Un escándalo que afecta al vicepresidente Francisco Reyes se sumó en Guatemala a las presiones que ya soportaba el gobierno por problemas políticos, de seguridad y sociales.
Reyes fue acusado penalmente esta semana por una ex funcionaria de ordenar a la principal imprenta del Estado, la Tipografía Nacional, la elaboración clandestina de miles de panfletos difamatorios anónimos para desprestigiar al presidente de la Cámara de Comercio, Jorge Briz.
Silvia Méndez, ex directora de la Tipografía Nacional, responsabilizó a Reyes de una «campaña negra» contra Briz y de presionarla a ella para que renunciara a su cargo.
El vicepresidente negó su participación en la campaña de desprestigio contra Briz y atribuyó los hechos a supuestas maniobras de parlamentarios y de políticos de oposición para perjudicarlo.
En un escueto comunicado, Reyes sostiene que oportunamente podría demandar a las personas que lo acusan sin base de haber impartido órdenes ilegales.
Agregó que la ex directora de la Tipografía Nacional tiene intereses personales que le van a permitir «emigrar cómodamente a otro país».
Por su parte, Méndez solicitó ayuda en las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Guatemala, donde además dejó en custodia las placas de imprenta que al parecer se utilizaron para hacer los panfletos.
También pidió protección a la policía para ella y su familia, por temor a posibles represalias, según explicó.
Este escándalo agrega más problemas al gobierno de Alfonso Portillo, afectado en los últimos meses por rumores de levantamiento militar, violencia callejera, protestas contra el aumento de impuestos y por una fuga masiva de presos.
«Esta es una muestra más de la convulsión social que está viviendo Guatemala», señaló a IPS Celia Medrano, coordinadora de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos en Centroamérica.
Medrano aseveró que Guatemala es el país de América Central donde se cometen más violaciones de los derechos humanos y donde más impera la corrupción.
«Estamos preocupados porque la corrupción no está en los mandos intermedios sino en las altas esferas del poder», añadió.
El escándalo se desató el 9 de este mes, cuando en las calles de la capital y de las principales ciudades del país aparecieron panfletos y carteles difamatorios contra el presidente de la Cámara de Comercio.
Briz había criticado con dureza en las últimas semanas al gobierno de Portillo por decretar un aumento de 10 a 12 por ciento en el impuesto al valor agregado.
Sólo una día después comenzó a circular la versión de que los panfletos y carteles habían sido impresos en la Tipografía Nacional.
Luego, las diputadas de la oposición Anabella de León y Magda Arceo divulgaron una orden de impresión por 500.000 panfletos y 20.000 al parecer enviada por el vicepresidente Reyes.
Las legisladoras aseguraron que la orden llegó a la Tipografía Nacional a través de Luz Barrios, secretaria privada de Reyes.
Este jueves, la prensa tuvo acceso a la denuncia penal contra Reyes presentada por la ex directora de la imprenta ante el Ministerio Público (fiscalía).
Méndez asegura en la acusación que Barrios llegó a las 7:30 horas del día 6 a la Tipografía Nacional para ordenar la impresión de 20.000 carteles y 500.000 panfletos.
«Había insistido en que fuera yo personalmente quien la atendiera, y nadie más, porque el objeto de la impresión era encargo de suma urgencia y por encargo personal del vicepresidente de la República», dice la denuncia.
Sin embargo, Méndez no la atendió y dispuso que una asistente tomara el pedido.
La ex directora de la Tipografía Nacional dijo que se dio cuenta que el contenido de las impresiones coincidía con el de los panfletos esparcidos en las calles guatemaltecas cuando envió a un empleado de la imprenta a cobrar por el trabajo a las oficinas de la vicepresidencia.
También indicó que a partir de ese momento comenzó a sufrir presiones, hasta que el oficial mayor de la secretaría general de la presidencia, Carlos Alvarado, le sugirió telefónicamente abandonar su cargo a petición de las autoridades.
«Una hora después de esa llamada, mandé a la señora Gloria Escobar, mi asistente, con una carta de renuncia dirigida la propia Presidencia de la República», detalló en su declaración.
Explicó, además, que tomó las placas de imprenta que se usaron para elaborar los panfletos y las entregó en resguardo en las oficinas de la ONU en Guatemala.
Méndez afirmó que, tras haber entregado las placas, varios agentes policiales han estado rondando su vivienda.
La Misión de Verificación de Naciones Unidas en Guatemala señaló en un comunicado que ha recibido testimonios coincidentes de otros trabajadores de la Tipografía Nacional, entre los cuales actualmente hay «un clima de temor». (FIN/IPS/nms/dm/ip/01