INFANCIA-ASIA MERIDIONAL: Las promesas aún están por cumplirse

Más niños y niñas de Asia meridional viven hoy hasta los seis años que hace 11 años, pero en materia de nutrición, educación e igualdad de género siguen igual o peor, destacó Unicef cuando falta un mes para la próxima Sesión Especial de las Naciones Unidas sobre la Infancia.

Los países de Asia meridional redujeron casi a la mitad la mortalidad infantil en la última década. Unos 3,7 millones de menores de cinco años murieron en 1999, frente a 6,8 millones en 1990.

Pero Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), que resaltó estos logros en dos informes separados previos a la conferencia del 19 al 21 de septiembre próximo, advierte que muchos niños asiáticos todavía no se han beneficiado de las medidas que sus gobiernos prometieron en otras áreas en la Cumbre Mundial de la Infancia de 1990.

«La región ha intentado muchas estrategias y aprendido muchas lecciones, pero también sigue negando a muchos niños sus derechos», declaró Robert Tayabji, asesor de comunicación regional de Unicef para Asia meridional, en una entrevista realizada en Bangkok.

Entre las promesas realizadas en 1990 figuran la reducción de la mortalidad infantil en un tercio y la disminución a la mitad de la mortalidad materna y de la desnutrición entre menores de cinco años.

Así mismo, los gobiernos prometieron garantizar el acceso al agua potable, el saneamiento y la educación básica, además de aumentar la protección de los niños en circunstancias difíciles.

Sin embargo, en 2000, el año en que debían haberse cumplido los objetivos, la desnutrición seguía siendo un problema generalizado en Asia meridional, donde viven la mitad de los 1.000 millones de niños del mundo.

Como resultado, 80 millones de niños de la región padecen atrofia del desarrollo, sostuvo Unicef en su informe «Invirtiendo en los niños de Asia meridional».

Igualmente preocupante para Unicef es el panorama en materia educativa. «Cuarenta por ciento de los 150 millones de niños inscriptos, es decir unos 70 millones, abandonan la escuela primaria antes de terminarla, y la mayoría de ellos son niñas», dice el documento, y advierte que «220 millones de niñas serán mujeres analfabetas en 2015».

Muchos países de Asia meridional redujeron el porcentaje de niños con atrofia del desarrollo en la última década, pero algunos todavía tienen índices alarmantes. En Sri Lanka, la proporción cayó de 28 a 14 por ciento entre 1987 y 1999; en Bhután, de 53 a 37 por ciento en el mismo período, y en Nepal, de 65 a 51 por ciento entre 1975 y 1999.

En Pakistán, el porcentaje de niños con desarrollo atrofiado aumentó un punto entre 1987 y 1999. Los estados indios de Uttar Pradesh y Orissa tampoco experimentaron ninguna mejoría, señaló Unicef.

El informe destaca el tratamiento de las niñas en Asia meridional, a la que llama «la región con mayor insensibilidad de género».

«En casi todos los indicadores, las niñas y mujeres están mucho peor que los niños y hombres en Asia meridional y en comparación con otras regiones», dice.

«Los gobiernos han reconocido este problema, pero el esfuerzo para combatirlo procede de las organizaciones no gubernamentales y los grupos comunitarios», explicó Tayabji.

La proporción de mujeres analfabetas en Asia meridional varía de 12 por ciento en Sri Lanka a 55 por ciento en India, 65 en Nepal y 71 por ciento en Pakistán. La brecha de género en la inscripción escolar es seis veces mayor en Pakistán que en China, destacó Unicef.

Los países de Asia meridional con escasos logros enfrentarán críticas de los grupos de defensa de la infancia en septiembre, en la Sesión Especial de las Naciones Unidas sobre la Infancia, que evaluará los progresos realizados desde la cumbre de 1990, advirtió Tayabji.

«Hacer promesas es una cosa y cumplirlas es otra», agregó.

En Asia oriental, donde se encuentran varias economías de reciente industrialización y algunos de los países en desarrollo de más rápido crecimiento, muchos países no lograron reducir la desnutrición infantil en forma significativa, pese a los progresos realizados en materia de desarrollo humano de la infancia en las últimas décadas.

Unos 30 millones de niños están desnutridos en esa región, y en consecuencia, un cuarto de la población infantil padece atrofia del desarrollo, afirmó Unicef en su informe «Dando forma al futuro de los niños de Asia oriental y el Pacífico».

«No tiene que ver con escasez de alimentos, sino con una compleja red de factores, como cuidado y alimentación inadecuados, falta de agua potable, saneamiento insuficiente», y también «la discriminación de la mujer en muchas sociedades», señaló Mehr Khan, directora regional de Unicef para Asia oriental y el Pacífico.

La reducción del gasto público en programas de bienestar social también es un factor importante.

«Sabemos que el rápido progreso socioeconómico de los últimos 25 años fue impulsado por una fuerte inversión en capital social, pero en la última década, el gasto público en salud y educación cayó en muchos países», señaló Khan.

La crisis financiera de 1997 obligó a muchas economías florecientes a reducir su gasto social, aunque países como Tailandia fueron elogiados por proteger la educación y la salud de esos recortes.

Asia oriental en su conjunto realizó progresos impresionantes para garantizar la educación primaria básica para sus niños. Para 2000, cerca de 80 por ciento de los niños de la región asistirán a la escuela, se prevé.

Así, Asia oriental tiene lecciones para ofrecer a otras partes de Asia y el mundo.

Sin embargo, «cada región debe encontrar sus propias soluciones. Las historias de éxito en Asia oriental pueden no funcionar en Asia meridional», advirtió Tayabji. (FIN/IPS/tra- en/mmm/js/mlm/hd-dv/01

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