electrónicos singapurenses es 6,7 por ciento.
Singapur es el país asiático cuyo crecimiento económico depende más de la exportación de componentes electrónicos, responsable de 66 por ciento de su ingreso de divisas, según datos de la Oficina de Desarrollo Comercial.
Los otros dos grandes exportadores asiáticos de esos productos, Corea del Sur y Taiwán, obtienen menos de 40 por ciento de su ingreso de divisas mediante ese rubro, según el mismo organismo.
La economía del país no podrá mantener un crecimiento sostenido si se mantiene su dependencia de los productos electrónicos, advirtió la semana pasada el viceprimer ministro y ministro de Defensa singapurense, Tony Tan, en un discurso ante la Sociedad Económica de Singapur.
Tan afirmó que es preciso diversificar la producción y establecer un «ecosistema empresarial» de cooperación entre firmas de distinta magnitud.
Países vecinos de Singapur como Malasia deben aprender de la experiencia singapurense y tomar precauciones, sostuvo el asesor de inversiones V. Sivapalan, en un artículo publicado la semana pasada por el diario malasio New Straits Times, que se edita en inglés.
«Los beneficios impositivos y financieros ofrecidos a las transnacionales no bastan para retenerlas, cuando menores costos laborales y operativos en otros países determinan la diferencia entre rentabilidad y liquidación», afirmó.
China no se ha transformado en un formidable competidor de Singapur por la radicación de fábricas sólo por sus menores costos, sino también por su estrategia para conquistar mercados mundiales.
Esa estrategia ha significado ventajas para China sobre otros países de la región con bajos costos de producción como Birmania, India, Indonesia y Vietnam, destacó.
El jefe de los economistas del Ministerio de Comercio e Industria de Singapur, Tan Kong Yam, dijo a periodistas que siempre hay oscuridad antes de que amanezca, pero en este caso no está claro cuántos años pasarán antes de que vuelva a amanecer para la economía singapurense.
Funcionarios de ese ministerio prevén que el rápido crecimiento económico de China se detendrá en algún momento, y aseguran que en los próximos años surgirán nuevas oportunidades para Singapur, entre ellas las de acceso al mercado chino cuando Beijing ingrese a la Organización Mundial del Comercio.
Otra perspectiva promisoria es la del creciente ingreso al país de turistas chinos, que ha llegado a medio millón por año y puede aumentar a un millón anual o más en pocos años, indicaron.
Además, Singapur estará en mejor condiciones que otros países asiáticos y que Hong Kong para aprovechar las oportunidades creadas por la expansión de la economía india, apuntaron.
Por lo tanto, todo indica que el desarrollo económico se orientará hacia el desarrollo local del sector de servicios para la exportación a mercados regionales, incluyendo el de China. (FIN/IPS/tra-eng/ks/js/mp/if/01