El senador anticomunista Jesse Helms se retirará del Senado de Estados Unidos después de 30 años de presencia ininterrumpida y seguramente satisfecho de que el gobierno de George W. Bush adoptara elementos clave de su unilateralismo en materia internacional.
El senador fue uno de los redactores de la ley Helms-Burton, de 1996, que reforzó el embargo comercial impuesto hace 40 años a Cuba, pero cuyas disposiciones extraterritoriales contra la inversión extranjera en la isla son tan radicales que hasta el gobierno de Bush se niega a aplicarlas.
Helms, de 79 años, anunció el miércoles de noche que no se postulará a la reelección el año próximo.
En los años 80 y 90, al frente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, fortaleció la inclinación conservadora del Partido Republicano, aun cuando su anticuado racismo era un factor cada vez más incómodo para la Nueva Derecha que ayudó a forjar.
Mientras Helms se retira de la vida pública, «las ideas y valores que representa ganan terreno, en vez de perderlo, en la política estadounidense», comentó Walter Russell Mead, del centro de investigación Consejo de Relaciones Exteriores.
«Opiniones suyas que fueran consideradas excéntricas en el pasado ahora se han afianzado en la política exterior» de Washington, escribió Mead este jueves en el diario Wall Street Journal.
«Lo que dice ahora el gobierno de Bush, (Helms) lo ha dicho durante años: 'Los tratados no son todo en la política exterior. La guerra fría habrá terminado, pero aún no confiamos en esa gente (extranjera), y tampoco hace falta el apoyo de otros países», señaló Chris Madison, ex colaborador del senador demócrata Joseph Biden y crítico de Helms.
Helms no estaba dispuesto a transigir, algo raro entre los senadores, muchos de los cuales aspiran a la presidencia. Pero él «no tenía interés en ser presidente o secretario de Estado, lo cual lo habría obligado a moderarse para acceder a un público nacional», agregó Madison.
«Sin contar (al ex presidente) Ronald Reagan, el republicano de 79 años y senador por cinco períodos del estado de Carolina del Norte fue el político conservador más importante de las últimas tres décadas», escribió el columnista Albert Hunt en el Wall Street Journal.
Helms, a quien el ex senador republicano Robert Dole llamó el «Rambo de la pandilla del Geritol» -en referencia a un tónico que toman los ancianos en Estados Unidos-, siempre tuvo una visión en blanco y negro del mundo, sin tonalidades de gris.
La zona en negro estaba representado por los comunistas, sobre todo el presidente cubano Fidel Castro, los centroizquierdistas, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y el mártir de los derechos civiles Martin Luther King, entre otros.
El senador reservaba el color blanco para los anticomunistas como el ex dictador chileno Augusto Pinochet y para el líder nacionalista chino y fundador de Taiwan Chang Kai-shek, el rebelde angoleño Jonas Savimbi y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Helms pareció dar pasos hacia el centro del espectro político en los últimos años, cuando apoyó aspectos de la política que Bush califica de «conservadurismo compasivo».
El año pasado, por ejemplo, apoyó iniciativas para otorgarle más dinero a la lucha contra el sida en Africa y a la reducción de la deuda externa en ese continente.
También trabajó con la ex secretaria de Estado Madeleine Albright para que Estados Unidos entregara a la ONU cientos de millones de dólares en obligaciones adeudadas, a cambio de la reforma del foro mundial, aunque muchos creen que la misma terminará debilitando a la organización.
Pero teniendo en cuenta sus 30 años como político, esos pasos tardíos no pueden considerarse «una parte fundamental de su historia», según I.M. Destler, experto en política exterior de la Universidad de Maryland.
«Para el mundo se convirtió en un ogro, algo que seguramente lo complacía», dijo Madison, que ahora integra el grupo de desarme Council for a Livable World (Consejo para un mundo habitable).
Helms «no tiene interés en reconocer las cualidades de otras culturas. Es profundamente nacionalista y etnocéntrico», observó Michael Hunt, historiador de la Universidad de Carolina del Norte.
Sus trucos políticos lo alejaron con frecuencia de sus colegas, sobre todo de los senadores más moderados, pero eso no impidió que Helms vetara a los aspirantes a cargos públicos propuestos por el gobierno que el considerara moralmente ineptos y que dependían del respaldo del Comité de Relaciones Exteriores.
Entre los ineptos Helms incluía a los homosexuales, los progresistas, quienes lo hubieran criticado en público, o incluso republicanos que apoyaran al aborto, como el ex gobernador de Massachusetts, William Weld, que fue propuesto por el gobierno de Bill Clinton (1993-enero 2001) como embajador en México.
Por eso, uno de sus apodos era el «senador No». «Se deleitaba con el vilipendio personal», según Hunt, quien recordó que Helms advirtió a Clinton que llevara un guardaespaldas si alguna vez visitaba alguna base militar en Carolina del Norte, el estado al que Helms representaba.
Su personalidad pendenciera e irritable agradaba a su base electoral, integrada por la población rural y blanca de Carolina del Norte, que siempre le otorgó entre 52 y 56 por ciento de los votos.
Su desconfianza hacia el poder del gobierno y su cerrada obstinación reflejaban un populismo tradicional en Carolina del Norte, según el profesor Hunt.
Esa desconfianza hacia el poder también se reflejó en su postura contraria a las organizaciones multilaterales u otras instituciones que representaran una amenaza a la soberanía nacional o a los «derechos de los estados», según sus palabras.
Helms, nacido en Carolina del Norte, se dedicó al periodismo radial tras combatir en la segunda guerra mundial. Luego se dio conocer en los años 60 como comentarista de televisión por sus opiniones anticomunistas y contrarias a los derechos de los negros.
Como muchos blancos del sur del país que se retiraron del Partido Demócrata cuando éste defendió los derechos de los negros, Helms se adhirió al Partido Demócrata en 1970 y fue elegido al Senado por primera vez en 1972. (FIN/IPS/tra-en/jl/aq/ip/01