REFUGIADOS: Buque con afganos es arma política para Australia

La negativa de Australia a permitir el desembarco de 438 afganos que solicitan asilo desde un buque noruego anclado en la costa norte australiana generó una crisis diplomática para el gobierno, pero le dio el apoyo del público.

Noventa por ciento de los australianos consultados por un canal de televisión respaldaron la decisión del primer ministro John Howard de no admitir a los refugiados afganos y en general su línea dura contra la inmigración.

Howard se mantiene firme en su postura pese a una ola internacional de protestas, y así lo hizo saber este jueves al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan.

El capitán del barco noruego MV Tampa, que rescató a los afganos el domingo de un buque a punto de naufragar en el océano Indico, advirtió que habrá dificultades para llevar de regreso a los afganos a Indonesia, de donde proceden.

Sin embargo, Canberra envió a 50 miembros de su Servicio Aéreo Especial al buque, anclado a 6,5 kilómetros de la Isla Christmas, para obligarlo a abandonar aguas australianas.

Aunque activistas y gobiernos extranjeros sostienen que Australia está obligado a aceptar a los solicitantes de asilo en virtud de la Convención sobre Refugiados de 1951, Howard insistió en que el destino de esas personas es un problema de Indonesia.

«Nuestra posición sigue siendo que deben regresar al lugar de donde vinieron», declaró el primer ministro a la prensa.

Indonesia, por su parte, también deslindó toda responsabilidad por los afganos. Un funcionario declaró que el gobierno ya tiene suficientes problemas con sus propios desplazados internos, dados los conflictos civiles en varias partes de ese archipiélago.

Si bien el envío de militares a tomar el comando del buque noruego desató una crisis diplomática con Indonesia y Noruega, al parecer aumentó la suerte política del gobierno australiano.

La línea dura de Canberra recibió el apoyo de casi 22.500 de los 25.000 espectadores entrevistados por un programa televisivo de actualidad.

Las condiciones climáticas favorables en esta época del año hacen que aumente la cantidad de naves con solicitantes de asilo que arriban desde islas indonesias a las costas del norte de Australia.

En las últimas semanas, unas 1.000 personas llegaron a las costas autralianas para pedir asilo. Howard se apresuró a capitalizar políticamente la preocupación de sus electores blancos ante la inmigración irregular, a pocos meses de los próximos comicios.

«Hemos tenido más llegadas no autorizadas que las previstas, y una de las razones es que la oposición bloqueó en el Senado algunos cambios que harían menos atractiva la inmigración a este país», declaró el primer ministro a la prensa.

En los últimos años, Canberra recibió duras críticas por sus políticas restrictivas hacia el creciente número de solicitantes de asilo que desembarcan en sus costas, principalmente procedentes de Iraq, Pakistán y Afganistán.

Se estima que cientos de personas murieron en el mar mientras intentaban llegar a Australia.

Las autoridades interceptaron un creciente número de personas en el mar en los últimos años, detuvo a todos los inmigrantes no autorizados y los confinó en campamentos de detención que dieron origen a violentos disturbios.

Canberra debe permitir el desembarco de los solicitantes de asilo que permanecen atestados en la cubierta del buque noruego, entre ellos más de 40 niños y niñas, por una cuestión de «decencia básica», instó la organización de derechos humanos Human Rights Watch, con sede en Nueva York.

«El gobierno australiano puede ponderar sus obligaciones jurídicas indefinidamente, pero el hecho es que muchas de esas personas están enfermas y Australia tiene sobrada capacidad para ayudarlos», señaló el director de políticas sobre refugiados de Human Rights Watch.

«Intentar pasar esa responsabilidad a Indonesia o Noruega equivale a cobardía moral», opinó.

Ahora que militares australianos están a bordo del buque noruego, Canberra debería respetar la Convención sobre Refugiados y «estudiar la solicitud de protección de los pasajeros en un procedimiento justo y satisfactorio, acorde con sus obligaciones internacionales», exhortó Amnistía Internacional.

Sin embargo, el hecho de que la crisis de los afganos ocurra cuando falta poco tiempo para las elecciones provocó una politización del tema y una postergación de las consideraciones por los derechos humanos.

Por ejemplo, se han distribuido en circunscripciones electorales clave folletos que acusan al opositor Partido Laborista de ser muy blando con los inmigrantes indocumentados.

Como resultado, los laboristas respaldaron nuevas medidas para restringir los derechos de esos inmigrantes propuestas en el parlamento esta semana.

En la noche del miércoles, el gobierno presentó un proyecto llamado «de protección fronteriza» para evitar en forma retroactiva «la posibilidad de acciones judiciales en tribunales australianos».

El proyecto establece que cualquier funcionario autorizado por el gobierno puede utilizar «fuerza razonable» para «detener el barco y llevarlo o hacerlo llevar hacia fuera de las aguas territoriales».

Si bien la propuesta fue aprobada rápidamente en la cámara baja, fue rechazada por el Senado en una sesión de emergencia.

La oposición laborista votó en contra del proyecto en su forma actual, pero señaló que lo apoyaría si se diseña específicamente para el caso del buque noruego.

Si las encuestas revelan una clara ganancia política para el gobernante Partido Liberal como resultado de la crisis de los afganos, Howard llamaría a elecciones anticipadas, trascendió. (FIN/IPS/tra-en/bb/js/mlm/hd-ip/01

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