JAPON: Partido de las Mujeres desafía a políticos tradicionales

El nuevo Partido de las Mujeres procura seducir a los votantes de Japón con discursos sobre educación e infancia, mientras el Partido Democrático Liberal del primer ministro Junichiro Koizumi se erige como claro favorito para los comicios parlamentarios del 29 de este mes.

Cada vez que Koizumi, el jefe de gobierno más popular en la historia de Japón, habla en un acto de la campaña para la renovación del Senado, sus guardaespaldas tienen que lidiar con una multitud de seguidores y con decenas de periodistas y cámaras de televisión.

Todo lo contrario ocurre cuando habla Hanako Igarashi, de 34 años, una ama de casa de aspecto infantil, o cualquiera de las otras candidatas del Partido de las Mujeres, un grupo novato en elecciones que se ha convertido, sin embargo, en el opositor más agudo de los últimos años.

Vestida con una remera naranja y pantalones sueltos, Igarashi muestra su amplia sonrisa mientras reparte volantes a los transeúntes para que la elijan senadora.

Si bien aún es desconocido para muchos, el partido intenta crear una base electoral apoyado en la importancia de la educación y otras cuestiones básicas.

«El Partido de las Mujeres promete un futuro brillante para sus hijos, así que voten por mí. Japón necesita mejor educación y comunidades para los niños», declaró Igarashi, una de las ocho candidatas ante un micrófono decorado con cintas naranja.

Este partido de desarrolló a partir de un grupo de investigación privado fundado hace 10 años por mujeres, universitarias y voluntarias preocupadas por temas como la crisis social, la contaminación y el desorden escolar, explicó el portavoz Teruhiko Goto.

«Hace tres años todos los miembros decidimos ampliar el objetivo de ese pequeño grupo e ingresar a la política, pues si realmente queríamos cambiar Japón necesitábamos ingresar al parlamento», sostuvo.

El Partido de las Mujeres reconoce que el duro ambiente político japonés se apoya en el «dinero» y en las conexiones con el poder establecido.

Igarashi no elude en sus discursos de campaña al gobernante Partido Democrático Liberal que, guiado por Koizumi, parece dirigirse a una victoria arrolladora.

«Me alegro de que Koizumi sea tan popular, pues eso significa que hay más gente interesada en la política», dijo al referirse al inusual interés manifestado por los votantes para las próximas elecciones.

Según una encuesta publicada la semana pasada, 91 por ciento de los consultados piensan acudir a las urnas el día 29.

Al contrario de los discursos políticos tradicionales que hablan sobre economía y sobre la abultada deuda interna que pone en peligro al sistema bancario, el partido de Igarashi espera obtener votantes mediante referencias a cuestiones de interés cotidiano y a su imagen joven.

«En comparación con los partidos establecidos, somos limpios, jóvenes, y nos comprometemos a trabajar para los más pobres, la mayoría de los cuales son mujeres y niños. Los votantes también nos darán su apoyo», insistió Igarashi.

La joven recordó que su marido y sus hijos quedaron impactados cuando les comunicó su decisión de postularse como senadora.

«Aún están afectados. Pero mi esposo prometió que cocinaría la cena, pues yo no llegaré a casa antes de la medianoche», dijo sonriendo, mientras un pequeño grupo de voluntarias asentía.

El resto de las candidatas del Partido de las Mujeres son trabajadoras, solteras o casadas de entre 30 y 55 años. Cada una reunió una suma de 24.000 dólares para pagar su campaña electoral. El resto del presupuesto se obtuvo mediante donaciones y el «invalorable trabajo de los voluntarios».

Pero los analistas no prevén victorias para el Partido de las Mujeres en esta elección.

«No tienen mucha esperanza. El partido es desconocido, no ha hecho alianzas electorales con partidos mayores y la popularidad de Koizumi es un muro muy alto de escalar», dijo el analista político Minoru Tada.

A pesar del nombre del partido y de su declarado apoyo a las cuestiones de las mujeres, las feministas japonesas muestran muy poco entusiasmo por el nuevo grupo político.

El Partido de las Mujeres no defiende la igualdad de derechos, sostuvo Keiko Hashimoto, profesora de Ciencia Política de la Universidad Jumonji e impulsora de una mayor participación femenina en la política.

«Los niños, y no las mujeres, son el lema del partido. La campaña se refiere a construir una sociedad más segura para los hijos, y no a la igualdad de género», puntualizó Hashimoto.

La activista sostuvo que el Partido de las Mujeres refleja en su discurso una tendencia general en esta campaña electoral, en que los derechos de género son un asunto secundario.

«La principal preocupación es la economía. Nadie, ni siquiera las cinco integrantes del gabinete, ni la popular ministra de Relaciones Exteriores Makiko Tanaka, impulsan la igualdad de género como cuestión importante en las próximas elecciones», señaló Hashimoto. (FIN/IPS/tra-en/sk/ral/dc/mj/ip/01

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