Una grave crisis afecta a millones de trabajadores de Ucrania al cumplirse 10 años de la independencia de esa ex república soviética, advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Técnicos de la OIT que realizaron un estudio sobre la seguridad de la población encontraron «un cuadro lastimoso» en este país de potencial prosperidad, ubicado en el extremo oriente de Europa.
La mayoría de los 50 millones de ucranios viven en la pobreza, caracterizada por ingresos bajos e inseguros y por la carencia de servicios sociales y de educación, precisó Làszlò Zsoldos, uno de los investigadores de la OIT.
También explicó que el ingreso promedio por hogar de 17 dólares mensuales coloca a los ucranios en la zona de pobreza de la población mundial.
Así, 83 por ciento de las 8.200 personas encuestadas por el equipo de investigación declaró pertenecer a los grupos de «no pudientes» o de «menesterosos».
La sociedad ucraniana también sufre un pésimo servicio de salud, que se suma a las extendidas consecuencias de largo plazo del accidente de la central nuclear de Chernobyl, ocurrido en 1986.
En relación con ese cuadro, se informó que 60 por ciento de los soldados que cumplen el servicio militar padecen diferentes enfermedades crónicas o discapacidades.
El informe de la OIT advirtió, además, que se requieren remedios de manera urgente para luchar contra las consecuencias de la dieta inadecuada, las condiciones de vida y de trabajo miserables y la exposición a contaminantes peligrosos.
Los técnicos apuntaron que el estado casi ha desaparecido y necesita ser vigorizado para que sea capaz de suministrar protección social y servicios básicos para la mayor parte de la población.
La mayoría de las personas no acuden a las oficinas gubernamentales cuando las crisis social o económica golpea sus vidas.
Además, la mayor parte de los adultos consultados calculan que el desempleo real se ubica alrededor de 40 por ciento de la población económicamente activa, más de tres veces superior al porcentaje reconocido en las estadísticas gubernamentales.
Pero el empleo en Ucrania presenta una característica singular: más de la mitad de los trabajadores son mujeres. Ese fenómeno no tienen parangón en lugar alguno del mundo, citó la OIT.
En estrecha relación con ese fenómeno, el informe consignó que la población del país se redujo en dos millones desde la independencia, en 1991, debido en gran medida a la disminución de la expectativa de vida de los varones.
La sindicalización es menor a lo que se asegura, elevándose a 44 por ciento y con una pronunciada tendencia a la baja. Menos de la mitad de los obreros tienen una actitud positiva hacia los sindicatos, aseguraron los encuestados por la OIT.
Por otra parte, los beneficios continuados para los desempleados sólo alcanzan a 22 por ciento de las personas en esa situación.
El endeudamiento es generalizado en Ucrania. Un tercio de los jefes de hogares se encuentran atrasados en el pago de los arriendos de las viviendas que ocupan, y casi la mitad deben las facturas del gas y de la electricidad.
Ese fenómeno refleja una inseguridad persistente en los hogares, que se complementa con la falta de seguridad que caracteriza a los trabajos, dedujo la OIT.
También es mayoritaria la opinión de los entrevistados respecto de que el ingreso de sus hogares era insuficiente para cubrir las necesidades de alimentos.
Esa suma de carencias afecta a tres cuartas partes de los obreros industriales y a 82 por ciento de los pensionados.
Abarcan, además, a 65,8 por ciento de los trabajadores rurales, 64,1 por ciento de los estudiantes, 70,8 por ciento de los empleados del sector privado, 83,7 por ciento de los desempleados y 72,2 por ciento de los funcionarios públicos.
La investigación comprobó que la mayoría de los ucranios han sobrevivido al derrumbe económico de la última década merced a las pequeñas actividades informales.
Una fuente suplementaria de ingresos provino de las huertas o de reducidas parcelas en las que cultivaban vegetales y frutas.
En contraste con ese panorama de empobrecimiento, surge en Ucrania una estrecha minoría de la población con riquezas enormes, conforme a los estándares nacionales.
El nuevo fenómeno consagra la aparición de una desigualdad en rápido crecimiento, observó la OIT.
En 1997 había 17 millonarios declarados ante la oficina de recaudación impositiva del país, 30 en 1998, 40 en 1999 y el año pasado la cifra había aumentado a 1.221 personas.
Esa minoría atraviesa momentos de prosperidad y no cabe duda que sus ingresos y sus fortunas han sido subvaluadas, pues disponen de recursos para disfrazarlos y evitar así declararlos, añadieron los técnicos.
El informe presentado por Zsoldos y Guy Standing, funcionarios de la OIT, calificó de «desesperada» la situación del mercado laboral en Ucrania.
Esa condición contribuye a la reducción de la esperanza de vida y a la expulsión de población hacia Europa central y occidental.
Varios millones de trabajadores sufren penosamente y su condición merece más atención de la que reciben, reclamó la OIT.
La institución internacional prepara informes similares sobre la situación social en Argentina, Bangladesh, Brasil, Chile, China, Hungría, India (Gujarat), Indonesia, Pakistán, Rusia, Sudáfrica y Tanzania. (FIN/IPS/pc/dm/dv/01