EDUCACION-VIETNAM: El imán de las universidades extranjeras

Cada vez son más los estudiantes de Vietnam convencidos de que, para tener verdadero éxito, deben graduarse en universidades del exterior.

La propia burocracia nacional ofrece varios ejemplos de profesionales que llegaron lejos en su carrera luego de haber estudiado en el extranjero.

Le Van Bang, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, estudió tres años en Australia antes de transformarse en el primer embajador de Vietnam ante Estados Unidos.

Otro ejemplo es Le Duc Thuy, presidente del Banco Estatal de Vietnam, quien estudió durante un año en la Universidad de Harvard, Estados Unidos.

También están Hoa Sen y su esposo, ambos funcionarios de la cancillería, que cursaron relaciones internacionales y administración de empresas, respectivamente, en Gran Bretaña.

Actualmente, Hoa Sen es director general de Adnet, una empresa conjunta de publicidad, y su esposo trabaja para una compañía estadounidense de computación.

Inspirados por tales ejemplos, muchos estudiantes vietnamitas buscan cada día en los periódicos invitaciones para estudiar en universidades de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Francia, entre otros países.

Muchas universidades extranjeras se han asociado con organizaciones e individuos vietnamitas para atraer a estudiantes de este país a sus instituciones.

Incluso se ha vuelto común la llegada de misiones de distintos países un semestre antes del comienzo del año lectivo para organizar seminarios destinados a jóvenes vietnamitas que deseen estudiar en el extranjero.

El gobierno cree que la tendencia es positiva y que los estudiantes pueden utilizar los conocimientos adquiridos en el exterior para ayudar al desarrollo de Vietnam.

En 1986, tras darse cuenta de que precisaba más gente capacitada en el exterior pero no contaba con los recursos necesarios para enfrentar esos gastos, el gobierno comenzó a estimular a las familias ricas a que enviaran a sus hijos a universidades de otros países.

Como resultado, se crearon unos 50 Centros de Servicio para Estudios en el Extranjero, que envían cada año entre 1.000 y 1.200 estudiantes a estudiar al exterior, a su propio costo.

Además, desde 1996, el Ministerio de Educación y Capacitación obtiene unas 800 becas por año de países extranjeros, destinadas a los mejores estudiantes.

En la actualidad, llegan a 15.000 los jóvenes que viajan al exterior para estudiar, cifra equivalente a 1,2 por ciento de la población estudiantil nacional. Casi la mitad de ellos concurren a universidades de Australia, el destino más popular entre los estudiantes vietnamitas.

Pero ese privilegio tiene un alto costo. Los estudios en Estados Unidos son los más caros, con 21.000 dólares por año sólo de matrícula. Le sigue Gran Bretaña, con un costo anual de 20.000 dólares, Canadá con 16.000, Australia con 10.700 y Nueva Zelanda con 10.000 dólares.

Incluso las universidades de países vecinos atraen a estudiantes vietnamitas, que pagan 9.000 dólares al año por una carrera en Singapur y 4.600 por una en Malasia.

Unas 100 agencias estatales, privadas y extranjeras «presentan» jóvenes vietnamitas a instituciones internacionales de educación, señaló Tran Van Nhung, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de Educación.

Sin embargo, algunas de esas agencias carecen de las calificaciones necesarias para trabajar en esa área o realizan operaciones ilegales para enviar estudiantes al exterior, agregó.

Con el fin de «limpiar» esas operaciones, el gobierno decretó que aquellos estudiantes que deseen estudiar en el extranjero deben primero obtener un permiso del Ministerio de Educación. Hasta ahora, sólo debían probar su buena posición financiera a la agencia de colocaciones de estudiantes.

El decreto también establece que el Ministerio es la única autoridad facultada para otorgar licencias a las agencias que ofrecen vacantes para estudiantes en el exterior. Actualmente, esas agencias solicitan su licencia a departamentos provinciales de planificación e inversión, como lo hacen otro tipo de empresas.

Muchos estudiantes que van a estudiar por sus propios medios al exterior, en especial a Estados Unidos, luego no regresan. Por ese motivo, la embajada estadounidense en Hanoi aumentó las restricciones de viaje.

En 1998, Estados Unidos otorgó 100 visas para estudiantes vietnamitas, pero redujo esa cifra a la mitad en 1999.

Nguyen Thi Hong fue una de los pocos afortunados que recibió una visa para viajar a Estados Unidos, pero «no fue fácil».

«Tuve que probar a los funcionarios de inmigración que mis padres tenían dinero suficiente para pagar mis estudios y que no tenía familiares en Estados Unidos que pudieran ayudarme a permanecer allí ilegalmente», contó.

Pero Hong no tiene intenciones de quedarse en el extranjero. «Quiero juntar experiencia estudiando en el exterior antes de regresar a servir a mi país», dijo. (FIN/IPS/tra- en/tdtl/ccb/js/mlm/ed/01

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