Más de 2.000 colombianas y unas cien líderes de organizaciones femeninas internacionales iniciaron hoy en siete departamentos de Colombia caravanas por la paz hacia un puerto petrolero del río Magdalena controlado por los paramilitares de derecha.
La llamada Movilización Nacional e Internacional de Mujeres Contra la Guerra, que se prolongará hasta el viernes, se realiza en respaldo de la Organización Femenina Popular (OFP) del nororiental puerto de Barrancabermeja, un grupo que soporta desde hace más de un año la presión de los paramilitares.
La OFP nació en l972, auspiciada por la Iglesia Católica y para capacitar a mujeres. En l988 se convirtió en organización autónoma y amplió sus programas al campo de la salud, la economía solidaria y la atención a mujeres desplazadas.
El grupo tiene 1.200 integrantes en cinco municipios del curso medio del río Magdalena, en el centro del país. Los paramilitares las amenazan para que renuncien a su trabajo comunitario y en enero las declararon objetivo militar.
Aunque la actividad alrededor de sus programas ha decaído, a causa de la presión de los irregulares, las mujeres continúan resistiendo, con apoyo nacional e internacional.
«No nos vamos de Barrancabermeja ni del país. Queremos construir nuestra vida en ese pedacito de tierra donde hemos soñado y criado a nuestros hijos», dijo a IPS Matilde Vargas, dirigente de la OFP.
«Ser mujeres pobres y organizadas en medio de un conflicto armado como el que se vive en Colombia no es fácil», comentó Vargas. «Nuestra posición es de civilidad, de autonomía frente a ellos (los grupos armados). Pero los 'paras' (paramilitares) no quieren escuchar».
Al amanecer de este martes, de siete departamentos -Antioquia, Valle, Putumayo Risaralda, Caquetá, Chocó y Cundinamarca- salieron 50 autobuses hacia Barrancabermeja, formando «el corredor humanitario de las mujeres».
La idea de esta movilización surgió del ejemplo de otras mujeres del país que no le hacen el juego a la guerra, señaló Vargas, que mencionó a «La Ruta Pacífica de las Mujeres», una iniciativa feminista puesta en apoyo de la negociación de paz.
Las participantes en esa iniciativa ya han realizado seis marchas para divulgar su mensaje de oposición a la violencia.
Las caravanas puestas en marcha este martes van a converger en Barrancabermeja, de 155.000 habitantes, donde las activistas realizarán un acto ecuménico de exorcismo del miedo, una vigilia por la vida y un panel con participación de mujeres llegadas del extranjero.
«El miedo en Barrancabermeja nos está paralizando. Pero (muchas) mujeres hemos sido capaces de ir rompiendo ese miedo, irlo convirtiendo en potencialidad para actuar», aseguró Vargas.
Al respecto, explicó que cuando ella y sus compañeras superaron el temor inicial a los paramilitares, lograron hallar «salidas creativas para resistir en medio del conflicto».
Decidieron entonces no permanecer calladas, vencer la impotencia y la resignación «y adoptar una postura de dignidad frente a la grave situación».
Organizaciones de derechos humanos han contado 1.000 asesinatos en Barrancabermeja desde la llegada de los paramilitares, hace dos años, y 250 este año. Diez por ciento de las víctimas son mujeres.
Otro de los objetivos de la movilización es fortalecer la cadena de solidaridad del movimiento internacional de mujeres contra la guerra. Parlamentarias latinoamericanas y delegadas de organizaciones de Alemania, Brasil, Canadá, España, Guatemala y Suiza forman parte de la movilización.
«Nos preocupa mucho la situación de OFP», dijo a IPS Almudena Izquierdo, de Mujeres de Negro contra la guerra, de España. Izquierdo destacó el papel de enlace entre las mujeres latinoamericanas y europeas que realizan las organizaciones españolas.
María Eugenia Sánchez, de la Casa de La Mujer, que también promueve la movilización, señaló la necesidad de hacer conocer a la opinión nacional e internacional la violación de los derechos humanos de las mujeres, que son víctima de todas las fuerzas que intervienen en el conflicto.
«Las violaciones que viven permanentemente las mujeres en las zonas de conflicto armado son las que menos se conocen», las que menos se denuncian y «las que menos están incluidas en las agendas de negociación con los grupos armados», dijo Sánchez a IPS.
El último informe de la oficina en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos indica que las mujeres sufren especialmente el desplazamiento forzoso, pues asumen la jefatura del hogar.
Las organizaciones femeninas colombianas recopilan información sobre las agresiones a las mujeres para enviar un informe alterno a la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson
«Esperamos que los grupos armados respeten esta marcha, que es una marcha pacífica», y que se entienda «que las mujeres estamos en una resistencia civil pacífica y en contra de la guerra» , declaró Sánchez. (FIN/IPS/yf/ff/hd ip/01