MERCOSUR: Una puerta británica al mercado agrícola europeo

El primer ministro británico Tony Blair concluyó hoy una visita de tres días a Brasil que alentó esperanzas de un mejor acceso del Mercosur al mercado agrícola de la Unión Europea (UE).

La UE debe superar la vieja práctica de subsidios y barreras agrícolas, que traban la economía y perjudican a países en desarrollo, dijo Blair en Brasilia. Sus declaraciones sonaron como música para el gobierno y los empresarios brasileños.

El proteccionismo agrícola es, desde el punto de vista del Mercosur, el principal obstáculo a un acuerdo comercial entre los dos bloques, que empezó a ser negociado hace un mes en Montevideo, cuando los europeos presentaron una propuesta de desgravación del intercambio.

Pero los negociadores y empresarios brasileños consideraron demasiado tímida la oferta de la UE en el sector agrícola, sin mención a la retirada de subsidios y barreras no arancelarias, sino proponiendo aumento de las cuotas de importación.

Blair afirmó durante su visita la condición de los sudamericanos de aliados en la cuestión agrícola, tanto en las negociaciones con la UE como en la ronda multilateral que la Organización Mundial de Comercio (OMC) podría abrir en noviembre en su conferencia ministerial en Doha.

Gran Bretaña será un aliado importante, cuyo apoyo es clave en este momento de «reestructuración del comercio exterior» de Brasil, comentó el presidente Fernando Henrique Cardoso, al evaluar la visita como «muy positiva».

La agricultura tiene una participación de solo dos por ciento en la economía británica. Por eso, el mantenimiento de la Política Agrícola Común (PAC) de la UE, que dispone abultados subsidios, representa un peso, y no una ventaja, para Gran Bretaña, al contrario de lo que ocurre con Francia.

Brasil sufre, a causa de la PAC, pesadas pérdidas en sus exportaciones de carnes, tabaco, granos, frutas y, especialmente, azúcar.

Blair atribuyó a Brasil un papel clave en las negociaciones entre el Mercosur y la UE y en las multilaterales. Destacó que un éxito en la nueva ronda de la OMC haría crecer el comercio internacional, aportando 400.000 millones de dólares al ingreso mundial.

Gran parte de ese monto se dirigirá a los países en desarrollo, aseguró Blair.

El objetivo de su visita fue principalmente comercial. Pero aprovechó la gira, que continuará este jueves y viernes en México, para realizar gesto simbólico de acercamiento a Argentina.

Por primera vez desde la guerra de las Malvinas en 1982, un jefe de gobierno británico pisó suelo argentino este miércoles.

Blair se reunió con los presidentes Fernando de la Rúa, de Argentina, y Cardoso en Foz de Iguazú, ciudad fronteriza del lado brasileño. Luego cruzó la frontera para un nuevo encuento con De la Rúa en la localidad argentina de Puerto Iguazú antes de dirigirse a México.

Apoyar a Argentina en sus esfuerzos por superar la actual crisis es crucial para todo el mundo, declararon los mandatarios británico y brasileño.

La disputa por las Islas Malvinas, cercanas a la costa argentina y que siguen bajo dominio británico, generaron tensiones entre los dos países. El deshielo empezó con la visita del ex presidente argentino Carlos Menem a Londres en 1998.

Con su corto pasaje por Argentina, Blair respaldó también la posición de la UE de negociar con el Mercosur como bloque y no con países aislados, aunque destacó el papel conductor tanto de Brasil como del presidente Cardoso, «uno de los líderes más respetados en el mundo».

El acercamiento es facilitado por la afinidad intelectual y política entre los dos gobernantes. Cardoso participa en la nueva corriente ideológica socialdemócrata conocida como Tercera Vía, encabezada por el primer ministro británico.

Brasil pasó, de todos modos, a ser prioritario en la diplomacia europea hacia América Latina, por su peso económico y político. Hace dos meses ya estuvo en el país el primer ministro francés, Lionel Jospin, y en fines de agosto será el turno del alemán, Gerhard Schroeder.

Al cabo de pocos meses habrán pasado por Brasilia los tres principales gobernantes de la UE. Blair destacó los «extraordinarios avances económicos» logrado por Brasil en las últimas décadas y afirmó que la actual situación de su país es muy distinta a la de Argentina.

Blair se reunió en Sao Paulo, principal núcleo industrial brasileño, con gobernantes locales y empresarios, y visitó, en la cercana ciudad de Sao José dos Campos, la Empresa Brasileña de Aeronáutica, cuyos aviones son importados por Gran Bretaña.

El comercio entre Brasil y Gran Bretaña alcanzó solo 2.700 millones de dólares el año pasado, con un pequeño superavit brasileño. Además del incremento de ese intercambio, deseado por ambos mandatarios, Cardoso reclamó mayores inversiones directas británicas.

El capital británico en Brasil ocupa un modesto decimocuarto lugar, largamente superado por otros países europeos, como Alemania, España, Francia y Portugal. (FIN/IPS/mo/mj/ip if/01

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