/Integración y Desarrollo/ ECONOMIA-CHILE: Españoles amplían control de sector eléctrico

La compañía Endesa-España, que tiene ya un control mayoritario sobre el sector eléctrico en Chile, lanzó una oferta pública de compra de acciones para consolidar su dominio del área, en un nuevo eslabón de la expansión de firmas transnacionales españolas en América Latina.

El consorcio eléctrico Enersis, que a fines de 1997 fue adquirido por Endesa-España, comenzó el martes un nuevo proceso de compra de títulos de las empresas Chilectra y Río Maipo, con el objetivo de lograr 100 por ciento de la propiedad de ambas.

La operación, que se puede prolongar hasta el 26 de diciembre, no tiene una mayor trascendencia financiera, pero en cambio adquiere una fuerte carga simbólica, ya que significará la exclusión definitiva de pequeños accionistas en ambas compañías.

Enersis invertirá 28,7 millones de dólares para adquirir dos por ciento de las acciones de Chilectra, así como 1,6 por ciento de los títulos de Río Maipo.

En diciembre de 2000, el consorcio eléctrico había completado, también con una OPA (oferta pública de compra de acciones), el control de 98 por ciento de Chilectra y de 98,4 por ciento de Río Maipo, explicaron corredores bursátiles.

El directorio de Enersis acordó pagar por los títulos menores de Chilectra y de Río Maipo un sobreprecio de 20 por ciento, respecto de sus últimas cotizaciones en la bolsa de comercio de Santiago, para hacer así atractiva la oferta para los pequeños titulares de acciones.

El hito fundamental en la penetración de Endesa-España en el sector eléctrico chileno se produjo en mayo de 1999, cuando invirtió 1.870 millones de dólares en la compra de 60 por ciento de Endesa-Chile, la más grande de las empresas de Enersis.

Se trató de la mayor operación bursátil desarrollada hasta entonces en Chile.

La empresa española compró también en la misma época los ADR (American Depositary Receipts) que Endesa-Chile cotiza en la bolsa de Nueva York, con lo cual completó una inversión de 2.150 millones de dólares.

Endesa, la antigua Empresa Nacional de Electricidad de Chile, creada por el Estado, fue privatizada en los últimos años de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), al igual que Chilectra, sigla de la Compañía Chilena de Electricidad.

La enajenación de las empresas estatales del sector eléctrico favoreció a ex funcionarios de la dictadura, como el ahora empresario José Yuraszeck, pues adquirieron sus acciones a un precio inferior a su valor de libros, para venderlas años después a inversionistas extranjeros.

El escándalo de las privatizaciones de la dictadura, que incluyeron servicios básicos, líneas aéreas y empresas productivas, fue denunciado por la periodista María Olivia Monckeberg en el libro «El Saqueo», lanzado hace tres meses y que lleva vendidos más de 45.000 ejemplares.

La absorción de Chilectra, Endesa-Chile, Río Maipo y otras empresas eléctricas por Enersis, así como la posterior compra de este consorcio por Endesa-España, dio lugar a demandas ante la justicia, fundamentadas en normas antimonopólicas.

La compañía española logró sortear esas demandas y acrecentar su control sobre Enersis, como punta de lanza para su expansión en negocios de producción y distribución de energía eléctrica en América Latina.

Aun antes de su traspaso a Endesa-España, Enersis tenía inversiones en Argentina, Brasil, Colombia, Perú y en América Central.

Las firmas transnacionales de origen español se convirtieron en los últimos años en las mayores inversionistas extranjeras en la región, según confirmó en abril último el informe anual sobre la materia de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Telefónica de España es desde 2000 la mayor empresa internacional en América Latina, desplazando a lugares secundarios a transnacionales estadounidenses como la General Motors, en el mercado automotor, y la petrolera Exxon, así como a la anglo- holandesa Shell.

Endesa-España es otra de las grandes empresas transnacionales presentes actualmente en la región, junto a Telefónica y otras compañías españolas, como Repsol, del sector petrolero, y los bancos Santander y Central Hispano, según el estudio de Cepal. (FIN/IPS/ggr/dm/if/01

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