La cumbre de jefes de estado y de gobierno de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral (SADC) se inició hoy en Malawi para fortalecer la capacidad de la organización para intervenir y detener conflictos regionales.
La semana pasada, los ministros de Defensa de la Comunidad acordaron un borrador que crea un pacto de defensa recíproca y otorga más poderes a la SADC en ese sentido.
Desde el lunes se llevaron a cabo en Blantyre, Malawi, sesiones del consejo de ministros del bloque que integran Angola, Botswana, República Democrática de Congo, Lesotho, Malawi, Mauricio, Mozambique, Namibia, Seychelles, Sudáfrica, Swazilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe.
Los gobernantes firmarán protocolos sobre política, defensa, seguridad y cooperación, control de armas, pesca, corrupción, cultura, información y deporte.
«La SADC necesita más poder y sólo lo obtendrá si los líderes regionales le ceden algo de autoridad política», sostuvo el experto en asuntos internacionales Chris Landsberg, de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica.
Pero los gobernantes regionales no muestran ninguna inclinación por otorgar poder político y económico al bloque y mantienen profundas diferencias políticas, señaló.
El presidente sudafricano Thabo Mbeki reconoció el lunes, en una entrevista con la British Broadcasting Corporation (BBC), que no pudo convencer al presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, de que respetara las leyes zimbabwenses. Mbeki dijo que Mugabe «no lo había escuchado».
Zimbabwe cayó en una profunda crisis económica y política por la acción de los autoproclamados veteranos de guerra de independencia, que expropian granjas y plantaciones y atacan a los opositores al régimen. Estos grupos cuentan con el respaldo de Mugabe y del gobierno.
La crisis de Zimbabwe tiene un efecto negativo en todos los países de la zona, pues junto a Sudáfrica constituyen los dos países más industrializados e influyentes de la región.
A menos que ambas naciones sostengan un mismo propósito político para la SADC, los intentos regionales de desarrollo terminarán en punto muerto, advirtió Landsberg.
El analista sostuvo que el avance en la integración económica no será posible si el bloque no encuentra mecanismos para asegurar una verdadera estabilidad política.
Hasta la fecha diez estados miembros ratificaron el protocolo de la SADC, que crea un área de libre comercio en la región, y que está destinado a impulsar el comercio intrarregional, apenas 10 por ciento del comercio total de los países del bloque.
Sudáfrica es responsable de 80 por ciento del comercio intrarregional. Pero muchos países ven con recelo su peso económico, sostuvo el jefe de economistas del Standard Bank, Iraj Abedian, en un estudio publicado en Johannesburgo.
Los ministros de Finanzas del bloque acordaron esta semana principios básicos para alcanzar la estabilidad financiera y la integración económica. Aún no se conocen detalles del acuerdo, que debe ser aprobado por los gobernantes.
Landsberg abrigó pocas esperanzas en la cumbre de Malawi, pero señaló que podría ser la oportunidad para que Sudáfrica comience a construir un bloque más poderoso.
El gobierno sudafricano pretende fortalecer a todas las organizaciones regionales que puedan aplicar la Nueva Iniciativa para Africa, un plan para impulsar la estabilidad política y el crecimiento económico del continente promovido por Mbeki, entre otros líderes africanos.
«Mbeki tendrá que construir alianzas tras bambalinas para lograr que emerja una visión común en la región y la estructura política y de seguridad necesaria», sostuvo Landsberg. Mbeki es «muy bueno para el trabajo entre bastidores», agregó.
La cumbre también debatirá la reestructura de la SADC para racionalizar sus organismos y elegirá nuevo presidente para el Organo sobre Política, Seguridad y Defensa. (FIN/IPS/tra-en/as/mn/aq/ip/01