RUSIA: Ambicioso plan de recuperación de las carreteras

El gobierno de Rusia se propone invertir 76.000 millones de dólares en la renovación y ampliación de la obsoleta red vial nacional, cuya longitud es la mitad de lo que el país necesita.

«El estado de las carreteras no satisface las necesidades de la economía», advirtió el primer ministro Mijaíl Kasyanov tras la aprobación provisoria del plan. El borrador final del presupuesto estará listo antes de fines de este mes.

Rusia tiene 670.000 kilómetros de vías pavimentadas, menos de la mitad de lo que necesita, según los expertos. Pero en los últimos seis años se construyeron 65.000 kilómetros. El gobierno federal invirtió 5.000 millones de dólares en 1997 y 6.000 millones en 1996 en el sector.

El proyecto «Las carreteras rusas en el siglo XXI» prevé la construcción de 80.000 kilómetros de caminería. El gobierno espera que el plan reduzca los costos del transporte y estimule el turismo, el comercio y la industria.

Además, la renovación de la red vial aportará a la economía beneficios por valor de 300.000 millones de dólares, aseguró el ministro de Transporte Sergei Frank.

Esos beneficios incluirían ingresos directos por pago de peajes e indirectos por la mejora de la infraestructura. La cifra estimada no fue confirmada por fuentes no gubernamentales.

Casi 80 por ciento de las principales carreteras están en malas condiciones, carecen de iluminación y su sistema de señalización está obsoleto.

A muchas ciudades del norte de Rusia y de Siberia, algunas con más de 500.000 habitantes, sólo se puede llegar por automóvil en invierno, cuando el suelo se congela y solidifica a temperaturas inferiores a 30 grados bajo cero.

La carretera Moscú-San Petersburgo, la ruta nacional más importante que une las regiones central y occidental y dos ciudades con una población conjunta de 15 millones de personas, padece los mismos males.

Los fondos destinados al mantenimiento son insuficientes. Las carreteras nacionales son financiadas con el presupuesto federal, mientras los gobiernos municipales son responsables de la caminería ciudadana.

Además, abundan las denuncias de corrupción en las obras viales de todo el país. Incluso en Moscú, los mismos tramos de una calle pueden ser reparados varias veces en el mismo invierno, aunque sea evidente que en el suelo helado no se puede practicar una buena reparación.

El plan gubernamental establece la construcción de nuevas carreteras en los centros neurálgicos de tránsito como San Petersburgo y Vyborg, en la frontera con Finlandia, para reducir la congestión vehicular y elevar la velocidad del transporte.

El gobierno no descartó la posibilidad de contar con inversiones extranjeras, si bien las obras deberían ser costeadas con fondos federales y de los gobiernos regionales, sostuvo Frank.

La financiación para el primer año del plan decenal estará lista en septiembre.

Las medidas para enfrentar los problemas del tránsito en Rusia se plantearon muchos veces en años anteriores. Ellas incluían un nuevo sistema de licencias para conducir y mejoras en la construcción y en el mantenimiento vial.

Las calles y carreteras rusas son cada vez más inseguras. Por año se registran más de 170.000 accidentes de tránsito, en los cuales mueren 30.000 personas y resultan heridas 180.000, según cifras oficiales.

La adicción al alcohol es el mayor problema: 25 por ciento de los accidentes son protagonizados por conductores alcoholizados, y en algunas regiones, hasta 33 por ciento.

No obstante, el sistema vial ruso registra algunos logros. Por ejemplo, la nueva carretera circular de 100 kilómetros que rodea a Moscú es comparable a las mejores del mundo.

La capital cuenta con la red vial y de tránsito más avanzada de todo el país, si bien aún padece de crónicos embotellamientos. Durante los horarios de traslado a lugares de trabajo, Moscú queda virtualmente paralizada por la congestión vehicular, según la policía de tránsito.

La ciudad tiene más de dos millones de vehículos particulares, de los cuales 300.000 se movilizan diariamente. El gobierno de Moscú prevé construir una tercera vía de circulación interna para 2005 con un costo de 1.250 millones de dólares.

Moscú puede afrontar una gran inversión en infraestructura, pero ciudades más pobres dependen de la ayuda externa.

En ese sentido, 14 ciudades rusas participaron del proyecto de rehabilitación del transporte público, por valor de 329 millones de dólares, financiado por el Banco Mundial.

El presidente Vladimir Putin ha dicho que quiere más automóviles en las calles, y «Las carreteras rusas en el siglo XXI» prevé exactamente eso.

En 2010, 30 por ciento de la población tendrá vehículo propio, mientras en la última década sólo siete por ciento de los 145 millones de habitantes lo tenían, dijo Frank.

«Actualmente hay 150 automóviles cada 1.000 personas, en diez años habrá 250 autos cada 1.000 habitantes», finalizó Frank. (FIN/IPS/tra-en/sb/mn/dc-aq/tr/01

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