El uso de tecnologías ya disponibles para reducir los gases invernadero evitaría en los próximos 20 años la muerte de 64.000 personas y la pérdida de 37 millones de días de trabajo en cuatro grandes ciudades del mundo.
Las cifras, publicadas por la revista estadounidense Science, se refieren a las ciudades de México, Nueva York, Santiago de Chile y Sao Paulo, pero las conclusiones generales del estudio podrían aplicarse a todas las zonas urbanas, sostienen los autores.
Los investigadores calcularon un abatimiento de 10 por ciento de la concentración de materia sólida en el aire mediante el uso para reducir los gases invernadero de tecnologías que se hallan en el mercado.
Los investigadores examinaron el efecto de la contaminación de gases generados por los combustibles fósiles en la tasa de mortalidad de las cuatro ciudades consideradas.
La discusión acerca de los efectos de los gases producidos por la combustión de petróleo, carbón y gas natural se concentró en el proceso de recalentamiento del planeta y sus consecuencias, el derretimiento de los hielos polares y la elevación de los mares, entre otros fenómenos.
Pero esos gases tienen un efecto inmediato en la calidad del aire y en la salud humana, afirma la investigación publicada por la revista Science, especializada en temas científicos y publicada por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
«Hay pocas dudas de que la contaminación del aire por el modelo actual de uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad, transporte, industria y viviendas enferma o mata a millones de personas en todo el mundo», sostiene el estudio.
«Las mismas medidas que pueden minimizar la acumulación a largo plazo de los gases invernadero pueden tener efectos inmediatos y poderosos en la salud pública, reduciendo los impactos adversos de la contaminación del aire», sostiene el estudio.
La mayoría de los científicos considera que el dióxido de carbono y otros gases invernadero generados por la actividad humana son causantes del cambio climático.
Está demostrado que esa misma contaminación provoca muertes prematuras por asma, afecciones pulmonares y cardíacas, dijo Devra Lee Davis, coautora del estudio y profesora del Colegio Heinz para Políticas Públicas y Administración de la Universidad Carnegie Mellon de Pennsylvania, Estados Unidos.
«Según la forma en que se desarrollen, las políticas para mitigar los gases invernadero pueden generar beneficios inmediatos para 3.000 millones de personas que viven en zonas urbanas de todo el mundo», afirma la investigación.
Un ejemplo de los beneficios para la salud que se registran cuando mejora la calidad del aire fue documentado durante los Juegos Olímpicos de 1996, celebrados en la ciudad estadounidense de Atlanta.
Al establecerse formas de transporte alternativas durante los Juegos se redujo 30 por ciento el uso de vehículos viejos que emitían gases contaminantes, y la cantidad de ataques severos de asma cayó 40 por ciento con relación al mismo periodo de años anteriores y posteriores a 1996.
Las afecciones por contaminación del aire procedente de fuentes internas o externas son una de las diez primeras causas de incapacidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS calculó en 1995 que se producían 460.000 muertes evitables por año como resultado de la exposición a las partículas sólidas del aire libre en zonas urbanas.
Casi 700.000 muertes anuales se vinculan con la contaminaciónn del aire, por lo cual para 2020 se habrán registrado casi ocho millones de muertes evitables, sostiene otro estudio realizado en 1997 por la OMS y el estadounidense Instituto Mundial de Recursos, entre otros.
«Cada día que se posponen las medidas para reducir la emisión de gases de combustibles fósiles se incrementan las muertes y enfermedades relacionadas con la contaminación aérea», señala el informe de Science.
Los autores esperan que la investigación ayude a un mejor reconocimiento de los efectos públicos inmediatos de la emisión de gases invernadero.
Si se integrara el impacto económico y social de la contaminación por gases invernadero a las discusiones sobre el cambio climático, «se podría impulsar una revisión importante del debate y se ayudaría a quebrar el estancamiento actual», afirmaron. (FIN/IPS/tra-en/dk/aa/dc/aq/he/01