COMUNICACION-TAILANDIA: Presiones del gobierno sobre la prensa

El primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, es acusado de manipulación de los medios de prensa, siete meses luego de asumir el poder y semanas después de su absolución de cargos de corrupción.

Varios artículos y comentarios periodísticos se refieren a una serie de incidentes ocurridos en los últimos meses que, según periodistas, revelan los intentos del gobierno por controlar los medios de comunicación de una manera sutil, así como su intolerancia a las críticas.

«La libertad de prensa es recortada de a poco», afirmó un periódico tailandés.

La manipulación de los medios se realiza mediante presiones económicas y de acuerdos comerciales de trastienda, en contraste con otras formas menos sutiles de represión del pasado, como los ataques a oficinas de periódicos, aseguraron algunos periodistas.

«Lo que ocurre ahora es más siniestro que lo ocurrido bajo el gobierno de Chuan Leekpai», antecesor de Thaksin, dijo el activista de los derechos humanos Somchai Homlaor.

«El gobierno de Chuan fue acusado de aplicar tácticas para obtener una buena cobertura, pero no de censurar como este gobierno», señaló.

«Mediante una inversión muy hábil de dinero y recursos humanos, (Thaksin) influye sobre la prensa, la coacciona y la debilita como nunca antes», aseguró Kavi Chongkittavorn en el diario de lengua inglesa The Nation.

El modus operandi de las autoridades, según los críticos, varía desde la destitución o el traslado de presentadores de radio hasta la suspensión de programas radiales o televisivos «hostiles» al gobierno de Thaksin, que obtuvo en las elecciones de enero un mandato con enorme respaldo popular.

La Policía Real Tailandesa formuló advertencias este mes a dos periódicos por publicar informes de agencias de noticias extranjeras sobre el cargo de ocultamiento patrimonial de Thaksin, del cual fue absuelto el día 3, aseguraron medios de prensa.

Periodistas de radio y televisión y 70 senadores firmaron un documento en el que exhortan al primer ministro a respetar la libertad de prensa y no interfererir con la información, en especial de los medios estatales, cuya independencia está consagrada en la nueva Constitución de 1997.

Académicos y comunicadores sostienen que hubo 14 casos de interferencia del gobierno con la prensa desde que Thaksin, un antiguo magnate de las telecomunicaciones, asumió el poder.

Algunos diarios también afirmaron que hubo intentos de silenciarlos a través de la restricción de avisos publicitarios de organismos y empresas estatales.

«En lugar de asignar los avisos por los canales normales, todos – desde los anuncios de las empresas del primer ministro u otros ministros hasta los de las compañías estatales- son centralizados en una unidad de control», denunció The Nation.

La colocación de propaganda en determinado medio se basa en su grado de apoyo al gobierno, sostuvo el periódico.

«El propósito es debilitar a los medios críticos, en particular la prensa independendiente, y obligar a editores y periodistas a la autocensura», agregó.

«Debemos estar más atentos y vigilar estas acciones del gobierno contra la libertad de prensa», exhortó Chavarong Limpattananee, secretario general de la Asociación de Periodistas Tailandeses.

«La presión económica del gobierno, como la retención de anuncios publicitarios en diarios importantes, está teniendo su efecto, porque algunos periódicos ya no son tan críticos como antes», afirmó.

Thaksin, por su parte, desmintió las acusaciones en un programa de radio emitido el sábado.

«Todo el tiempo les digo a los ministros que no interfieran con los medios de prensa», declaró.

Thaksin nunca dio una orden de censura o interferencia, aseguró Suranan Vejjajiva, portavoz del partido gobernante Thai Rak Thai, en un seminario de la Asociación de Periodistas Tailandeses y otras organizaciones de prensa, también el sábado.

«Si bien las interferencias existen», admitió Suranan, «no se puede afirmar que tengan que ver con el partido de gobierno. La palabra 'gobierno' es demasiado amplia, porque abarca a políticos y a burócratas».

Gran parte de los medios de prensa tailandeses -incluso varias estaciones de radio y televisión- pertenecen al Estado, por lo tanto sus empleados son funcionarios públicos, observó Kamol Hengkietisak en el diario The Bangkok Post, en su edición del domingo.

«Si bien los gobiernos en general esperan que los medios oficiales lo respalden, la nueva Constitución establece dos disposiciones al respecto», señaló.

Las secciones 40 y 41 de la Constitución establecen que los canales de radio y televisión son recursos nacionales para beneficio público y que todos los empleados de medios de prensa, sean éstos privados o públicos, tienen libertad de expresión.

Por lo tanto, el gobierno de Thaksin debe aprender a aceptar las críticas inherentes a un sistema democrático, exhortaron periodistas.

«El primer ministro y su partido deben acostumbrarse a ser criticados y controlados por los periodistas, en particular en los medios escritos», dijo Chavarong. (FIN/IPS/tra-en/mmm-js/js/mlm/cr-hd/01

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