La inclusión de los productos agrícolas en una oferta arancelaria de la Unión Europea (UE) al Mercosur mejoró el clima de las negociaciones de liberalización comercial en la capital uruguaya, que ambos bloques finalizaron el viernes.
La propuesta de la UE de levantamiento progresivo de aranceles en un plazo de 10 años fue bien recibida por su contraparte, pues «constituye un hecho político de relevancia para el avance de las negociaciones destinadas a establecer una asociación interregional política y económica», según señaló el Mercosur (Mercado Común del Sur).
Sin embargo, fuentes dimplomáticas manifestaron cautela a IPS ante la respuesta que la UE recibirá del bloque sudamericano, pues no hay en el plan presentado fechas para la desgravación de los productos agrícolas más sensibles.
El Mercosur se comprometió a estudiar el ofrecimiento de la UE en forma exhaustiva en los próximo cuatro meses.
Los europeos sólo expresaron estar dispuestos a «negociar una mayor liberalización, mediante cuotas tarifarias preferenciales, de esos productos sensibles, que son los cereales, el aceite de oliva, lácteos, carnes, azúcar, algunas frutas y legumbres procesadas.
Esos productos, incluidos en la sexta categoría identificada por la UE, sólo representan 10 por ciento de las compras agrícolas de los 15 miembros del bloque europeo al Mercosur.
Pero son también los princiaples productos agrícolas de exportación del Mercosur, creado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Sin embargo, como comentó a IPS un participante en la reunión, es un paso muy importante que la UE accediera a conversar sobre desgravación del comercio agrícola, y así fue apreciado por los negociaciones sudamericanos.
Lo que está claro es que los europeos no aceptarán bajo ningún concepto discutir la reducción de subsidios que otorgan a sus productores agrícolas, asunto que sólo será materia de estudio en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los productores del bloque europeo aún son beneficiados con una ayuda que ronda los 40.000 millones de dólares, pese al recorte de subvenciones en general dispuesto por la Ronda Uruguay de conversaciones multilaterales de comercio, finalizada en 1994 y que dio origen a la OMC.
Ahora, la UE propuso al Mercosur un plan de negociación para liberalizar el comercio de bienes, servicios y compras públicas, que establece la eliminación de todas las medidas no arancelarias a partir de la entrada en vigor del acuerdo, momento en el cual también estarán definidos los convenios fitosanitarios y otros.
En ese marco, se ofrece la eliminación inmediata de derechos de importación para algunos productos industriales, de la pesca y agropecuarios, y un cronograma de desgravación progresiva del resto a cuatro, siete y 10 años.
La UE compra hoy al Mercosur un promedio anual de 15.600 millones de dólares, de los cuales 7.500 millones corresponden al área agropecuaria, otros 7.500 millones a la industria y el resto a productos del mar y servicios.
En el caso de los productos agrícolas, 60 por ciento ya ingresan al bloque europeo libres de gravámenes, mientras que los productos industriales con ese beneficio son 53 por ciento del total.
El bloque europeo ofrece la liberalización progresiva en las cuatro etapas prevista para un total de 1.900 millones de dólares en productos agropecuarios, manteniendo restricciones sólo para compras por 700 millones de dólares, que corresponden a la llamada producción sensible, como carnes, lácteos y otros.
El cronograma señala la libreación inmediata de todo tributo para la mayoría de las frutas frescas, algunos aceites y materias grasa por un total de 229,5 millones de dólares,
La segunda categoría establece la eliminación en cuatro etapas en un periodo de cuatro años de la carne de caballo, legumbres, flores, y otros, que suman 510 millones dólares.
Luego vienen la carne de pollo, frutas y legumbres procesadas y jugos de frutas, cuyo volumen comercial es de 280 millones de dólares y que serán desgravadas en siete años. La cuarta categoría prevé la liberalización a 10 años de carne de cerdo, miel y ciertas carnes procesadas, por 850 millones de dólares.
La quinta categoría se reserva a los vinos y licores, que tendrán una negociación paralela de acuerdos específicos, por un total de 51 millones de dólares.
Como última categoría, la UE ubicó a los denominados productos sensibles, para lo cual se manifiesta dispuesta a negociar producto por producto, según dijeron fuentes diplomáticas.
Para las compras industriales que hoy pagan aranceles de ingreso a la UE, que representan 47 por ciento del total, la oferta establece cuatro categorías, correspondientes a las cuatro etapas de apertura, pero la mayoría quedaría liberalizada a los siete años y la totalidad a los 10 años.
El bloque sudamericano se comprometió, a su vez, a presentar su propia oferta arancelaria, paraarancelaria y de modalidades de acceso a los mercados en la sexta reunión del Comité birregional, programada para realizarse en octubre en Bruselas.
Los más de 120 delegados que participan de esta quinta reunión del Comité de Negociaciones Birregionales, iniciada el miércoles tras dos días de preparación e intercambio de información, examinarán hasta este viernes los aportes de funcionarios, técnicos y empresarios de los distintos sectores.
Esta instancia común permite intercambiar información y avanzar en acuerdos sobre el comercio de bienes, servicios, la propiedad intelectual, inversiones, competitividad y solución de controversias comerciales.
El Comité fue creado por el Consejo de Cooperación, que conduce el proceso de negociación comercial entre el Mercosur y la UE, surgido tras la firma en 1995 en Madrid del Acuerdo Marco Interregional de Cooperación y lanzado formalmente durante la Cumbre América Latina y el Caribe-UE, el 28 de junio de 1999 en Río de Janeiro. (FIN/IPS/dm/ff/if/01
