DESARME: EEUU y Unión Europea enfrentados por misiles balísticos

La Unión Europea (UE) y Estados Unidos, dos aliados tradicionales, parecen dirigirse a un nuevo enfrentamiento político sobre un propuesto tratado internacional para detener la proliferación de misiles balísticos de largo alcance.

La UE impulsa un código multilateral de conducta para regular el flujo de misiles balísticos, específicamente aquellos capaces de transportar armas nucleares, biológicas y químicas.

«Este es un problema urgente que merece nuestra mayor atención», destacó la UE en carta al secretario general, Kofi Annan.

La carta, escrita en julio, fue publicada el lunes último como parte de un informe de Annan, titulado «Misiles».

La propuesta de la UE, que seguramente generará la oposición de Estados Unidos, es respaldada también por Rusia, que propuso su propio Sistema Mundial de Control para la No Proliferación de Misiles y Tecnologías Misilísticas.

Estados Unidos rechazó en los últimos meses varios tratados internacionales con fuerza vinculante, incluso una convención contra las minas de tierra y un acuerdo para establecer un Tribunal Penal Internacional, ambos negociados durante el gobierno de Bill Clinton (1983-2001).

Más recientemente, el actual presidente George W. Bush abandonó el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático y amenazó con derogar el Tratado sobre Misiles Antibalísticos de 1972.

El mes pasado, Washington se opuso a la creación de un nuevo instrumento internacional para vigilar la aplicación de una convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1975 que prohíbe las armas biológicas.

Todos estos tratados han sido firmados o ratificados por la UE, aunque Rusia se negó a respaldar la convención contra las minas de tierra.

Se prevé que la administración de Bush, que anunció planes para un sistema nacional de defensa antimisiles, rechazará cualquier intento para crear un tratado multilateral obligatorio contra los misiles de largo alcance.

«La creación y el despliegue por Estados Unidos de un sistema nacional de defensa antimisiles, prohibido por el Tratado sobre Misiles Antibalísticos de 1972, impulsaría la proliferación de misiles», advirtió el gobierno de Rusia en una carta a Annan.

Rusia opinó que el problema debe resolverse «utilizando los mecanismos internacionales existentes y estableciendo otros nuevos para contener y limitar la proliferación de misiles y tecnologías misilísticas».

«Es urgente desarrollar normas aceptadas mundialmente en respaldo de la no proliferación de misiles balísticos, análogas a las normas de regímenes internacionales diseñados para limitar la proliferación de armas nucleares, biológicas y químicas», exhortó la UE.

La iniciativa más avanzada y prometedora en este sentido, agregó, es el proyecto del código internacional de conducta, algunas de cuyas ideas fueron desarrolladas dentro del Régimen de Control de Tecnología de Misiles (RCTM), establecido en 1987 con 29 miembros.

Se trata de un régimen informal de control voluntario de exportaciones con miras a limitar la proliferación de sistemas de misiles y tecnología relacionada (sistemas de cohetes y naves aéreas sin tripulación) que pueden transportar una carga de al menos 500 kilogramos a una distancia mínima de 300 kilómetros.

El RCTM, que incluye a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y otras grandes potencias, no es una autoridad con poder de decisión. Cada miembro es responsable de la aplicación de las decisiones grupales mediante sus propias leyes y reglamentos.

Jayantha Dhanapala, subsecretario general de la ONU para asuntos de desarme, destacó que el asunto de los misiles balísticos se ha transformado en un tema de creciente preocupación para la comunidad internacional en los últimos años.

«La tecnología de misiles balísticos ya no se restringe a un número limitado de estados», señaló.

Sin contar las potencias nucleares (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, es decir, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China), hay más de una docena de países con capacidad variable para desarrollar y producir misiles balísticos, observó Dhanapala.

«Hay un acceso cada vez más fácil a la tecnología, la información y el desarrollo de tales sistemas», agregó.

Algunos de los países en desarrollo que poseen misiles de largo alcance o los están construyendo son India, Irán, Iraq, Israel, Libia, Corea del Norte y Pakistán.

La existencia de una gran cantidad de misiles listos para ser lanzados a la primera señal pone en peligro la vida de millones de civiles en ciudades de todo el mundo, advirtió Dhanapala.

«También existe el peligro de que los misiles sean utilizados como armas antisatelitales, lo cual llevaría la guerra al espacio exterior», añadió. (FIN/IPS/tra-en/td/ip/01

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