El presidente de la República Democrática de Congo (RDC), Joseph Kabila, aseguró hoy en esta ciudad sudafricana que logrará la pacificación de su país, donde se libra una guerra civil hace tres años.
Kabila, que asiste en Johannesburgo a una conferencia para atraer inversiones sudafricanas, asistirá este viernes a la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas contra el Racismo, que se realizará hasta el 7 de septiembre en el oriental puerto de Durban, también en Sudáfrica.
El presidente de la RDC pidió a los empresarios sudafricanos que hicieran a un lado el escepticismo sobre el futuro de su país, como lo hicieron inversores del mundo industrializado.
Kabila emitió un mensaje similar la semana pasada ante empresarios de Namibia.
«En toda actividad debería haber un sentido de aventura, también en los negocios. Congo es un país vasto y también lo son sus oportunidades», afirmó.
Sudáfrica y la RDC acordaron mecanismos para fortalecer la cooperación economíca recíproca, dijo Alec Erwin, ministro de Comercio e Industria sudafricano.
El gobierno de Thabo Mbeki está ansioso por ver el fin de la violencia en la RDC, donde ha enviado controladores de tráfico aéreo militar, bomberos y personal médico como parte de la misión de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
«El conflicto afecta el programa de reconstrucción y desarrollo de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral y a la Nueva Iniciativa Africana», sostuvo el vicecanciller de Sudáfrica, Aziz Pahad.
Mbeki es uno de los impulsores de la Iniciativa, un programa de la Organización para la Unidad Africana para impulsar el desarrollo económico y la estabilidad política del continente.
Los conflictos intermitentes y la fragilidad política en Africa subsahariana desalientan las inversiones extranjeras en Sudáfrica cuando la RDC más necesita revivir la actividad productiva y crear empleos.
Pahad afirmó que la RDC es un mercado potencialmente lucrativo para las empresas sudafricanas. Ese país es el tercero de Africa por su extensión y tiene grandes reservas minerales de cobalto, cobre, diamantes, manganeso, oro y petróleo.
En 2000, sin embargo, la RDC se ubicó en el lugar 38 entre los países importadores de productos sudafricanas.
A consecuencia de la guerra civil, ingresaron al país tropas de cinco naciones africanas. Las fuerzas de Zimbabwe, Angola y Namibia respaldan al gobierno, mientras que las de Ruanda y Uganda apoyan a diversos movimientos rebeldes que intentan derrocar a Kabila.
Simultáneamente, organizaciones guerrilleras de Ruanda y Uganda utilizan territorio de la RDC como base para sus incursiones en esos países.
Todas las partes del conflicto explotan las riquezas naturales de la RDC en las regiones bajo su control, según un informe de la ONU.
No obstante, los actores centrales del conflicto acordaron la semana pasada en Botswana el retiro de todas las tropas extranjeras de territorio congoleño y el inicio de un diálogo de paz
Joseph Kabila sucedió en la presidencia de la RDC a su padre, Laurent-Desiré Kabila, asesinado en enero por su propio guardaespaldas.
Laurent-Desiré Kabila había derrotado a Mobutu Sese-Seko, en el poder desde hacía 32 años, en mayo de 1997, pero no instauró un régimen democrático. Algunas de las fuerzas que lo habían apoyado en su lucha contra Mobutu se alzaron en armas contra él en agosto de 1998.
Los líderes de los principales bandos en pugna acordaron la semana pasada en Botswana el retiro de todas las tropas extranjeras de territorio congoleño y el inicio de un diálogo de paz a partir del 15 de octubre.
Dicho diálogo debería establecer los términos para la finalización del conflicto y para la celebración de elecciones en la RDC.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, viajará el sábado a la RDC para estudiar la posibilidad de aumentar la cantidad de efectivos de paz en el país.
Annan, quien ya se encuentra en Durban para asistir a la inauguración de la Conferencia contra el Racismo, se reunirá allí con Kabila y con el presidente de Ruanda, Paul Kagame. Tras su viaje a la RDC, el jefe de la ONU viajará a Ruanda para profundizar el diálogo con Kagame.
Ruanda es uno de los principales respaldos de los rebeldes congoleños.
Si bien hay razones para ser optimistas, muchos de los grupos rebeldes de los países involucrados en la guerra intentan evitar la desmovilización y el decomiso de sus armas, dijo Jackie Potgieter, analista del Instituto de Estudios de Seguridad de Sudáfrica.
«Hasta que todos los grupos armados sean puestos bajo algún mecanismo de control, el proceso de paz estará en riesgo», advirtió Potgieter. (FIN/IPS/tra-eng/as/aa/dc-mj/ip/01