INDONESIA: Megawati sustituye a Wahid en la presidencia

Meses de incertidumbre y luchas políticas terminaron hoy en Indonesia con el segundo cambio de presidente en menos de dos años, cuando el parlamento decidió sustituir a Abdurrahman Wahid por la vicepresidenta Megawati Sukarnoputri.

El cambio fue determinado por la Asamblea Consultiva del Pueblo, de 700 miembros, ante la cual Wahid se había negado a brindar explicaciones sobre varios asuntos vinculados con escándalos financieros.

«Sé bien que la tarea que tengo por delante no es nada fácil», dijo en su discurso inaugural Megawati, presidenta del Partido- Lucha Indonesio por la Democracia (PDI-P), que ganó las elecciones generales de 1999.

Megawati, de 54 años, es hija de Sukarno, el primer presidente de Indonesia, que fue expulsado por el dictador Alí Suharto.

La nueva presidenta exhortó a todos los grupos a respetar el proceso democrático y aceptar sus resultados, en una aparente referencia a Wahid, cuya declaración a tempranas horas de este lunes de un estado de emergencia y disolución del parlamento fue ignorada y declarada nula por la Corte Suprema.

Se prevé que Megawati designará un nuevo gabinete este miércoles.

Wahid afirmó en varias ocasiones que el proceso que llevó a su juicio político fue inconstitucional y pergeñado por sus detractores políticos para expulsarlo del poder.

Este lunes, varios políticos discutían formas para que Wahid abandonase el palacio presidencial de una manera honrosa.

El destituido presidente, un respetado líder islámico, advirtió en varias ocasiones sobre un caos en caso de que fuera expulsado del poder debido a la ira de sus partidarios, en especial en su bastión de Java Oriental. Hasta entrada la tarde de este lunes, sin embargo, no había señales de violencia.

Wahid también lidera Nahdatul Ulama Muslim, una organización islámica con unos 30 millones de miembros.

Sin embargo, como dijo un analista, «la gente en general ya ha aceptado esto y sólo quiere que los problemas terminen».

Tras meses de disputas políticas e intercambios de amenazas, que alimentaron la inestabilidad política y económica, la salida de Wahid se produjo de manera muy rápida.

La asamblea legislativa, el mismo órgano que eligió a Wahid presidente en octubre de 1999, se reunió el sábado en sesión especial y lo llamó para que brindara explicaciones.

Las nueve facciones que participaron de la sesión especial concordaron en revocar el decreto número VII/1999, que designó a Wahid, o «Gus Dur», como se le conoce popularmente, como el cuarto presidente del país.

Dos grupos políticos, el Partido del Despertar Nacional (PKB) de Wahid y el cristiano Partido Nacional del Amor y la Democracia (PDKB), se negaron a participar de la sesión.

Wahid, el primer presidente indonesio elegido democráticamente en 55 años de independencia, se negó hasta el final a renunciar a su cargo.

«No renunciará y nunca abandonará el Palacio Merdeka», aseguró el canciller Alwi Shihab, estrecho colaborador de Wahid. Alwi no asistió a la reunión anual de cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, que se celebra en Vietnam.

La asunción de Megawati marca la culminación del enfrentamiento entre Wahid y la asamblea legislativa, desencadenada por la acusación al presidente de participación en dos escándalos financieros, llamados «Buloggate» y «Bruneigate».

Wahid fue acusado entre otras cosas de recibir de manera irregular una importante donación del sultán de Brunei, pero permanentemente negó los cargos, y de hecho la fiscalía lo eximió de culpa.

Pero esto no impidió que la Cámara de Representantes, quien lo censuró dos veces desde febrero de este año, llevara a Wahid ante una sesión especial de la asamblea legislativa para su juicio político.

Estos avatares desgastaron el capital político de Wahid. Sus decisiones incoherentes y ciertas designaciones convirtieron a antiguos aliados en sus rivales.

En los últimos meses, la división entre él y Megawati se hizo obvia y ésta respaldó el procedimiento de juicio político en su contra.

El deterioro de la economía, que no se ha recuperado aún de la crisis asiática estallada en 1997, no ayudó a la situación de Wahid.

La inversión extranjera cayó notablemente en momentos de gran necesidad de capitales, y el Fondo Monetario Internacional retuvo créditos para Yakarta.

En un intento desesperado por salvar su puesto, Wahid emitió un decreto este lunes a la 1.10 am en que disolvía el parlamento y llamaba a elecciones generales anticipadas.

Sin embargo, el decreto fue rechazado por todos los grupos con representación parlamentaria, incluso las fuerzas armadas y la policía. Esto marcó el abandono de Wahid por parte de instituciones clave.

Algunos miembros del gabinete, entre ellos el ministro de Asuntos Políticos, Sociales y de Seguridad, Agum Gumelar, y el secretario del gabinete, Marzuki Darusman, renunciaron en protesta contra el decreto presidencial.

Kwik Kian Gie, del PDI-P, anunció que Megawati se proponer formar un gobierno de coalición para asegurar que su presidencia dure hasta 2004.

Megawati tratará al presidente destituido con humanidad y consideración, agregó Kwik, quien fue expulsado por Wahid del Ministerio de Economía, Finanzas e Industria. (FIN/IPS/tra-en/rd/js/mlm/ip/01

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