Las señales de recuperación económica de los países importadores de petróleo son muy débiles y no otorgan a la OPEP la certidumbre que necesita para tomar en septiembre decisiones sobre la producción.
La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) restará al mercado mundial a partir del 1 de septiembre un millón de barriles diarios, y sus entregas se reducirán a 23,2 millones de barriles por día.
A ese volumen se agregarán las exportaciones de Iraq, controladas por la Organización de las Naciones Unidas y que oscilan entre uno y dos millones de barriles.
El objetivo es «que los precios experimenten un alza, tal y como ha ocurrido en el tercer trimestre de otros años», dijo el ministro de Energía venezolano Alvaro Silva. Pero el mercado emitió otras señales.
El precio del crudo Brent del Mar del Norte retrocedió el jueves y este viernes en Londres, de 25,84 a 25,22 dólares por barril, con un promedio semanal de 25,74 dólares.
El West Texas Intermedio o crudo dulce estadounidense bajó en Nueva York de 27,56 a casi 27,02 dólares, con un promedio para la semana de 27,85 dólares.
La cesta de siete crudos de la OPEP, que la organización aspira sostener alrededor de 25 dólares el barril, se cotizó en la semana que concluye a 24,72 dólares, según el Ministerio de Energía venezolano.
La organización fijó para su precio de referencia una banda de entre 22 y 28 dólares con el fin de decidir variaciones en la producción.
Pero los precios del crudo son empujados a la baja siguiendo a los derivados, y se abaratan al desacelerar su marcha las economías industrializadas: la gasolina sin plomo especial bajaba en Nueva York de 84,8 a 83,5 centavos, la regular de 78,3 a 76,5, y el fuel oil de 73,7 a 73,3 centavos.
Fuentes de la OPEP admitieron que esta situación deberá considerarse para ver si efectivamente retiran del mercado en septiembre el millón de barriles por día, o si apuestan por una mayor demanda cuando llegue nuevamente el frío al Norte industrializado.
«Todavía es muy pronto para asegurar algo, pero el escenario más probable es que la OPEP mantenga sus cuotas actuales durante la reunión de septiembre», dijo el ministro Silva.
La OPEP retiró en lo que va de año 2,5 millones de barriles de su oferta diaria, después de vivir un 2000 absolutamente jubiloso, con las economías industrializadas y las emergentes en expansión y con una sed de petróleo que disparó los precios.
También el año pasado la OPEP se dio un baño de popularidad, cuando pudo efectuar en Caracas su segunda cumbre en 40 años de existencia, y decenas de miles de camioneros le dieron la razón al culpar a los gobiernos de Europa por los altos precios del producto final, debido a los gravosos impuestos.
Este año, en cambio, coincidieron la desaceleración del crecimiento económico y la recesión del consumo.
En Estados Unidos, la inflación registra un descenso histórico, lo que debería incentivar el consumo, pero se prevé un crecimiento del producto interno bruto de 2,8 por ciento o menos, en lugar de los tres puntos previstos, indicó el diario neoyorquino The Wall Street Journal.
En Alemania, se prevé un crecimiento económico de entre uno y 1,5 por ciento, en lugar del dos por ciento esperado, según los últimos informes de su banco central. En cuanto a Japón, hace años ya que su economía, que prueba diversas recetas financieras, está en estado catatónico.
Ese fenómeno, como si se tratase de un espejo, alcanza al Sur en desarrollo. Las tres principales economías de América Latina revisan a la baja sus previsiones de crecimiento: en Brasil, la Fundación Getulio Vargas calcula un alza menor de dos por ciento, frente al 4,5 previsto por el gobierno en enero.
En México, analistas de Santander Investment previeron un crecimiento de 1,5 por ciento que ya están revisando a la baja, en fuerte contraste con el 6,9 por ciento que creció la economía en 2000. En Argentina, el producto interno bruto ha caído en los últimos tres años.
Pero, por otra parte, la Agencia Internacional de Energía (AIE) de los países importadores industrializados revisó al alza sus cálculos de demanda petrolera para 2001 y 2002, luego de que una contabilidad mostró que en el periodo 1999-2000 fue mayor el consumo de reservas rusas y asiáticas.
Según la AIE, la demanda total de petróleo será este año de 76,4 millones de barriles por día, un incremento de más de 400.000 barriles respecto de sus estimados a mediados de año.
En cuando a 2002, la demanda puede llegar a 77,2 millones de barriles diarios, según la AIE, que detectó un levísimo descenso en el consumo de Asia oriental y un estancamiento en Europa, pero también un nuevo repunte en América del Norte.
Leyendo ese informe, un alto ejecutivo del consorcio estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) comentó a IPS que «a las puertas de la corporación debiéramos erigir un monumento al rústico americano», un vehículo cuyo uso masivo disparó el consumo de combustible la última década.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. (FIN/IPS/jz/mj/if/01