El Quinto Encuentro Latinoamericano de Cine de la capital peruana reabrió el antiguo debate entre crítica y público, debido a las fuertes discrepancias entre el jurado internacional y los 35.000 espectadores.
Las producciones peruanas «Bala perdida», de Aldo Savini, y «El bien esquivo», de Augusto Tamayo, compartieron el primer premio del festival, según el jurado, mientras que el público le otorgó el triunfo a la película argentina «Nueve reinas».
Esas opiniones divergentes llevaron al actor, periodista y promotor cultural Pericles Cáceres a preguntarse «¿para quién producen los artistas: para los críticos o para el público?
«El cine es un arte destinado al consumo masivo y es más importante la opinión de los espectadores que el juicio de los especialistas?», contesta el propio Cáceres.
Ese criterio no es compartido por la productora Margarita Morales, quien considera que «el premio más importante es el otorgado por la crítica».
La decisión de los especialistas «refleja un juicio técnico, que está varios pasos delante de la opinión del público, y aprecia los aportes creativos en un arte que, como todos los demás, está en permanente evolución», apuntó Morales.
Los profesores de la Universidad Católica de Lima y los críticos que crearon hace cinco años el Encuentro Latinoamericano de Cine declararon entonces que la opinión del público era el premio más importante para una obra, y por ello montaron un sistema para computar los votos de los espectadores.
«Nueve reinas», la película premiada por los espectadores, es la opera prima del director argentino Fabián Bielinsky y éxito en su país donde fue vista por más de un millón de espectadores. Se trata de una comedia policial que narra la historia de dos delincuentes menores envueltos en un robo millonario.
Por su parte, «Bala perdida», uno de los dos filmes ganadores de la muestra según el jurado, es definido por su director como una «fantasía psicológica del horror» que describe la incomunicación juvenil, la marginación racista, los extravíos psicodélicos y desenfrenos etílicos y narcóticos.
La otra obra premiada por los especialistas, «El bien esquivo», está ambientada en el virreinato español de Perú y refleja el choque de los dos mundos en el conflicto interno de un soldado mestizo que regresa de Europa en busca de su identidad personal y cultural y desemboca en la rebeldía social.
En el festival finalizado el domingo pasado, en el que participaron 45 películas extranjeras y tres peruanas, también se concedieron otros galardones.
La Medalla Fellini, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, fue obtenida por el filme «Lumumba», del haitiano Raoul Peck, mientras que el jurado de la revista cinematográfica «La gran ilusión» honró a la uruguaya «25 Watts», de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll.
La Iglesia Católica peruana, a través de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, también premió a «Lumumba» y concedió mención honrosa a «25 Watts».
En tanto, el jurado distinguió como mejor actriz a Regina Casé, por su actuación en la película brasileña «Yo, tú, ellos», que también obtuvo el premio a la mejor fotografía, y el galardón de mejor actor se lo llevó Julio Jung, por la película chilena «Coronación».
El mejor guión correspondió a la uruguaya «25 Watts», filme en blanco y negro, cuyo rodaje iniciado como trabajo de fin de curso de dos jóvenes estudiantes de cine costó 25.000 dólares, y que también fue premiada en el Festival de Rotterdam y resonante éxito de público en Montevideo.
La discrepancia entre los críticos y los 35.000 espectadores que durante 10 días circularon entre las cinco salas de exhibición se reafirma al comprobar que las dos obras premiadas por el jurado no figuran entre las cinco más votadas por el público.
El segundo lugar entre las preferencias de los espectadores correspondió a la peruana «Tinta roja», que desarrolla la cuestión de la ética periodística. También alcanzaron las más altas votaciones «Lumumba», «El auto de la compadecida», del brasileño Guel Arraes, y «la Ley de Herodes», del mexicano Luis Estrada.
«El director es en esencia un narrador de historias, su éxito y su mérito radica en el impacto que consigue en el público. Hay otro cine, que busca otras cosas y que es hecho para críticos y cinéfilos, pero yo me siento comprometido con el arte mayoritario», dijo Marcelo Piñeyro, cineasta argentino.
Piñeyro, ganador de numerosos premios internacionales y considerado uno de los directores más importantes de su país, trajo a este festival su último trabajo, «Plata quemada», que figuró entre las favoritas pese a no obtener ningún premio.
Las personas vinculadas a la cinematográfica consultadas después de finalizado el Encuentro coinciden en su mayoría con el criterio del jurado.
Uno de ellos, el cineasta peruano Alvaro Velarde, consideró a «Bala perdida, de lejos, la mejor entre las exhibidas en el festival, pero como no es una película fácil no figuró entre las favoritas del público».
En tanto, la periodista Mónica Villalobos, del matutino El Comercio, apuntó que, «si bien es sorprendente el premio concedido a «25 Watts», puede considerarse una señal de que los miembros del jurado están en busca de propuestas frescas y novedosas».
En cuanto a los dos filmes peruanos premiados por la crítica, Villalobos admitió que «algunas personas calificaron el fallo de chauvinista».
Sin embargo, «también muchos otros se entusiasmaron porque consideran el premio compartido entre 'Bala perdida' y 'El bien esquivo' como un merecido reconocimiento al vuelo creativo de sus productores y directores», añadió. (FIN/IPS/al/dm/cr/01