La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible Río más 10, programada para 2002 en Sudáfrica, puede ser la oportunidad para descifrar fórmulas que permitan orientar la globalización a favor de los pobres y del ambiente.
Pero, para hacerlo, hay que escuchar a quienes se oponen a la globalización, dijo a Tierramérica Klaus Toepfer, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), durante una visita a México.
—Tierramérica: Sube el tono del reclamo y la violencia de quienes cuestionan la globalización y afirman que en discusiones como las relativas al cambio climático no se les escucha. ¿Tienen razón? ¿Qué debe hacerse frente a ellos?
—Toepfer: Estoy seguro de que las acciones violentas que hemos visto son absolutamente irresponsables y son un gran desventaja para quienes tienen inquietudes respecto de la globalización. Sus argumentos serían más fuertes si no se vincularan a la violencia. Pero hay que escuchar a los sectores que se oponen al proceso, hay que trabajar para integrarlos a las discusiones.
—Tierramérica: La oferta de escucharlos se repite, pero no parecen existir los espacios efectivos. Estos movimientos sostienen que se decide siempre a sus espaldas.
—Toepfer: No quiero dar ninguna señal de que estoy de acuerdo con la violencia, pero debemos escuchar cuidadosamente sus argumentos. La Cumbre Río+10 en 2002 (organizada por el PNUMA) puede ser el sitio para dialogar sobre qué debemos hacer para que la globalización sea una ventaja para los pobres y funcione para el ambiente.
—Tierramérica: En la última conferencia sobre el Protocolo de Kyoto, celebrada en Bonn en julio con la conducción del PNUMA, los indígenas pidieron ser escuchados, pues el cambio climático los afecta, a ellos y a sus recursos. Sin embargo dijeron que otra vez no se los tuvo en cuenta.
—Toepfer: Yo tuve la oportunidad de reunirme en Bonn con un representante de los indígenas. Reconozco que ellos tienen el sentir de que no se les ha integrado a estas negociaciones sobre cambio climático. Debemos hacer todo lo posible por integrar a la sociedad civil en general y a los indígenas en estos temas. Queremos prepararnos mejor para las próximas reuniones.
—Tierramérica: Algunos expertos no parecen satisfechos por lo alcanzado en Bonn. ¿Qué faltó, porqué no avanza la ratificación del Protocolo de Kyoto?
—Toepfer: Se logró un importante punto de partida para la cooperación ambiental multilateral y una base para que lo ratifiquen los parlamentos nacionales.
El acuerdo para la absorción de carbono no satisface a todos, y los países industriales sostienen que los 420 millones de dólares que aportarán a los países en desarrollo para alentar esos mecanismos son suficientes. Pero otros dicen que es muy poco.
Se sabe que la «parte más difícil del moño está en el detalle» y siempre se puede hacer algo mejor.
—TierraméricaP Sin embargo, cualquier avance parece anularse ante la postura de Estados Unidos, el principal responsable del cambio climático por sus grandes emisiones de gases, que sigue considerando el Protocolo de Kyoto «fatalmente defectuoso».
—Toepfer: Es muy importante que queden claros los hechos. También el gobierno de Estados Unidos está convencido de que el cambio climático es consecuencia de la actividad humana, del uso masivo de combustibles fósiles.
Desde luego, es necesario que Estados Unidos se una al protocolo, pues además, es el país con tecnología líder y los avances tecnológicos son imprescindibles para usar mejor la energía.
Debemos hacer un esfuerzo por trabajar con Estados Unidos, y en eso Bonn fue positivo, pues dejó abierta la posibilidad. No es mi tarea asesorar o hacer recomendaciones, pero estoy seguro de que hay un sentir muy claro sobre la responsabilidad de Estados Unidos en el cambio climático. (FIN/TA/dc/en/01
