El Banco Mundial no inspira confianza, según una investigación interna que recomendó remediar esa situación mediante una campaña orientada a parlamentarios, la sociedad civil, universidades y prensa.
En un documento interno al que tuvo acceso IPS, el departamento de asuntos externos de la institución financiera, conocido en el Banco Mundial como la Ext, afirmó que la agencia debe superar la imagen de institución secreta para procurar «apertura y mayor compromiso».
El documento reconoce que el Fondo Monetario Internacional «aventaja al Banco» en la publicación de documentos oficiales y consideró «esencial mantener relaciones muy próximas con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pues la comprensión y el apoyo del público a la ONU parece mayor que hacia el Banco».
La Ext redobló las medidas para controlar el flujo de información dentro y fuera de la institución con sede en Washington, incluso de los miles de mensajes de correo electrónico que recibe por mes.
Así mismo, la oficina pretende «instalar un sistema para el manejo de campañas o ataques (informáticos) que empleen el correo electrónico».
Esto serviría para evitar críticas como las que se produjeron con «los planes de construcción de un gasoducto y oleoducto en Chad y Camerún, Africa occidental, o con el plan contra la pobreza en China», que proponía reasentar a poblaciones campesinas en áreas vecinas a la región autónoma de Tibet.
En ese sentido recomendó que todas las propuestas que se eleven al Consejo Ejecutivo del Banco «pasen primero por evaluaciones de comunicaciones y de riesgos» para evitar un lenguaje que despierte las críticas externas.
Además, «cuando son contactados por la prensa, los integrantes del Banco deberían alertar a los funcionarios correspondientes de asuntos externos antes de contestar» preguntas, sostiene el documento, reiterando instrucciones similares.
«No es convincente… aclarar que quien habla o escribe está expresando puntos de vista personales. Eso no exime al personal de la obligación de seguir los procedimientos ni de reconocer que habla en nombre de la institución», según la Ext.
La oficina del Banco Mundial recomendó al personal que utilice una base de datos propia, llamada Media Tracker, con información sobre los periodistas, los temas objeto de preguntas y los medios para los cuales trabajan.
Además, la «Ext está buscando mecanismos para desempeñar un papel más activo en las páginas de Internet de las organizaciones que critican al Banco», sostiene el documento.
En juego hay mucho más que la imagen del Banco Mundial. El respaldo de gobiernos y parlamentos «se está debilitando» mientras «la institución financiera es atacada desde muchos frentes externos», sostuvo la Ext.
En primer lugar, los gobiernos donantes acusan al Banco de ejercer una «misión invasiva», o sea de arrogarse funciones que no le corresponden.
En segundo término, los gobiernos prestatarios dudan que el Banco cumpla sus promesas de desarrollo y no están satisfechos con la escasa influencia que tienen en las decisiones políticas del organismo.
En tercer lugar, los sindicatos, los grupos ecologistas y los activistas por la condonación de la deuda externa «presionan por una mayor participación en las decisiones políticas», mientras «muchedumbres furiosas» reclaman la disolución del Banco, advirtió la Ext.
No obstante, la oficina considera que «el Banco tiene una oportunidad única para capitalizar el renovado interés y la energía puesta en los objetivos de reducción de la pobreza y el desarrollo mundial».
La Ext reclamó «construir alianzas con empresas periodísticas en los países en desarrollo» suministrando desde fondos hasta noticias o historias listas para publicar a canales de radio y televisión y medios escritos.
«En los últimos dos años, la Ext amplió el uso de sus medios de difusión mediante sociedades con las compañías de televisión y radio Cable News Network (CNN), Music TeleVision (MTV), Discovery Television, Radio Televisión Italiana (RAI) y Turner Learning», dice el documento.
Como resultado, esas empresas aumentaron el uso del «servicio público de anuncios» o de mensajes promocionales.
La Ext sugiere que el Instituto del Banco Mundial intensifique los programas de entrenamiento para periodistas de los países en desarrollo y que la agencia alimente de información a medios de difusión, universidades y otros públicos mediante el sitio el Portal del Desarrollo (www.developmentgateway.org).
Dicho portal, iniciado hace dos años a un costo de siete millones de dólares, fue denunciado en julio por dos activistas uruguayos por uso incorrecto de fondos y cargos, errónea fijación de costos y posible engaño y fraude a la opinión pública.
El documento de la Ext reconoce que las «organizaciones no gubernamentales son percibidas como más confiables en cuestiones de gobernabilidad que el sector público o las grandes empresas».
«El objetivo de la Ext es asegurar un compromiso constructivo, amplio y equilibrado con la sociedad civil, respetando la soberanía de los gobiernos y evitando posibles 'capturas' de la agenda del desarrollo por parte de grupos individuales o sectores de interés», sostiene el documento.
Con respecto al ámbito universitario, la Ext advirtió que tanto en países ricos como pobres, «la fuerte reacción de las universidades contra la globalización desafía al Banco Mundial a hallar respuestas efectivas».
La «Ext está creando mecanismos para que el Banco Mundial reconozca el papel central del debate universitario sobre la globalización y el desarrollo, y para mejorar el perfil del Banco mediante mayor apertura y compromiso», agregó.
El documento está destinado a redefinir la presencia del departamento de asuntos externos dentro del Banco Mundial, cada vez más difusa desde que James Wolfensohn asumió la presidencia de la institución en 1995, dijeron a IPS integrantes y consultores de la agencia.
También tiene como fin mejorar la asignación presupuestal del departamento, que era de 26 millones de dólares en 1998 y en 2001 descendió a 21,8 millones.
La oficina de relaciones públicas asumió una postura defensiva afirmando que «cuando crece la presión sobre el Banco, es una reacción común culpar a las comunicaciones. Ciertamente, la Ext debe comprobar su efectividad. Pero las comunicaciones no son el único problema. El Banco debe tener claridad estratégica», advirtió.
El Banco Mundial cuenta con 98 empleados de tiempo completo en su departamento de asuntos externos y con un número superior de consultores y trabajadores contratados, muchos de los cuales están hace años en la institución, aunque no aparecen en las listas de personal pues pasan de un contrato breve a otro. (FIN/IPS/tra- en/aa/dc/aq/if/01