Organizaciones no gubernamentales criticaron hoy al gobierno de Estados Unidos porque Washington amenaza con no asistir a la conferencia de la ONU sobre el racismo que comienza a fines de mes en Durban, Sudáfrica.
«Ningún país debe ser inmune a examinar sus problemas raciales internos. Sabemos que esta conferencia es controvertida, pero queremos que Estados Unidos participe», dijo Wade Henderson, director ejecutivo de la organización no gubernamental (ONG) Leadership Conference on Civil Rights.
La Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia se realizará en Durban del 31 de agosto al 6 de septiembre.
El grupo de ONG, entre ellas la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, el Comité de Abogados por los Derechos Civiles, y el Fondo Mexicano Estadounidense de Defensa y Educación, señaló que liderará la ofensiva para que la sociedad civil estadounidense participe en la conferencia.
«Iremos con o sin el gobierno de Estados Unidos», aseguró Henderson, y anunció que el grupo de ONG divulgará un informe en la conferencia que denuncia la «discriminación crónica» en este país contra negros, asiáticos, hispanos e indígenas.
Washington no asistirá a Durban, o enviará una delegación de bajo nivel, si en la conferencia se discute la moción para reflotar la resolución de 1975 de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que igualaba sionismo con racismo, o la propuesta de indemnizar a las víctimas pasadas de la esclavitud.
«Queremos ir (a Durban), pero no a cualquier precio», explicó un funcionario del Departamento de Estado (Ministerio de Relaciones Exteriores).
La Organización de la Conferencia Islámica habría accedido a no incluir el tema del sionismo en la conferencia, al cierre la semana pasada de una reunión preparatoria celebrada en Ginebra.
No obstante, la OCI se negó a dejar de calificar a Israel de «potencia racista de ocupación» en Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental.
La ONG de Henderson envió una carta al Secretario de Estado Colin Powell pidiéndole que encabece la delegación de Washington en Durban. Los grupos también pidieron a Estados Unidos que incremente los fondos destinados a la conferencia, por encima de los 250.000 dólares prometidos el año pasado.
«Tampoco queremos que Estados Unidos imponga condiciones, si es que queremos tener debates significativos», agregó.
La xenofobia, la discriminación racial y de género, las castas en India, los derechos de los indígenas, el tratamiento de los refugiados y los inmigrantes, y la explotación de mujeres y niños son todos temas polémicos que se discutirán en Durban.
Pero uno de los puntos más resistidos es la inclusión de la indemnización a las víctimas de la esclavitud y el colonialismo pasados, rechazada por Estados Unidos y ex potencias coloniales como Alemania, Bélgica, España, Gran Bretaña, Holanda y Portugal.
La discusión de las políticas presuntamente racistas de Israel en los territorios palestinos ocupados también es opuesta por Estados Unidos e Israel.
El intento de delegados árabes de calificar los ataques israelíes contra la población palestina como un «holocausto» fue rechazado enérgicamente por Israel, que limita ese término al genocidio de los judíos por el régimen nazi durante la segunda guerra mundial.
Estados Unidos y ex potencias coloniales europeas se niegan a pedir disculpas por la esclavitud y la explotación colonial, al parecer por temor a que las víctimas puedan utilizar esa disculpa en su contra ante los tribunales.
«Debe haber un reconocimiento colectivo de la terrible explotación y violaciones de derechos humanos y crímenes contra la humanidad cometidos en el pasado», declaró la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU y secretaria general de la conferencia de Durban, Mary Robinson.
«Veo gran mérito… en que ese reconocimiento tenga la forma de una disculpa», agregó.
Israel, que apoyó en el pasado las demandas de judíos para que Alemania les indemnizara por atrocidades cometidas en su contra por el régimen nazi, se opone al concepto mismo de la indemnización.
La razón es que en el futuro podría recibir demandas de palestinos por posibles atrocidades cometidas en los territorios ocupados.
Los descendientes de los judíos utilizados por los nazis como mano de obra esclava reciben indemnizaciones de un fondo de 4.400 millones de dólares que el gobierno alemán destinó a ese fin.
Henderson dijo que Washington ha sido un firme defensor de la indemnización a las víctimas del holocausto y de que se indemnizara a los ciudadanos japoneses encerrados en campos de concentración en Estados Unidos durante la segunda guerra mundial.
Por lo tanto, los intentos de Washington de excluir el tema de la indemnización de la conferencia de Durban es «hipócrita», según Henderson. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/aq/hd/01