La comunidad internacional comenzó hoy a analizar en esta ciudad portuaria de Sudáfrica las nuevas manifestaciones de racismo surgidas desde las dos últimas conferencias mundiales sobre esa forma de discriminación y opresión, realizadas en 1978 y 1983.
El país sede de la Conferencia de las Naciones Unidas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia es en un símbolo de esperanza, destacó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.
Las conferencias anteriores diseñaron las sanciones que ayudaron a derribar el régimen sudafricano de segregación racial (apartheid).
«Ningún lugar podría ser más apropiado que la nueva Sudáfrica para que el mundo discuta sobre el racismo y cómo superarlo. Este país ha dado al mundo un ejemplo maravilloso», destacó Annan.
La ciudad de Durban estaba oscura y húmeda el jueves, como sugiriendo que las heridas del racismo, la discriminación y la intolerancia aún no se han cerrado y que el legado del apartheid todavía subsiste.
La decisión de Estados Unidos de no enviar una delegación de alto nivel a la conferencia ensombrece los esfuerzos contra el racismo. Canadá y algunos países europeos decidieron seguir el ejemplo de Washington, en protesta ante las propuestas de censura a Israel.
También la intensificación de la violencia entre Palestina e Israel se cierne sobre Durban.
En un foro de organizaciones no gubernamentales (ONG) anterior a la conferencia, los delegados discutieron el derecho del pueblo judío y el palestino a un estado propio.
La juventud sionista consideró injusta la conferencia, mientras activistas palestinos y judíos ortodoxos realizaron vigilias.
Los días previos a la conferencia también revelaron tensiones entre participantes y no participantes de las sesiones oficiales de la conferencia.
Dentro de la conferencia principal, los delegados gubernamentales, en especial los de países ricos, impulsarán una agenda restringida dirigida a los cambios legislativos, la educación y la concienciación.
Fuera de la conferencia, en el foro de ONG y en el más radical Foro Social, los activistas exigen una comprensión más profunda de las formas relacionadas de racismo e intolerancia.
Major Kobese, portavoz del Foro de ONG, consideró inviable una conferencia que no tome en cuenta el «apartheid mundial», es decir, la brecha entre las regiones ricas y pobres, que se ha ampliado en los últimos 10 años como consecuencia de la globalización, según críticos.
El reclamo de compensación por la esclavitud y el colonialismo puede entenderse de la misma manera, según sus proponentes. Ellos sostienen que los países en desarrollo son subdesarrollados debido a su pasado colonial.
Grupos de la sociedad civil señalaron que ninguna forma actual de racismo puede estudiarse sin analizar sus raíces económicas y programaron para este viernes una marcha bajo la consigna de «Combatir el racismo y la pobreza».
Annan y Mary Robinson, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, admitieron ese argumento.
El racismo tiene que ver con pobreza, sida, discapacidad, juventud, género, tráfico y prostitución, señaló el secretario general de la ONU.
Robinson manifestó su preferencia por «acciones concretas» y una plataforma de acción estrecha.
«Durban debe marcar una diferencia», declaró su portavoz, Tefera Shiawl. El resultado óptimo sería que los estados miembros se comprometieran con programas específicos, sea mediante cambios en sus leyes y programas educativos o mediante otras estrategias eficaces, agregó.
La alta comisionada se manifestó a favor de un reconocimiento colectivo sobre el legado del colonialismo, pero esto será muy difícil, advirtió un diplomático, porque el derecho internacional no prevé claramente la posibilidad de acciones judiciales por ese motivo.
Como país anfitrión, Sudáfrica intenta transformar los reclamos de compensaciones individuales en una campaña por el cambio de las normas del comercio internacional, el aumento de la ayuda para el desarrollo y el respaldo al Programa de Recuperación Africana del Milenio.
Al momento de la inauguración de la conferencia, el proyecto de declaración final y la plataforma de acción todavía se estaban negociando.
La conferencia está «altamente politizada», afirmó Neuma Grobbelaar, analista del Instituto Sudafricano de Asuntos Internacionales.
La declaración final incluirá una lista de las actuales víctimas y formas de racismo, discriminación racial e intolerancia, así como medidas preventivas, formas de compensación y estrategias de correción.
Algunos delegados expresaron preocupación porque la concentración en el sionismo desvíe la atención de otros asuntos igualmente importantes como la xenofobia, el tráfico de mujeres y niños, la intersección de género y raza y la posición de grupos vulnerables, como indígenas y gitanos europeos. (FIN/IPS/tra-en/fk/aa/mlm/hd/01