La gran mayoría de los partidos políticos y sindicatos vascos se solidarizaron hoy con la policía del País Vasco y manifestaron su condena al grupo terrorista ETA por sus atentados contra ese cuerpo de seguridad.
En tanto, los sindicatos de esa policía, llamada Ertzaintza en lengua vascuence, criticaron al gobierno autónomo vasco de Juan José Ibarretxe, del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), por la ineficiencia de la dirección del cuerpo para prevenir y reprimir protestas violentas de grupos juveniles afines a ETA.
Dos policías vascos sufrieron quemaduras en 28 por ciento de su cuerpo al ser atacada el domingo la patrulla que integraban con cócteles molotov cargados de ácido mezclado con gasolina, en una emboscada que le tendieron en la localidad vasca de Portugalete, a 400 kilómetros al norte de Madrid.
La manifestación de apoyo a la policía vasca, celebrada este martes en Portugalete, fue convocada por el municipio del lugar, con el voto favorable de todos los partidos y la única abstención de tres concejales del partido proetarra Batasuna.
Los concejales que se pronunciaron a favor de la marcha son ocho del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), siete del Partido Nacionalista Vasco-Eusko Alkartasuna, cinco del centroderechista Partido Popular (PP) y dos de Izquierda Unida.
La Ertzaintza fue constituida a principios de los años 80, tras aprobarse el estatuto de autonomía del País Vasco, y sus miembros fueron seleccionados por gobiernos del PNV, cuyos consejeros (ministros) del Interior tuvieron muy en cuenta la filiación política de los convocados.
No obstante, en la actualidad los sindicatos de ese cuerpo critican al gobierno autónomo.
ErNE, el sindicato mayoritario y de orientación socialista, sostiene que «en algunas ocasiones da la sensación de que nos metemos en la boca del lobo por falta de un estudio y de estrategia previas».
En contra de la política del gobierno, que califica de blanda, ErNE propone que se diseñe una estrategia sustentada en el principio de «tolerancia cero», similar al que propugna en Alemania el Partido de Los Verdes contra el movimiento neonazi.
El sindicato policial vasco sostiene que la aplicación de ese principio, con un respeto escrupuloso de las leyes, permitiría obtener resultados concretos, impidiendo la impunidad, previendo, investigando y reprimiendo todos los actos delictivos.
La agresión de Portugalete es la segunda sufrida por la Ertzaintza en menos de un mes.
Un portavoz del sindicato procomunista Comisiones Obreras informó que el 29 de julio un grupo de personas afines a ETA cortó la corriente eléctrica en un barrio de Bilbao, la mayor ciudad vasca, destrozaron un cajero automático y llamaron luego a la policía.
Cuando la patrulla de seguridad llegó al lugar, en plena oscuridad, fue iluminada con bengalas y atacada con cócteles molotov y piedras. Los atacantes se dieron a la fuga a través de un monte vecino, sin ser perseguidos.
Mientras se agudizan los ataques proetarras a la Ertzaintza, el gobierno español presidido por José María Aznar, del PP, y el autónomo del PNV no terminan de ponerse de acuerdo acerca de cómo enfrentar a ETA.
Para Aznar, combatir a ETA, incluyendo la violencia callejera que realizan grupos dirigidos o influenciados por aquella, es la prioridad en el País Vasco.
El gobierno de Ibarretxe también afirma estar contra ETA y condena sus atentados. Sin embargo, los respectivos ministros del Interior no coordinan acciones.
El PSOE, opuesto a Aznar y a Ibarretxe, tras conocer el atentado de Portugalete criticó a los dos gobiernos por su política respecto de la Ertzaintza.
Los socialistas cuestionaron al gobierno de Aznar por considerar que siempre pone en duda la profesionalidad de ese cuerpo, mientras reclamó a las autoridades del País Vasco realizar esfuerzos serios para coordinar las acciones de la policía local con la española.
En cambio Batasuna, el partido que apoya y es apoyado por ETA, considera que el PNV está en plena involución, lo cual se evidenciaría en la votación realizada en Portugalete de apoyo a la Ertzaintza.
Batasuna señala que una prueba de esa involución sería el envío a la Fiscalía por parte del gobierno de Ibarretxe de un vídeo grabado durante una manifestación de homenaje a una etarra que murió al estallarle en las manos la bomba que estaba preparando.
Esa grabación permitiría comprobar que el líder de Batasuna, Arnaldo Otegui, apoya el accionar de ETA, ante lo que podría ser procesado por el delito de incitación al terrorismo. (FIN/IPS/td/dm/ip/01