El presidente de Namibia, Sam Nujoma, instó a los gobernantes de Africa austral a acelerar la implementación de una cuota mínima de 30 por ciento para mujeres en organismos políticos y otras instituciones clave.
Nujoma ocupa la presidencia de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral (SADC, por sus siglas en inglés), y lanzó su exhortación en la cumbre anual del grupo, que comenzó el domingo en Malawi.
Los Estados miembros de la SADC firmaron en septiembre de 1997 una Declaración sobre Género y Desarrollo en Blantyre, meridional ciudad de Malawi y capital comercial del país, donde se realiza la cumbre de tres días.
En aquella declaración se estableció el compromiso de alcanzar en 2005 la cuota mínima en todos los países de la SADC, y Nujoma pidió que aumentaran los esfuerzos para cumplir ese objetivo antes de la fecha prevista.
«La igualdad de género es una cuestión fundamental de derechos humanos, una requisito de la democracia y un imperativo económico», sostuvo.
La declaración de 1995 se adecuó a los lineamientos de la Conferencia sobre la Mujer organizada ese año en Beijing por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que pidió integrar la perspectiva de género y la promoción de los derechos de la mujer en todos los programas y políticas de desarrollo.
Los gobernantes de la SADC también señalaron en aquella ocasión su voluntad de aumentar el acceso de mujeres a medios de producción, entre ellos tierra, crédito, ganado y teconología avanzada.
La cuota mínima de 30 por ciento es una meta de la ONU, incluida también en la Carta de la Organización de la Unidad Africana.
Desde septiembre de 1995, la presencia de mujeres en parlamentos de países de la SADC aumentó de 15 a 18 por ciento.
Nujoma destacó que el promedio africano en la materia es 11 por ciento, el promedio mundial 13 por ciento, y el promedio en Europa y América 15 por ciento.
En Namibia, las mujeres son en la actualidad 19 por ciento del total de integrantes del parlamento, y «aún se afronta el desafío de asegurar que se alcance la meta de 30 por ciento», comentó.
Activistas por los derechos de la mujer y especialistas en desarrollo señalaron que el discurso de Nujoma fue un «desafío», en especial para países miembros de la SADC como Malawi, Mauricio y Swazilandia, donde la presencia de mujeres en organismos de toma de decisiones es aún menos de 10 por ciento.
«Me avergonzó ver que sólo hay hombres en la mesa que preside la cumbre. Eso no refleja en forma auténtica la realidad social», dijo a IPS un delegado que asistió a la ceremonia inaugural.
Los 10 gobernantes asistentes, el secretario ejecutivo de la SADC, Prega Ramsamy, y el secretario general saliente del bloque, Salim Ahmed Salim, son varones.
Participan en la cumbre del bloque, creado en 1992, Malawi, Botswana, Lesotho, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Swazilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe, y están ausentes los gobernantes de Angola, Mauricio, República Democrática del Congo (RDC) y Seychelles, los otros cuatro integrantes de la SADC.
Lesotho, Zambia y Zimbabwe, países del bloque que realizarán elecciones este año o el próximo, tienen la oportunidad de aprobar normas que aseguren el cumplimiento de la meta de 1995, indicó Christine Warioba, funcionaria del Departamento de Género de la SADC.
La Constitución de Tanzania reserva a las mujeres, como mínimo, 33 por ciento de los cargos en gobiernos locales y 20 por ciento de las bancas parlamentarias. En Sudáfrica, el gobernante Congreso Nacional Africano asigna a mujeres por lo menos un tercio de las bancas parlamentarias que le corresponden.
«Sudáfrica es el país de la SADC con más parlamentarias y más ministras, en ambos casos alrededor de 30 por ciento del total. En Mozambique, las parlamentarias son 28 por ciento y las ministras 14 por ciento. En Seychelles, hay 24 por ciento de mujeres en el parlamento y 21 por ciento en el gabinete ministerial», apuntó Ramsamy.
El equilibrio de género y la potenciación de la mujer son factores clave para reducir la pobreza y fortalecer las capacidades nacionales de crecimiento económico, sostuvo.
«Investigaciones han mostrado que la producción agrícola aumentaría hasta 15 por ciento si existiera igualdad de género en la inversión de capital», aseguró.
En 1998, los gobernantes de la SDC suscribieron un agregado a la declaración de 1995, en la cual expresaron su voluntad de erradicar la discriminación de género y la violencia contra la mujer y la infancia.
Desde entonces, sólo Mauricio y Sudáfrica han aprobado leyes contra la violencia doméstica, muy extendida en la región, aunque esos dos países no han asignado fondos presupuestarios a programas de educación en la materia. (FIN/IPS/tra-eng/hk/mn/mp/hd/01