La economía de Ecuador es la única de América Latina que crecerá este año sobre cinco por ciento, compartiendo honores con un reducido grupo de nueve países en el mundo.
El desempeño de Ecuador en 2001 es excepcional, si se considera que América Latina registrará este año un crecimiento del producto interno bruto (PIB) regional de apenas dos por ciento, la mitad que el año anterior, según la última proyección de Cepal.
La caída en el ritmo de expansión del PIB caracterizará en 2001 no sólo a América Latina, sino a todo el mundo, de acuerdo con informes de diversos organismos como Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sólo en nueve países el PIB crecerá este año por encima de cinco por ciento, de acuerdo con un informe publicado por el diario El Mercurio, de Santiago, sobre la base en datos de Cepal, del FMI y de la consultora internacional JPMorgan.
En primer lugar, se destacan dentro de este exclusivo grupo las dos naciones más pobladas del planeta: China, cuyo producto crecerá 7,5 por ciento, encabezando una vez más la lista mundial, e India, que lo hará en 5,3 por ciento.
Las otras economías que registrarán un alto grado de expansión este año son Irlanda, que crecería siete por ciento, Qatar, Bulgaria y Ecuador, con seis por ciento, Egipto, con 5,2, y Botswana y Marruecos, alrededor de cinco por ciento.
Los países latinoamericanos están entre los más golpeados por la desaceleración de la economía mundial, y particularmente por el escaso dinamismo de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, de acuerdo a Cepal, una agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La proyección más optimista para este año, del Fondo Monetario Internacional, indica una expansión de la economía en todo el planeta en torno de tres por ciento, mientras el Banco Mundial estima que el crecimiento será levemente superior a dos por ciento.
En su informe «Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2000-2001», divulgado el viernes 3, Cepal destacó que el PIB de Estados Unidos reducirá este año su tasa de crecimiento a alrededor de 1,6 por ciento, tras aumentar cinco por ciento en 2000.
Europa, que el año anterior creció por sobre tres por ciento, bajará este año su tasa de incremento del producto a dos por ciento.
El deterioro estadounidense, mayor a lo previsto, y la incapacidad de la Unión Europea y Japón para sustituir a Washington como locomotora de la economía mundial, configuran un cuadro internacional crítico para América Latina.
Argentina, azotada por tres años consecutivos de caída del PIB y por una aguda crisis, mantendrá este año su comportamiento recesivo, con un decrecimiento económico de alrededor de uno por ciento, según el informe de Cepal.
Brasil, la mayor economía de la región, sufrirá en parte el contagio argentino y crecerá este año por debajo de tres por ciento, mientras el PIB de México, el otro gigante latinoamericano, superará apenas dos por ciento.
En 2000, Brasil creció 4,3 por ciento, y México, siete por ciento, la segunda tasa más alta de la región, superada solo por República Dominicana, con 7,8 por ciento.
La economía dominicana crecerá este año menos de cuatro por ciento, evidenciando, al igual que en el caso de México, el impacto de la desaceleración estadounidense sobre el Caribe y América Central.
En un significativo cambio de las tendencias económicas, el informe de Cepal indica que este año solo Ecuador y Cuba tendrán en la región un incremento del producto superior a cuatro por ciento.
Ecuador, país para el cual la comisión prevé un aumento del PIB de cinco por ciento este año, parece dejar atrás la crisis que sufrió a fines de la pasada década, con una caída del producto de 9,5 por ciento en 1999.
La economía ecuatoriana creció 2,8 por ciento en 2000, un índice positivo en una primera visión, pero poco significativo si se considera la base de comparación con el año recesivo de 1999.
En 1999 Ecuador tuvo también la inflación más alta de la región, con 60,9 por ciento.
La crisis económica ecuatoriana de 1999 fue acompañada por convulsiones sociales e inestabilidad política, en un cuadro que desembocó a comienzos de 2000 en el derrocamiento del presidente Jamil Mahuad.
En marzo de 2000, el nuevo gobierno de Gustavo Noboa sentó las bases legales de la dolarización de la economía, en un nuevo esquema monetario de lento control de la inflación, que fue el año pasado de 91 por ciento.
No obstante, se comenzó a evidenciar una tendencia descendente de los precios, que cobró plena validez este año, que concluirá con una inflación de entre 25 y 30 por ciento, según Cepal.
El gran motor del crecimiento del PIB en Ecuador ha sido la recuperación de los precios del petróleo y el aumento de las exportaciones de este producto, con la construcción de un nuevo oleoducto para crudos pesados.
El ajuste ecuatoriano, que acompañó el proceso de dolarización, tuvo impacto en la estructura ocupacional. El empleo formal, que en 1999 representaba 58,6 por ciento de la ocupación, bajó a 57,7 por ciento en 2000.
El último informe de Cepal indica, así mismo, que el salario mínimo real, que había experimentado una caída de 20 por ciento entre 1996 y 1999, sufrió una disminución adicional de 3,5 por ciento en 2000. (FIN/IPS/ggr/mj/if/01