India mantendrá su oposición al proyecto de realizar una nueva ronda de negociaciones multilaterales para profundizar la liberalización del comercio, que será discutido en la conferencia ministerial de la OMC en Qatar, prevista para noviembre.
El gobierno alega que las nuevas negociaciones deben ser precedidas de la implementación de asuntos pendientes de la Ronda Uruguay, realizada entre 1986 y 1994 y que dio origen a la OMC (Organización Mundial del Comercio).
India no teme al aislamiento internacional por sostener esa posición, afirmó esta semana el ministro de Comercio, Murasoli Maran, en el marco de una reunión en Nueva Delhi sobre «Preocupaciones de los países en desarrollo en el sistema de la OMC».
El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, advirtió este mes al gobierno indio que se expondrá al aislamiento si mantiene en Qatar su oposición a la nueva ronda de negociaciones.
Los países del mundo en desarrollo «serán los principales perdedores» si fracasa la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, según Zoellick. La nueva ronda comercial es también impulsada por la Unión Europea y Japón.
India procura que el Grupo de los 77 (G-77, bloque que reúne a 133 países en desarrollo) adopte una posición concertada para la conferencia de Qatar. También Malasia se ha pronunciado en contra de la convocatoria a una nueva ronda de negociaciones que ampliaría el mandato de la OMC.
«Poner sobre la mesa una cantidad de nuevos asuntos para que unos pocos países logren ventajas y concesiones recíprocas sin ningún beneficio para el Sur en desarrollo no augura nada bueno para el sistema multilateral de comercio», dijo Maran en una carta dirigida a los ministros de Comercio del G-77.
Los países en desarrollo deben coordinar sus posiciones, para defender sus intereses comunes, agregó.
El Sur no puede asumir más compromisos y se opone a vincular el comercio con las normas ambientales y laborales, que podrían ser utilizadas por los países del Norte industrializado para distorsionar aún más la competencia comercial y liquidar ventajas comparativas del mundo en desarrollo.
Muchos países del Sur creen que, antes de negociar nuevos asuntos, es necesario resolver los problemas surgidos de normas comerciales que dañan su economía.
La Red del Tercer Mundo (TWN) una organización no gubernamental con sede en Malasia, señaló dos categorías de problemas que interesan a los países en desarrollo.
En primer lugar, «debido a la incompleta implementación de los compromisos de los países ricos, no se han logrado los beneficios esperados en los sectores textil y agrícola», observó la TWN.
En segundo término, se cuentan «los problemas que han causado a los países el cumplimento de sus obligaciones en materia de propiedad intelectual, subsidios, agricultura y medidas para la inversión».
«No podemos aplicar políticas que afectarán a nuestros agricultores, pues somos una democracia», afirmó el ministro de Comercio indio.
Por su parte, el primer ministro Atal Behari Vajpayee se refirió a la «agenda incompleta» de la Ronda Uruguay, al inaugurar la conferencia de esta semana en Nueva Delhi. Pero aseguró que su gobierno acudirá a la reunión de Qatar con «mentalidad abierta».
«Los países industriales defraudaron las expectativas de que reducirían los subsidios a su agricultura», indicó Vajpayee. Los agricultores indios no quieren verse expuestos a «la competencia desleal que representa la exportación de productos subsidiados», pues su sustento está en juego, agregó.
Así mismo, advirtió que India no permitirá la «apropiación indebida» de sus recursos mediante el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual, otro instrumento de la OMC que, según los críticos, es utilizado por el Norte para adueñarse de riquezas naturales del Sur.
El primer ministro exigió que las patentes de propiedad intelectual contemplen los derechos del país de origen de recursos biológicos y genéticos y los conocimientos tradicionales utilizados en productos o procesos industriales.
India perdió este mes una batalla ante la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos, que rechazó su recurso contra el registro de variedades de arroz semejantes al «basmati», cultivado durante siglos por agricultores indios y paquistaníes.
Vajpayee también reclamó el reconocimiento como un derecho universal el acceso a medicamentos económicos contra enfermedades mortales o graves.
«La OMC nació en un mundo desigual. Por tanto, su primer mandato es ayudar a reducir la brecha de desarrollo entre las naciones del mundo. India exhorta a los países industrializados y en desarrollo a colaborar y poner a la OMC a trabajar por los pobres», concluyó. (FIN/IPS/tra-eng/rdr/js/dc-ff/if dv/01