El gobierno y la oposición de Jamaica se disponen a dialogar, tras episodios de violencia entre organizaciones delictivas y políticas que han causado desde mayo la muerte de por lo menos 71 personas en la capital.
El primer ministro, Percival Patterson, y el principal dirigente del opositor Partido Laborista de Jamaica (JLP, por sus siglas en inglés), Edward Seaga, se reunirán este viernes.
La Organización del Sector Privado de Jamaica anunció el éxito de la mediación que cumplió durante semanas entre el gobernante Partido Nacional Popular (PNP) y el JLP, con el objetivo de poner fin a la violencia, causante de una grave crisis en la actividad comercial.
El anuncio del diálogo se produjo luego de un ataque con bombas incendiarias contra residencias en el barrio de Denham, en la madrugada del miércoles. Se piensa que los atacantes tomaban represalias por la muerte de un hombre de 76 años en incidentes anteriores.
El mismo miércoles, policías mataron a dos personas que habían disparado contra ellos, según la versión de las autoridades, en el barrio de Arnett Gardens. Sin embargo, testigos dijeron a periodistas que quienes murieron estaban desarmados.
Paul Burke y Desmond McKenzie, dirigentes regionales del PNP y el JLP, respectivamente, se reunieron el martes durante tres horas con seguidores de ambos que residen en las zonas afectadas.
En esa ocasión no se adoptaron decisiones de importancia, pero McKenzie admitió que el JLP ha perdido el control de algunos de sus integrantes, y participantes en el encuentro consideraron que eso fue un avance.
Es un secreto a voces que jefes de organizaciones delictivas han reemplazado a las autoridades políticas e incluso a la policía en el control de zonas de la ciudad.
«Hay que hablar con ellos para solucionar los problemas del barrio», dijo a IPS un residente en Denham que pidió no ser identificado.
Todos piensan que será necesario alcanzar acuerdos con los jefes de esos grupos criminales para poner fin a la violencia.
Patterson y Seaga mantuvieron en los últimos días duros enfrentamientos respecto de la integración y las competencias de una comisión investigadora de hechos de vuiolencia ocurridos el mes pasado, en los cuales murieron 28 personas.
El líder del JLP amenazó con boicotear el diálogo si no se llegaba a un acuerdo sobre esa comisión, integrada por el jurista retirado Julius Alexander Isaac, el criminólogo retirado Hyacinthe Ellis, y el líder religioso Garnett Brown.
Seaga objeta la designación de Brown, ex dirigente del JLP, y desea que la investigación se limite a los enfrentamientos a tiros que ocurrieron del 7 al 9 de julio en el barrio de Tivoli Gardens, bastión de la oposición, tras una irrupción policial según el JLP.
Patterson insiste en que la comisión investigue también hechos ocurridos en las semanas previas a esos enfrentamientos, y en especial posibles vínculos entre organizaciones criminales y partidos políticos.
Fuentes gubernamentales sostienen que el JLP organizó una provocación a la policía, con la intención de verse beneficiado en las elecciones de diciembre.
Hasta ahora, casi la mitad de los consultados en las encuestas sobre intención de voto se han definido como indecisos. (FIN/IPS/tra-eng/zn/aa/mp/ip/01