MEDIO ORIENTE: Funcionarios de ONU retuvieron evidencia de secuestro

Altos funcionarios de la ONU retuvieron indebidamente dos vídeos con evidencia sobre el secuestro el año pasado de tres soldados israelíes en el sur de Líbano, que estaba entonces bajo jurisdicción del foro mundial, según una investigación interna.

Hubo «serias deficiencias» en el manejo de ese material, admitió el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan. Los dos vídeos fueron filmados en octubre y estaban en manos del foro mundial desde fines del año pasado.

Pero Annan sólo lo supo en julio, al igual que sus representantes en Medio Oriente, Terje Roed Larsen y Staffan de Mistura. Israel acusó el mes pasado a la ONU de encubrimiento del hecho, pero su denuncia fue rechazada.

La investigación realizada reveló la existencia de los dos vídeos y sugiere que los tres israelíes secuestrados el 7 de octubre por el grupo armado libanés Hezbolah sufrieron graves lesiones.

Hezbolá capturó a los tres soldados para canjearlos por 19 prisioneros libaneses recluidos en cárceles israelíes. Aún se desconoce el paradero de los secuestrados.

En un principio, la ONU negó la existencia de las dos filmaciones. Pero el mes pasado, los funcionarios admitieron la presencia de un vídeo, tomado por fuerzas de paz de India un día después del secuestro.

El informe divulgado este viernes concluyó que las comunicaciones internas de la organización fueron «fallidas e insuficientes», y que altos funcionarios retuvieron información clave.

El subsecretario general Joseph Connor, que presidió la investigación, dijo a la prensa que funcionarios de la ONU cometieron errores.

Algunos altos funcionarios «protegieron con exceso la información o, como mínimo, no la pasaron a sus superiores», dijo Connor. Sin embargo, «no hubo vídeo o fotografía del secuestro en sí en posesión de la ONU», aseguró.

Este viernes, el embajador israelí Yehuda Lancry dijo que su gobierno está conforme con las conclusiones del informe de Connor y expresó la gratitud de Israel a Annan por la forma en que manejó el asunto.

Lancry dijo que Israel aceptó ver un vídeo editado, como propuso Annan, y agregó que un equipo de expertos israelíes viajará a Nueva York la semana próxima para analizar objetos manchados de sangre tomados de los vehículos que aparecen en los videos.

El primer video muestra a combatientes de Hezbolá que volvieron al lugar del secuestro para recuperar vehículos utilizados en la operación que habían abandonado.

«Estamos plenamente convencidos de la buena fe» de Annan, declaró Lancry. No existe evidencia que respalde la acusación de que unidades de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL) se confabularan con Hezbolá.

Israel solicitó ver el primer vídeo, cuando fue descubierto el mes pasado, pero el subsecretario de Operaciones de Paz, Jean- Marie Guehenno, respondió entonces que la ONU «tiene el deber de proteger la confidencialidad de sus documentos internos».

La «imparcialidad (de la ONU)… se violaría si diéramos información delicada a una parte u otra. UNIFIL no podría funcionar efectivamente» si eso sucediera, agregó.

Pero la ONU finalmente aceptó mostrar el primer vídeo a Israel y Líbano, tras editarlo para ocultar los rostros de personas ajenas al foro mundial.

El informe de este viernes reveló la presencia de un segundo vídeo, que muestra cómo un puesto de defensa israelí a pocos kilómetros del lugar del secuestro es atacado por artillería enemiga.

«No pudimos determinar quien filmó el video», dijo Connor a la prensa, y agregó que los funcionarios de la ONU actuaron en forma errónea, pero que no hubo «conspiraciones ni mala fe».

«¿Los hechos demuestran que altos funcionarios de la ONU encubrieron la existencia y el contenido de grabaciones audiovisuales de los hechos del 7 y 8 de octubre? Absolutamente no», dijo Connor.

«¿Registros internos pertinentes fueron destruidos para ocultar los hechos? Absolutamente no», agregó.

El equipo de Connor también llevó a la sede de la ONU en Nueva York siete objetos manchados con sangre tomados de los vehículos de los secuestradores, incluso cinturones militares, que serán analizados por el equipo israelí la próxima semana.

Sin embargo, el portavoz de la ONU Fred Eckhard dijo que todo análisis realizado con dichos objetos deberá hacerse a través de un tercer organismo, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ginebra.

Los vehículos abandonados también contenían dos falsas matrículas de automóviles de UNIFIL, una falsa bandera de la ONU, una antena falsa y adhesivos de la ONU, junto con uniformes militares, boinas, cartuchos de rifles de ataque AK-47, ropa de civil, una radio y explosivos.

Annan expresó su «indignación» por el uso de equipos e insignias de la ONU en el secuestro y Eckhard dijo que el secretario general seguirá investigando el asunto con el gobierno de Líbano.

Un tercer vídeo vinculado al secuestro habría sido transmitido por la televisión libanesa en julio, pero no estaba entre los materiales recogidos por la ONU. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/aq/ip/01

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